{mosimage}Vuelve a zangolotear el estandarte hasta el éxtasis de su agitador -en este caso el concejal más joven-, para demostrar y enseñar a algunas personas –no se qué, pero cada vez menos por suerte para la inteligencia colectiva-, la alegría y el júbilo estúpido de haber tomado la ciudad y posteriormente expulsar a los moradores y propietarios autóctonos de estas tierras, que durante más de siete siglos vivieron y convivieron con otras religiones en “Almeraiya” hace ya 519 años.
Igualmente en la vecina Granada, el gobierno municipal del PP, sigue los mismos pasos que el de Almería, -o este el de aquel-, la diferencia es que Granada cayó un dos de enero de 1492 después de muchos meses de asedio; dos años más tarde que en Almería. Todo ello celebrado por ambos gobiernos localistas, en estos respectivos días tan “importantes” para los gobernantes agitadores de pendones.