El miércoles padaso Amnistía Internacional denunció la existencia de 10.000 personas que están desparecidas bajo custodia de USA, en distintas prisiones secretas y campos de detención.
Son detenidos-fantasmas, que no existen en los documentos oficiales ni en prisiones institucionales ni en arrestos conocidos. Detenidos que no existen para el Gobierno o la policía internacionales porque su existencia normal sería un crimen bochornoso. Son ciudadanos secuestrados por el Estado norteamericano, que dispone de ellos contra ael Derecho, la Justicia y la Ley.
Con motivo de la reciente celebración del Día Internacional de los Desaparecidos, AI recordó "la drmática situación en la que se encuentrann las personas que se hallan bajo custoia secreta, y no reconocida, de USA con motivo de su guerra contra el terror". Otra vez el terrorismo de Estado más abyecto y despreciable contra un presunto terror que se investiga, se juzga y se condena al margen de toda norma y de todo principio. Otra vez el Estado de Derecho y los derechos humanos aplastados en nombre de una seguridad mafiosa y repulsiva. De nuevo el gran país que se permite declarar "guerras preventivas" por motivos de seguridad y ética comportándose como el más grande delincuente internacional.
AI asegura que ha recogido documentos al menos 27 muertos bajo custodia estaunidense. Detenidos "inexistentes" que mueren de forma clandestina. No se sabe ni cómo ni por qué. Pero son muertos anónimos a quienes nadie puede llorar o por los que nadie puede denunciar. Decía el maestro Carrara que la publicidad es el colmo de la justicia. Pues aquí estamos ante una justicia desalmada, como las prisiones infraterrenas que describe Roa Bastos en El Patriarca.
Pero hay muchos más desaparecidos bajo custodia de USA. Infomres oficiales internacionales han documentado la existencia de "detenidos-fantasma" a quienes se oculta de la Cruz Roja Internacional. Son informes oficiales de los que se amontonan bajo la rúbrica de "muy confidencial". Algún día aparecerán algunos como muertos anónimos que nadie puede reconocer. O como muertos amontonados por alguna organización terrorista contra la que es “preciso luchar a través de alguna guerra perventiva contra paises abandonados de la mano de Dios pero con algún valor estratégico. De todas formas, cuanto más íntimida el poder, la libertad será menor. Los Estados Terroristas yugulan los derechos civiles, político y económicos mediante la utilización masiva del miedo.
Los detenidos-fantasma responden a esta estrategia. No son sueños de la razón que, como sabemos, engendran monstruos. Son terribles realidades que constituyen una burla a la justicia y una vejación profunda de los derechos humanos. Perpetradas, ambas, por el máximo líder occidental, cuyos dirigentes seleccionan a los paises que, por terroristas, son "el eje del mal". Que todos los dioses nos salven.