Más o menos es lo que suele ocurrir en las organizaciones políticas, a las que se suele recurrir para conseguir lo que en la vida personal y/o laboral no se ha alcanzado. Y también en los partidos políticos nos encontramos con los meritorios, esos personajillos de baja estopa que se acercan para medrar. A esos personajillos que vengo a llamar generosa, benévola y prudentemente meritorios son denominados vulgarmente trepas, limpiachaquetas, pelotas y un largo etcétera de epítetos. Además es común encontrar en ellos un denominador común, y es que jamás, como no podría ser menos, contradicen al Jefe, todo lo contrario, lo alientan aún sabiendo que está en una posición errónea.
Hallados están en la práctica totalidad de la circunscripciones electorales en las que se encuentra presente el partido político. Lo están, en nuestra provincia, en todas las circunscripciones electorales, por supuesto, pero con mayor densidad en las grandes que suelen ser también en las que más intereses existen. Ante unos comicios por celebrar a finales del primer semestre del año próximo, los trepas hacen acto de presencia y empiezan a activar sus mecanismos, como digo, suelen aparecer en municipios grandes o con una actividad económica intensa. Por su paralelismo histórico, podemos citar a Mojácar y a Roquetas de Mar, pero no hay que olvidarse de Adra, El Ejido, Vícar, La Mojonera, Berja, Laujar de Andarax, Almería, Níjar, Carboneras, Cuevas del Almanzora, Vera, Huércal-Overa, Huércal de Almería, Albos, Vélez Rubio, Vélez Blanco, Pulpi, principalmente.
Así que, Candidatos a la Alcaldía, tened cuidadín que como se os filtre algún meritorio os puede aguar la Legislatura, porque además contienen como característica notoria la vulnerabilidad. Y conozco a algunos meritorios en bastantes municipios que he citado, que encima han sabido situarse políticamente bien. Candidatos a la Alcaldía, girar vuestras cabezas y veréis como algunos de vuestros correligionarios de cervezas poseen las características reseñadas.
Acaba de comenzar la campaña electoral a las Elecciones Municipales y tendremos ocasión de hablar largo y tendido sobre estos personajillos, que, parafraseando a un alcalde, son de baja calaña, por no decir escoria que fue lo que le faltó señalar, porque no hay nada más amoral.