“Entre 1994 y 1999, el 30% de la inversión generada con los programas de desarrollo rural fue a parar a proyectos relacionados con el patrimonio y la gastronomía”, dice José Román en los Cursos de Verano de la UAL. El director general de Desarrollo Rural asegura que la cocina y la etnología se han convertido en un elemento clave para el dinamismo de las zonas rurales.
José Román Montes, director general de Desarrollo Rural de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, intervino ayer viernes en los Cursos de Verano de la Universidad de Almería, en el seminario realizado en Vera sobre ‘La Buena Mesa, Sobremesa y Ocio. Calidad agrícola, vida social y turismo cultural’. Su intervención versó sobre cómo la gastronomía y la etnología “se convierten en un elemento clave en el desarrollo rural, al igual que la recuperación del patrimonio, que desde la Junta de Andalucía tratamos de convertir en un valor para generar recursos”.
Este experto destacó que “en el marco 1994-1999, del total de la inversión que se generó con los programa de desarrollo rural, que fueron 454 millones de euros, alrededor de 136 millones, es decir, casi un 30%, se destinaron a proyectos relacionados directamente con el patrimonio. Ahí se incluyen proyectos de recuperación de bodegas, por ejemplo, temas relacionados con el aceite, la gastronomía, casas antiguas que se han convertido hoy en restaurantes, proyectos que están tratando de recuperar esa gastronomía que casi estaba perdida y que a través de los grupos de desarrollo, apoyándose en expertos, como el periodista Pepe Oneto y el cocinero Manuel Rincón, etc.”.
Todo esto, “además de generar una dinámica de participación en las comarcas y pequeños pueblos rurales, están consiguiendo recuperar esos platos, poniéndolos a disposición de los restauradores y, por otra parte también, propiciando que nuestros jóvenes, estudiantes o trabajadores, tengan unas herramientas, como libros o dvds, que les permita en muy poco tiempo poder cocinar un plato fenomenal con todos sus nutrientes, con todo lo que conlleva de salur la gastronomía y los platos típicos de antaño y que lo pueden hacer en casa con los ingredientes más naturales que siempre hemos tenido en cualquier casa”.
Por eso, “en toda esa actividad se invirtieron esos 136 millones de euros, en el periodo 1994-1999. Ahora estamos en el marco comunitario 2000-2006 y aún no podemos hablar de inversiones, pero lo que sí está claro es que muchos de los grupos de desarrollo han centrado su estrategia en la recuperación del patrimonio, y ahí entra evidentemente la gastronomía y etnología como un elemento clave”.