El Papa Benedicto XVI encabezó las muestras de consternación de líderes mundiales y cristianos de a pie por el asesinato del Hermano Roger, una de las principales figuras ecuménicas del siglo XX, que fue apuñalado el martes en Francia.
El Papa calificó la muerte, desde su residencia veraniega en el sur de Roma, de "noticia aterradora".
El Hermano Roger Schutz, un protestante de 90 años, fue apuñalado por una mujer mientras oficiaba una misa en la comunidad de Taize que fundó en el este de Francia, dijo la policía local.
El presidente francés, Jacques Chirac, afirmó que la muerte era trágica y que le ha conmocionado.
"Toda su vida, este hombre de fe tenía un mensaje de paz y diálogo. Para nosotros, y en especial para los más jóvenes, quedará como uno de los servidores más notables de los valores del respeto y la tolerancia que son los cimientos para las comunidades humanas", dijo.
Según la policía, una mujer se levantó durante la misa a la que asistían unas 2.500 personas y apuñaló tres veces a Schutz en la garganta, causándole la muerte de manera inmediata. La mujer, una rumana de 36 años, fue inmovilizada por los asistentes y detenida.
Exámenes psiquiátricos
Jean-Louis Coste, fiscal de Macon, una localidad del sudeste de Francia cercana a la comunidad de Taize administrada por el Hermano Roger, dijo que la sospechosa "parece perturbada".
Conocida como Luminita, la mujer sin embargo habló de manera relativamente coherente y pudo ser interrogada. El miércoles estaba previsto que fuera sometida a más pruebas psiquiátricas.
"Dijo que no tenía la intención de matarle sino que quería atraer su atención. Admite los hechos" de la muerte, declaró el fiscal a los periodistas.
Schutz, un pastor protestante originario de Suiza, era muy respetado por líderes religiosos de todo el mundo. En 1940 fundó la comunidad monástica de Taize tras dejar su país natal con 25 años, comprando una pequeña casa en la que acogía a refugiados de la Segunda Guerra Mundial.
Hoy la comunidad tiene unos cien hermanos, incluyendo católicos y protestantes provenientes de más de 25 países. La comunidad se ve a sí misma como un esfuerzo para reconciliar a los cristianos divididos y a los pueblos separados.