Erase que se era una pequeña ciudad de Este mundo globalizado, enorme, inmenso.
Como todas las ciudades en principio, pequeñita, dulce con todas las peculiaridades y allí vivía gente.
Una zona elitista y privilegiada, el centro de la ciudad, lleno de tiendas en el que había un poder adquisitivo elevado la zona elitista., fue pasando el tiempo lentamente, poquito a poco la ciudad fue creciendo hacia uno de los laterales, se fueron marchando los comercios, la población fue envejeciendo y ahora las zonas idílicas se convirtieron las viviendas de ciudad jardín, casitas idílicos con patios, espacios de nuestra villa ciudad jardín.
Se usaron todo tipo de tretas, todo tipo de manipulaciones, ruidos, alarmas hasta llegar a todo tipo de aceres en los que la moralidad se quiebra y son. Punitivos.
Primero el traslado de la población envejecida de la zona privilegiada y si las circunstancias lo permiten la construcción vertical.
Su negra mano extendía su fuerza.
Pero frente a ellos una pequeña casita de ojitos desconchaos se lavo la cara y se dispuso a luchar.
Como mis compatriotas dicen, parne, maldito parne.
Y colorin colorado este bello cuento no está por concluir……
Nosotros luchamos por nuestra iglesia.