El Homo Sapiens es el último primate que ha evolucionado sobre la Tierra, y seremos los primeros que este gran SER VIVO haga desaparecer si seguimos agrediéndole para alimentar un CAPITALISMO FEROZ , que ahora nos quiere obligar a destruir un mínimo de 65 HORAS SEMANALES.
{mosimage}La presencia y prosperidad de la vida en la Tierra se debe fundamentalmente a que el agua es un elemento que existe en abundancia en ella en sus tres estados posibles. El agua líquida por sus propiedades es el medio optimo para el desarrollo de la química de la vida, sin embargo, para que esta química de la vida tuviese lugar, han hecho falta una serie de compuestos precursores (aminoácidos), moléculas orgánicas que, en su origen, con 130 moléculas conocidas, están presentes en el medio interestelar, disueltas en hielo. En este medio existen nubes frías de polvo y gas basados en el carbono y en el nitrógeno. Estos compuestos pueden fluir libremente dando origen a una química orgánica en estas nubes. Cuando se forma un Sistema Planetario (acrección), a partir de este material interestelar, parte de este hielo amorfo dopado queda almacenado en los cometas, lo que hace que las moléculas orgánicas puedan viajar en estos astros melenudos. Estos en sus viajes han impactado en planetas como la Tierra primigenia, rica en océanos de agua líquida donde el hielo se derritió, liberando de esta manera los compuestos precursores al agua terrestre, dando inicio al proceso de la vida (pansgermia).
El ciclo hidrológico no es un círculo sin fin. Parte del agua evaporada, al ascender, se descompone bajo los rayos ultravioletas del Sol en los dos elementos que la integran: oxígeno e hidrógeno. Los átomos de hidrógeno, más ligeros, continúan subiendo luego con creciente velocidad hasta sustraerse a la atracción del planeta. A pesar de esto, el que alberguemos agua y esta no llegue a faltar sobre la Tierra se debe al continuo proceso de creación que tiene lugar en las profundidades del subsuelo. Al formarse el planeta una gran cantidad de agua quedó atrapada en las rocas ( ej. Condritas Carbonáceas) en su interior. Las fuentes de basalto incandescentes descomponen estas rocas así como el granito, produciendo enormes cantidades de “aguas jóvenes” que después son expulsadas paulatinamente por desgasificación a la atmósfera. Este doble proceso de fuga hacia el espacio, y la creación en el subsuelo es tan activo que puede excluirse la posibilidad de que hoy quede en los océanos o en la atmósfera de la Tierra una sola molécula de agua de las épocas antiguas. Podemos estimar que nuestro planeta albergó en su origen cerca de tres billones de kilómetros cúbicos de agua. Esta abundancia convirtió a la Tierra en un paraíso para la química prebiótica así como las primera reacciones biológicas, dado que el agua es el disolvente más propicio para la síntesis molecular y proporciona el hidrógeno que precisa la materia viva tal como la conocemos.
El punto triple del agua( punto caracterizado por unas condiciones de presión y temperaturas tales que permiten la existencia de los tres estados a la vez: sólido, líquido y gaseoso) tienen unas coordenadas de 0,01 ºC y 6,1 milibares, no obstante existen otros mecanismos que permiten la existencia de agua líquida a temperaturas muy bajas, de hasta -60 ºC. Si el agua no es pura, dado que reacciona con las rocas disolviendo algunos elementos como calcio, potasio o magnesio la temperatura de congelación disminuye en mayor o menor medida. Asimismo, tanto el vulcanismo cuyo proceso de emisión se produce entre los 650 ºC y los 1.200 ºC, como el criovulcanismo que lo hace a temperaturas próximas a los 0ºC, entre otros materiales que emiten al exterior se encuentra el agua. Si tenemos en cuenta que tanto la existencia de hielo así como la actividad volcánica están presentes en muchos cuerpos del Sistema Solar, que abarcan desde planetas y sus satélites, al Cinturón de Kuiper y la Nube de Oort, para nada se puede descartar la presencia a su vez de agua líquida, y por lo tanto, de vida.
En nuestro planeta, el descubrimiento a finales del pasado siglo de lagos fósiles subantárticos, además de confirmar este proceso productivo y evolutivo, han permitido un estudio más avanzado y detallado de la evolución hidrológica y biótica de la Tierra. Los análisis llevados acabo del momento del Vostok, el mayor de los lagos descubierto, ha mostrado todo un ecosistema escondido bajo cuatro Kmts. de hielo, sometido a unas presiones cercanas a las 350 atmósferas, a -3ºC y en permanente oscuridad desde hace al menos quince millones de años, cuando el continente Antártico gozaba de un clima subtropical. El agua permanece líquida gracias al calor del interior de la Tierra y al efecto aislante del hielo, suficientes para alcanzar el punto de fusión local. El comportamiento de estas gigantescas reservas de agua carbónica si se las liberase de una parte de la presión del hielo que las cubre, sería el de una botella de gaseosa a la que agitásemos antes de abrirla, además las condiciones adaptativas del ecosistema hallado a la presencia de radicales libres de oxígeno, indican la existencia del muy venenoso oxígeno atómico. La perforación realizada por un equipo ruso ha estado y está investida de la máxima prudencia y seguridad pues se hallaron una cantidad de gases, sobre todo oxígeo y nitrógeno disueltos en sus aguas 50 veces superiores a los que conocemos sobre la superficie terrestre. En esta agua la vida se desarrolla en forma de abundantes microorganismos que podrían haber evolucionado de forma aislada al resto de la biosfera. Ecepto algunos subgéneros bacterianos conocidos, el resto, esta compuesto por desconocidas arqueas, bacteria, protistas, algas y hongos, tanto ejemplares vivos como microfósiles adaptados a semejante presión y temperatura, y su metabolismo es casi exclusivamente basal, un desarrollo inducido por las bajas temperaturas.