Han Dong Kyu, naturópata coreano residente en España, padeció
hace ya más de 10 años un tremendo cáncer que le afectaba al
estómago, al intestino grueso y al pulmón.
Desahuciado por sus
colegas decidiría buscar por su cuenta cómo vencer la enfermedad.
Y tras visitar Houston y Alemania y bucear en muchos estudios
desarrolló una singular terapia basada en la aplicación de un
compuesto de semillas ricas en vitamina B17 y otro de plantas
coreanas que le permitió sobrevivir al cáncer. Desde entonces,
mientras trata de ayudar a quienes hasta él se dirigen para superar
la enfermedad, busca apoyo institucional para validar sus
productos.
colegas decidiría buscar por su cuenta cómo vencer la enfermedad.
Y tras visitar Houston y Alemania y bucear en muchos estudios
desarrolló una singular terapia basada en la aplicación de un
compuesto de semillas ricas en vitamina B17 y otro de plantas
coreanas que le permitió sobrevivir al cáncer. Desde entonces,
mientras trata de ayudar a quienes hasta él se dirigen para superar
la enfermedad, busca apoyo institucional para validar sus
productos.
Han Dong Kyu tiene cerca de 70 años y ha tenido que convivir
más de quince con los distintos tumores cancerígenos que
invadieron todo su cuerpo -desde la oreja al intestino- y a los que
venció buscando en la naturaleza soluciones que luego experimentó
en sí mismo. Agradecido con la vida, hoy trata de ayudar a
superarlo a quienes, merced al boca a boca, tuvieron conocimiento
de los resultados que obtiene en el tratamiento de muchos cánceres.
Sus pacientes son su "evidencia clínica", las "pruebas vivientes" de
los logros que obtiene. Claro que esos testimonios no tendrán
"validez científica" mientras quienes pueden efectuar las pruebas,
ensayos y protocolos necesarios no se animen a constatarlo
"oficialmente".
más de quince con los distintos tumores cancerígenos que
invadieron todo su cuerpo -desde la oreja al intestino- y a los que
venció buscando en la naturaleza soluciones que luego experimentó
en sí mismo. Agradecido con la vida, hoy trata de ayudar a
superarlo a quienes, merced al boca a boca, tuvieron conocimiento
de los resultados que obtiene en el tratamiento de muchos cánceres.
Sus pacientes son su "evidencia clínica", las "pruebas vivientes" de
los logros que obtiene. Claro que esos testimonios no tendrán
"validez científica" mientras quienes pueden efectuar las pruebas,
ensayos y protocolos necesarios no se animen a constatarlo
"oficialmente".
Es más, son esas "pruebas vivientes" las que llevaron a Han Dong
a ponerse en contacto con nosotros lo mismo que anteriormente
intentó que le escucharan las más altas instituciones del estado sin
conseguirlo. Y eso que hay una larga lista de personas dispuestas a
acudir a donde haga falta para testimoniar que el tratamiento
aplicado por este esforzado naturópata coreano les ayudó a superar
el cáncer. Personas cuyos testimonios son similares.
a ponerse en contacto con nosotros lo mismo que anteriormente
intentó que le escucharan las más altas instituciones del estado sin
conseguirlo. Y eso que hay una larga lista de personas dispuestas a
acudir a donde haga falta para testimoniar que el tratamiento
aplicado por este esforzado naturópata coreano les ayudó a superar
el cáncer. Personas cuyos testimonios son similares.
"En septiembre de 1993 me diagnosticaron un cáncer
epidermoide (en la lengua) bien diferenciado y avanzado -cuenta
Lourdes Sánchez-. Tenía la lengua destruida y se me había pegado a
la base de la boca. Los doctores del Servicio Maxilofacial no
pudieron operarme y me enviaron al Servicio de Oncología. Allí me
dijeron que el tiempo máximo de vida que me quedaba era de
aproximadamente un año… pero aquí me tienen."
epidermoide (en la lengua) bien diferenciado y avanzado -cuenta
Lourdes Sánchez-. Tenía la lengua destruida y se me había pegado a
la base de la boca. Los doctores del Servicio Maxilofacial no
pudieron operarme y me enviaron al Servicio de Oncología. Allí me
dijeron que el tiempo máximo de vida que me quedaba era de
aproximadamente un año… pero aquí me tienen."
"Me pusieron tratamiento con quimioterapia y radioterapia pero
en lugar de mejorar iba empeorando. Al margen de los efectos
secundarios, que eran horribles, me iba encontrando cada vez peor
tanto física como psicológicamente. Y empecé a hundirme. Sería
entonces cuando conocí a Han, hablé con él, lo medité mucho y
decidí ponerme en sus manos."
en lugar de mejorar iba empeorando. Al margen de los efectos
secundarios, que eran horribles, me iba encontrando cada vez peor
tanto física como psicológicamente. Y empecé a hundirme. Sería
entonces cuando conocí a Han, hablé con él, lo medité mucho y
decidí ponerme en sus manos."
"El 30 de octubre de 1995, cuando ya tenía que haber muerto
según los oncólogos, fui a verles a la consulta, les expliqué por qué
en su momento había dejado el tratamiento convencional y por qué
había aceptado el que me propuso el doctor Han. No aceptaron muy
bien mi decisión pero ante las evidencias me mandaron un escáner
y me remitieron al departamento de Maxilofacial para una revisión.
Y allí me dirían que en el escáner no aparecía nada, ningún tumor,
si bien agregaron que, a fin de asegurarse, me harían una biopsia.
Pues bien, recogí el resultado el 5 de diciembre de ese año y se
confirmó lo que Han y yo sabíamos: ya no tenía cáncer. Habíamos
vencido al cáncer, a ese maldito cáncer que acaba con la vida de
tantas personas…"
según los oncólogos, fui a verles a la consulta, les expliqué por qué
en su momento había dejado el tratamiento convencional y por qué
había aceptado el que me propuso el doctor Han. No aceptaron muy
bien mi decisión pero ante las evidencias me mandaron un escáner
y me remitieron al departamento de Maxilofacial para una revisión.
Y allí me dirían que en el escáner no aparecía nada, ningún tumor,
si bien agregaron que, a fin de asegurarse, me harían una biopsia.
Pues bien, recogí el resultado el 5 de diciembre de ese año y se
confirmó lo que Han y yo sabíamos: ya no tenía cáncer. Habíamos
vencido al cáncer, a ese maldito cáncer que acaba con la vida de
tantas personas…"
A María Esperanza Martín, periodista, cuyo marido murió de
cáncer, la detectaron un tumor en el pecho izquierdo en 1993
siendo sometida a una primera intervención en la que le dijeron
que, al menos de momento, no era necesario extirpar la mama. Sin
embargo, en diciembre del 96, tras los resultados de las pruebas, la
recomendaron una operación inmediata advirtiéndola ya de que,
una vez dentro del quirófano, quizás tuvieran que extirparle los dos
pechos. Se negó. Un mes después, en enero, decidía seguir el
tratamiento del Dr. Han. Hoy, los resultados de las pruebas indican
que está curada.
cáncer, la detectaron un tumor en el pecho izquierdo en 1993
siendo sometida a una primera intervención en la que le dijeron
que, al menos de momento, no era necesario extirpar la mama. Sin
embargo, en diciembre del 96, tras los resultados de las pruebas, la
recomendaron una operación inmediata advirtiéndola ya de que,
una vez dentro del quirófano, quizás tuvieran que extirparle los dos
pechos. Se negó. Un mes después, en enero, decidía seguir el
tratamiento del Dr. Han. Hoy, los resultados de las pruebas indican
que está curada.
"Aunque la terapia parece agresiva -recuerda Esperanza- el
estado de ánimo en todo momento es bueno. De hecho, yo continué
presentando un programa de televisión local en el que trabajaba. No
son dolores inaguantables, ni tienes mal aspecto, ni mal olor. La
herida de la operación del hospital fue más agresiva. Además se me
infectó y las curas eran muy desagradables. Y a eso se añadía el
malestar general debido a los antibióticos y medicamentos que
tomaba. Porque todos los fármacos tenían efectos secundarios y
acabaron dañándome el estómago. Con lo que me dieron más
medicinas, ahora para proteger el estómago. Es decir, el cuento de
nunca acabar. Sin embargo, con la medicina natural de Han esto no
ocurrió. No tiene contraindicaciones, ni efectos secundarios. Al
parecer su medicina cura y reacciona dependiendo de cómo esté el
cuerpo de la persona. Los resultados son muy buenos. En dos meses,
gracias a mi fe y a Han, estuve curada".
estado de ánimo en todo momento es bueno. De hecho, yo continué
presentando un programa de televisión local en el que trabajaba. No
son dolores inaguantables, ni tienes mal aspecto, ni mal olor. La
herida de la operación del hospital fue más agresiva. Además se me
infectó y las curas eran muy desagradables. Y a eso se añadía el
malestar general debido a los antibióticos y medicamentos que
tomaba. Porque todos los fármacos tenían efectos secundarios y
acabaron dañándome el estómago. Con lo que me dieron más
medicinas, ahora para proteger el estómago. Es decir, el cuento de
nunca acabar. Sin embargo, con la medicina natural de Han esto no
ocurrió. No tiene contraindicaciones, ni efectos secundarios. Al
parecer su medicina cura y reacciona dependiendo de cómo esté el
cuerpo de la persona. Los resultados son muy buenos. En dos meses,
gracias a mi fe y a Han, estuve curada".
Esperanza recuerda, dolida, que cuando volvió al hospital público
para explicar a los médicos el tratamiento que había seguido, lo
conocieran y además confirmaran los resultados… éstos se negaron
a hacerle las pruebas diagnósticas. Esperanza hoy imparte cursos de
relajación y terapias de autoayuda porque está convencida de que
la curación es más rápida después de prepararse mentalmente para
el abordaje de la enfermedad.
para explicar a los médicos el tratamiento que había seguido, lo
conocieran y además confirmaran los resultados… éstos se negaron
a hacerle las pruebas diagnósticas. Esperanza hoy imparte cursos de
relajación y terapias de autoayuda porque está convencida de que
la curación es más rápida después de prepararse mentalmente para
el abordaje de la enfermedad.
EL MÉTODO HAN
"No es magia -nos diría sonriente Han Dong cuando nos
entrevistamos en él-. La medicina natural tiene 5.000 años de
historia y todas las sustancias que yo utilizo están en la tierra, en
los árboles, en los minerales, en los animales e, incluso, en los
insectos. Es una lástima pues que no exista una colaboración más
estrecha, a todos los niveles, entre la medicina convencional y la
natural para cercar al cáncer. No entiendo por qué los oncólogos no
quieren escuchar".
entrevistamos en él-. La medicina natural tiene 5.000 años de
historia y todas las sustancias que yo utilizo están en la tierra, en
los árboles, en los minerales, en los animales e, incluso, en los
insectos. Es una lástima pues que no exista una colaboración más
estrecha, a todos los niveles, entre la medicina convencional y la
natural para cercar al cáncer. No entiendo por qué los oncólogos no
quieren escuchar".
Han Dong nos explicaría entonces que la base de su tratamiento
se encuentra en el calor y en dos complementos elaborados con
sustancias naturales. El primero de ellos consiste en una sencilla
mezcla de semillas de algunas frutas comunes en Occidente y ciertos
frutos del Amazonas, todas ellas ricas en vitamina B17, un producto
alabado en el ámbito de la medicina alternativa que sin embargo
provoca una dura controversia entre los miembros de la ortodoxia
científica.
se encuentra en el calor y en dos complementos elaborados con
sustancias naturales. El primero de ellos consiste en una sencilla
mezcla de semillas de algunas frutas comunes en Occidente y ciertos
frutos del Amazonas, todas ellas ricas en vitamina B17, un producto
alabado en el ámbito de la medicina alternativa que sin embargo
provoca una dura controversia entre los miembros de la ortodoxia
científica.
En cualquier caso, Dong mejora la acción de la vitamina B17
administrando un segundo producto que "acelera el proceso de
recuperación" -afirma- y es el resultado de la licuación de diversas
plantas coreanas, algunas de la cuales ni siquiera tienen nombre
español y de las que el naturópata destaca por su eficacia el Tomok
y el Yon Za. Un complejo herbal al que llama familiarmente
"vitamina B18" aun sabiendo que no es tal. En cualquier caso, nos
explicó que se trata de un complejo rico en gluconato de
benzaldehido, sustancia también presente en la vitamina B17.
administrando un segundo producto que "acelera el proceso de
recuperación" -afirma- y es el resultado de la licuación de diversas
plantas coreanas, algunas de la cuales ni siquiera tienen nombre
español y de las que el naturópata destaca por su eficacia el Tomok
y el Yon Za. Un complejo herbal al que llama familiarmente
"vitamina B18" aun sabiendo que no es tal. En cualquier caso, nos
explicó que se trata de un complejo rico en gluconato de
benzaldehido, sustancia también presente en la vitamina B17.
El proceso de ayuda a los enfermos de Han Dong está basado en
su experiencia personal porque, tal y como entendían sus ancestros
en Oriente, "nada que no haya sido probado previamente en uno
mismo debe ser aplicado en otros". Y Han Dong probó en sí mismo
una y otra vez diversas sustancias naturales hasta elaborar un
tratamiento que luego iría mejorando. De tal guisa obtendría la
experiencia clínica actual que posee -y que sólo un necio
despreciaría- y ya comparte con colegas de Estados Unidos,
Alemania, Austria y, por supuesto, Corea.
su experiencia personal porque, tal y como entendían sus ancestros
en Oriente, "nada que no haya sido probado previamente en uno
mismo debe ser aplicado en otros". Y Han Dong probó en sí mismo
una y otra vez diversas sustancias naturales hasta elaborar un
tratamiento que luego iría mejorando. De tal guisa obtendría la
experiencia clínica actual que posee -y que sólo un necio
despreciaría- y ya comparte con colegas de Estados Unidos,
Alemania, Austria y, por supuesto, Corea.
EL CALOR
Aunque parezca increíble, Han Dong comienza localizando las
células tumorales mediante un singular método que consiste en
aplicar calor en la zona afectada usando un aparato patentado por él
que permite la cocción de distintas plantas medicinales y hace que
el vapor pase a través de un tubo de plástico que aplica
directamente sobre la piel. Ello permite no sólo conseguir
determinados efectos terapéuticos con el vapor medicinal -como el
aumento de leucocitos o el tratamiento del dolor- sino hallar la
localización exacta de las células tumorales.
células tumorales mediante un singular método que consiste en
aplicar calor en la zona afectada usando un aparato patentado por él
que permite la cocción de distintas plantas medicinales y hace que
el vapor pase a través de un tubo de plástico que aplica
directamente sobre la piel. Ello permite no sólo conseguir
determinados efectos terapéuticos con el vapor medicinal -como el
aumento de leucocitos o el tratamiento del dolor- sino hallar la
localización exacta de las células tumorales.
Y es que como la resistencia de las células cancerígenas al calor es
menor que en las células sanas… se va dibujando sobre la piel un
"mapa" más o menos extenso de manchas rojas que se corresponde
con la zona donde hay células tumorales. El tamaño y la extensión
de las manchas delimita pues la extensión de las células malignas.
Este tratamiento debe seguirse durante varios días -depende de la
resistencia progresiva del paciente al mismo- hasta que físicamente
se revele, por su distinta coloración, el núcleo principal del tumor. Y
así, de manera tan sencilla, Han Dong no sólo localiza dónde hay
células cancerígenas sino que comienza de forma paralela el
tratamiento ya que como las células cancerígenas son más sensibles
al calor que las células sanas difícilmente sobreviven a una
temperatura superior a los 42º.
menor que en las células sanas… se va dibujando sobre la piel un
"mapa" más o menos extenso de manchas rojas que se corresponde
con la zona donde hay células tumorales. El tamaño y la extensión
de las manchas delimita pues la extensión de las células malignas.
Este tratamiento debe seguirse durante varios días -depende de la
resistencia progresiva del paciente al mismo- hasta que físicamente
se revele, por su distinta coloración, el núcleo principal del tumor. Y
así, de manera tan sencilla, Han Dong no sólo localiza dónde hay
células cancerígenas sino que comienza de forma paralela el
tratamiento ya que como las células cancerígenas son más sensibles
al calor que las células sanas difícilmente sobreviven a una
temperatura superior a los 42º.
La propia American Cancer Society reconoce las posibilidades del
calor como terapia en la lucha contra el cáncer: "Hay evidencias
-puede leerse en uno de sus documentos- de que la terapia de calor
local y general puede detener el crecimiento de los cánceres y
aumentar la efectividad de radiación y quimioterapia en algunos
casos. Parece trabajar aumentando el flujo de sangre y volviendo
más sensibles al tratamiento convencional a las células
cancerígenas".
calor como terapia en la lucha contra el cáncer: "Hay evidencias
-puede leerse en uno de sus documentos- de que la terapia de calor
local y general puede detener el crecimiento de los cánceres y
aumentar la efectividad de radiación y quimioterapia en algunos
casos. Parece trabajar aumentando el flujo de sangre y volviendo
más sensibles al tratamiento convencional a las células
cancerígenas".
Los defensores del uso del calor proclaman que actúa como una
"fiebre" que ayuda al cuerpo a luchar contra la enfermedad, algo de
lo que reniegan los médicos ortodoxos. Y eso que Dong los deja en
evidencia cada vez que utiliza los rastros dejados por la especial
sensibilidad de las células cancerígenas y su cambio de color para
dibujar el mapa de situación de las mismas sobre el cuerpo humano.
"fiebre" que ayuda al cuerpo a luchar contra la enfermedad, algo de
lo que reniegan los médicos ortodoxos. Y eso que Dong los deja en
evidencia cada vez que utiliza los rastros dejados por la especial
sensibilidad de las células cancerígenas y su cambio de color para
dibujar el mapa de situación de las mismas sobre el cuerpo humano.
Por lo que en la revista sabemos el primer caso documentado de
curación debido al "calor" en un caso de cáncer se dio en 1866.
Según el médico alemán M. Busch a un paciente suyo le desapareció
un sarcoma en el cuello después de experimentar fiebres altas. Más
tarde, ya en 1893, el ginecólogo sueco F. Westermark administró a
una enferma con un tumor intrauterino bacterias tóxicas extraídas
del Estreptococo y del Serratia marcescens a fin de provocarla
fiebre al mismo tiempo que la aplicaba calor mediante un recipiente
conteniendo agua caliente.
curación debido al "calor" en un caso de cáncer se dio en 1866.
Según el médico alemán M. Busch a un paciente suyo le desapareció
un sarcoma en el cuello después de experimentar fiebres altas. Más
tarde, ya en 1893, el ginecólogo sueco F. Westermark administró a
una enferma con un tumor intrauterino bacterias tóxicas extraídas
del Estreptococo y del Serratia marcescens a fin de provocarla
fiebre al mismo tiempo que la aplicaba calor mediante un recipiente
conteniendo agua caliente.
Como en tantas otras ocasiones las "evidencias científicas" de
estos casos se consideraron "débiles" y fueron rechazadas. Lo que no
impediría que siguieran utilizándose distintos métodos para elevar
la temperatura de las células cancerosas, desde electrodos de
radiofrecuencia a la perfusión o transfusiones de sangre
previamente calentada a un determinado órgano afectado por el
cáncer. De hecho, el Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos
está patrocinando actualmente tres ensayos en fase II que usan
terapia de calor en todo el cuerpo en combinación con
quimioterapia para tratar a los pacientes de melanoma avanzado.
estos casos se consideraron "débiles" y fueron rechazadas. Lo que no
impediría que siguieran utilizándose distintos métodos para elevar
la temperatura de las células cancerosas, desde electrodos de
radiofrecuencia a la perfusión o transfusiones de sangre
previamente calentada a un determinado órgano afectado por el
cáncer. De hecho, el Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos
está patrocinando actualmente tres ensayos en fase II que usan
terapia de calor en todo el cuerpo en combinación con
quimioterapia para tratar a los pacientes de melanoma avanzado.
Y un estudio publicado en Proceedings of the National Academy
of Sciences en noviembre del pasado año informaba de la
investigación sobre un nuevo método para combatir el cáncer
basado en nanopartículas calentadas e insertadas en el tumor.
Según se explicaba, con la ayuda de un escáner se insertan en el
tumor nanopartículas de un tamaño aproximado de 110 nanómetros
(110.000 millonésimas de metro) fabricadas de sílice y recubiertas
de oro. A continuación se irradia luz sobre la piel que recubre la
zona afectada, las ondas infrarrojas atraviesan la dermis y calientan
las partículas generando -en unos cuatro a seis minutos- la
temperatura suficiente como para dañar las células cancerígenas y
lograr que el tumor no siga creciendo.
of Sciences en noviembre del pasado año informaba de la
investigación sobre un nuevo método para combatir el cáncer
basado en nanopartículas calentadas e insertadas en el tumor.
Según se explicaba, con la ayuda de un escáner se insertan en el
tumor nanopartículas de un tamaño aproximado de 110 nanómetros
(110.000 millonésimas de metro) fabricadas de sílice y recubiertas
de oro. A continuación se irradia luz sobre la piel que recubre la
zona afectada, las ondas infrarrojas atraviesan la dermis y calientan
las partículas generando -en unos cuatro a seis minutos- la
temperatura suficiente como para dañar las células cancerígenas y
lograr que el tumor no siga creciendo.
Otro ejemplo de tratamiento eficaz contra el cáncer es la
utilización de la Hipertermia que producen los aparatos de la
empresa Indiba, completamente distinta de la obtenida por otros
métodos y aparatos ya que logran aumentar la temperatura de la
zona sin que haya aumento de calor. Se trata de sofisticados
aparatos que transforman una energía fría de alta frecuencia
relativa (0,5 Mgh) en un aumento de temperatura interna que no
quema. (vea lo publicado sobre ello nuestra web: www.dsalud.com).
utilización de la Hipertermia que producen los aparatos de la
empresa Indiba, completamente distinta de la obtenida por otros
métodos y aparatos ya que logran aumentar la temperatura de la
zona sin que haya aumento de calor. Se trata de sofisticados
aparatos que transforman una energía fría de alta frecuencia
relativa (0,5 Mgh) en un aumento de temperatura interna que no
quema. (vea lo publicado sobre ello nuestra web: www.dsalud.com).
Obviamente lo que hace Dong está lejos de tan alta tecnología.
Representa la manera ancestral de contemplar la salud y el uso del
calor contra el cáncer. Y, sin embargo, aporta un novedoso punto de
vista: "Todos los cánceres -afirma- se originan en la zona exterior
del organismo para evitar el calor interior. Las células cancerígenas
tienden a migrar hacia las zonas más frías del organismo. Por eso el
corazón y el intestino delgado, órganos calientes, nunca presentan
cáncer. Añadiré además que la mayoría de los enfermos de cáncer
son frioleros y que el estado de los mismos empeora durante las
estaciones frías. Ello se debe a que el frío propicia un crecimiento
rápido del cáncer. Las células tumorales buscan siempre estar lo
más cerca posible del exterior por lo que la aplicación externa de
calor delata su presencia al enrojecerse más que las células sanas,
algo que nos permite obtener una visión certera de la extensión del
mal".
Representa la manera ancestral de contemplar la salud y el uso del
calor contra el cáncer. Y, sin embargo, aporta un novedoso punto de
vista: "Todos los cánceres -afirma- se originan en la zona exterior
del organismo para evitar el calor interior. Las células cancerígenas
tienden a migrar hacia las zonas más frías del organismo. Por eso el
corazón y el intestino delgado, órganos calientes, nunca presentan
cáncer. Añadiré además que la mayoría de los enfermos de cáncer
son frioleros y que el estado de los mismos empeora durante las
estaciones frías. Ello se debe a que el frío propicia un crecimiento
rápido del cáncer. Las células tumorales buscan siempre estar lo
más cerca posible del exterior por lo que la aplicación externa de
calor delata su presencia al enrojecerse más que las células sanas,
algo que nos permite obtener una visión certera de la extensión del
mal".
LAS SEMILLAS DE ALBARICOQUE
Cuando en el propio cuerpo del paciente se ha dibujado el mapa
de su mal con la localización del núcleo central del tumor comienza
la siguiente fase del tratamiento. A partir de ese momento se
comienzan a aplicar diariamente las dos sustancias señaladas
anteriormente en la zona del núcleo. La primera de ellas elaborada
a partir de semillas ricas en vitamina B17 como las de los
albaricoques, melocotones, manzanas y uvas así como en las
almendras amargas y ciertos frutos del Amazonas. Y la segunda, a
partir de plantas coreanas. "Ambas producen la muerte de las raíces
del tejido canceroso -afirma Han- que poco a poco es expulsado del
organismo en forma de pus. Luego, una vez expulsadas las células
cancerosas destruidas, las heridas se cierran solas al igual que
ocurre con cualquier absceso. Debo agregar que ambas sustancias
destruyen exclusivamente las células cancerosas sin dañar en
ningún caso las sanas. Y además se trata de un tratamiento que
carece de efectos secundarios".
Cuando en el propio cuerpo del paciente se ha dibujado el mapa
de su mal con la localización del núcleo central del tumor comienza
la siguiente fase del tratamiento. A partir de ese momento se
comienzan a aplicar diariamente las dos sustancias señaladas
anteriormente en la zona del núcleo. La primera de ellas elaborada
a partir de semillas ricas en vitamina B17 como las de los
albaricoques, melocotones, manzanas y uvas así como en las
almendras amargas y ciertos frutos del Amazonas. Y la segunda, a
partir de plantas coreanas. "Ambas producen la muerte de las raíces
del tejido canceroso -afirma Han- que poco a poco es expulsado del
organismo en forma de pus. Luego, una vez expulsadas las células
cancerosas destruidas, las heridas se cierran solas al igual que
ocurre con cualquier absceso. Debo agregar que ambas sustancias
destruyen exclusivamente las células cancerosas sin dañar en
ningún caso las sanas. Y además se trata de un tratamiento que
carece de efectos secundarios".
Llegados a este punto es importante recordar que los abscesos se
forman generalmente en nuestro organismo por la acción de los
neutrófilos (un determinado tipo de glóbulo blanco) estando
delimitados por unas cápsulas que los aíslan formadas por tejidos,
colágeno, vasos sanguíneos… y neutrófilos. Abceso que desaparece
cuando el pus es expulsado al exterior, momento en el cual
evoluciona hacia la cicatrización, tal y como sostiene Han.
forman generalmente en nuestro organismo por la acción de los
neutrófilos (un determinado tipo de glóbulo blanco) estando
delimitados por unas cápsulas que los aíslan formadas por tejidos,
colágeno, vasos sanguíneos… y neutrófilos. Abceso que desaparece
cuando el pus es expulsado al exterior, momento en el cual
evoluciona hacia la cicatrización, tal y como sostiene Han.
Y, por cierto, esto nos recuerda que según un estudio dirigido por
el investigador español Antonio Bru del que informamos en
Discovery DSALUD en el número anterior los neutrófilos pueden ser
clave en la lucha contra el cáncer al ser capaces -según afirma el
investigador español- de impedir el crecimiento tumoral al
aumentar significativamente su número mediante el adecuado
estímulo del sistema inmune. Así se constató al menos en ratones
en un trabajo realizado por el Centro Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) de España en colaboración con el Hospital Clínico
San Carlos de Madrid.
el investigador español Antonio Bru del que informamos en
Discovery DSALUD en el número anterior los neutrófilos pueden ser
clave en la lucha contra el cáncer al ser capaces -según afirma el
investigador español- de impedir el crecimiento tumoral al
aumentar significativamente su número mediante el adecuado
estímulo del sistema inmune. Así se constató al menos en ratones
en un trabajo realizado por el Centro Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) de España en colaboración con el Hospital Clínico
San Carlos de Madrid.
La verdad es que resulta impresionante contemplar cómo el
tejido canceroso tratado con el método de Han Dong presenta toda la
apariencia de una gran infección -eso sí, sin que se produzcan los
síntomas físicos limitativos de la misma- hasta que de repente, a
través de un poro o de un absceso -de tamaño variable- comienza a
expulsarse pus y, a veces, hasta los restos sólidos del propio tumor.
Nadie mejor que quienes han vivido la experiencia del tratamiento
para recordarlo. "Comenzaron a aplicarme el producto en el tumor
-afirma Lourdes-, es decir, en la lengua, y además tomaba unas
pastillas. A la semana noté ya una mejoría notable y comencé a
comer y a hablar mucho mejor. El tratamiento era diario. Luego, al
mes y medio más o menos, se empezaron a poner negros algunos
trozos de lengua que luego se caían. Eso, para Han, quería decir que
el tumor se estaba muriendo. Y así fue, como se puede comprobar.
Empecé el tratamiento en noviembre de 1993 y en febrero de 1994
me hicieron un escáner cuyo resultado dice: “Exploración que no
muestra en el momento actual restos tumorales y/o adenopatías
metastásicas”".
tejido canceroso tratado con el método de Han Dong presenta toda la
apariencia de una gran infección -eso sí, sin que se produzcan los
síntomas físicos limitativos de la misma- hasta que de repente, a
través de un poro o de un absceso -de tamaño variable- comienza a
expulsarse pus y, a veces, hasta los restos sólidos del propio tumor.
Nadie mejor que quienes han vivido la experiencia del tratamiento
para recordarlo. "Comenzaron a aplicarme el producto en el tumor
-afirma Lourdes-, es decir, en la lengua, y además tomaba unas
pastillas. A la semana noté ya una mejoría notable y comencé a
comer y a hablar mucho mejor. El tratamiento era diario. Luego, al
mes y medio más o menos, se empezaron a poner negros algunos
trozos de lengua que luego se caían. Eso, para Han, quería decir que
el tumor se estaba muriendo. Y así fue, como se puede comprobar.
Empecé el tratamiento en noviembre de 1993 y en febrero de 1994
me hicieron un escáner cuyo resultado dice: “Exploración que no
muestra en el momento actual restos tumorales y/o adenopatías
metastásicas”".
Puede parecer mentira que el proceso no vaya acompañado de
altas fiebres pero así es. "Por supuesto, era incómodo y un poco
doloroso -recuerda Esperanza-. Dong provocó una úlcera artificial
por donde empezó a salir toda la materia mala y pus. Transcurridos
dos meses justos desde el inicio del tratamiento salió todo el núcleo
del tumor dejando un gran agujero. Y ese agujero, lo mismo que se
abrió solo, se cerró solo".
altas fiebres pero así es. "Por supuesto, era incómodo y un poco
doloroso -recuerda Esperanza-. Dong provocó una úlcera artificial
por donde empezó a salir toda la materia mala y pus. Transcurridos
dos meses justos desde el inicio del tratamiento salió todo el núcleo
del tumor dejando un gran agujero. Y ese agujero, lo mismo que se
abrió solo, se cerró solo".
Después sólo queda seguir tratando los efectos secundarios
producidos por el cáncer -o por los tratamientos convencionales-
con las técnicas milenarias de la tradición oriental, desde la
Acupuntura a la Fitoterapia. "Son numerosos los pacientes
sometidos a tratamientos de quimio o radioterapia -nos diría Han-
que han acudido a mi para que les evitara los conocidos efectos
secundarios. Y he aceptado siempre esas peticiones por lo que he
podido constatar muchas veces el éxito de mi tratamiento. De hecho,
prácticamente ninguno de los pacientes tratados presentaron los
temibles efectos secundarios de los tratamientos convencionales".
producidos por el cáncer -o por los tratamientos convencionales-
con las técnicas milenarias de la tradición oriental, desde la
Acupuntura a la Fitoterapia. "Son numerosos los pacientes
sometidos a tratamientos de quimio o radioterapia -nos diría Han-
que han acudido a mi para que les evitara los conocidos efectos
secundarios. Y he aceptado siempre esas peticiones por lo que he
podido constatar muchas veces el éxito de mi tratamiento. De hecho,
prácticamente ninguno de los pacientes tratados presentaron los
temibles efectos secundarios de los tratamientos convencionales".
Las evidencias clínicas son incontestables. Por eso Han Dong
escribió comunicando el éxito de su terapia en casos de cáncer a la
Casa Real, al Presidente del Gobierno, al Ministerio de Sanidad y al
director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, Mariano
Barbacid, tratando de buscar las ayudas necesarias para conseguir
la validación científica de su tratamiento. Como respuesta tuvo sólo
un encuentro con un responsable del Ministerio de Sanidad al que
los testimonios de los pacientes no debieron impresionarle lo
suficiente como para hacer algo. Eso y una carta de Barbacid en la
que éste le dice que será posible la colaboración con el Programa de
Terapias Experimentales "siempre que ustedes nos proporcionen
una documentación basada en publicaciones científicas de
relevancia internacional". Una forma "elegante" de decir NO o de no
enterarse que precisamente eso es lo que pedía Han: la posibilidad
de, a la vista de los resultados conseguidos con pacientes
desesperados, avanzar en la investigación científica.
escribió comunicando el éxito de su terapia en casos de cáncer a la
Casa Real, al Presidente del Gobierno, al Ministerio de Sanidad y al
director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, Mariano
Barbacid, tratando de buscar las ayudas necesarias para conseguir
la validación científica de su tratamiento. Como respuesta tuvo sólo
un encuentro con un responsable del Ministerio de Sanidad al que
los testimonios de los pacientes no debieron impresionarle lo
suficiente como para hacer algo. Eso y una carta de Barbacid en la
que éste le dice que será posible la colaboración con el Programa de
Terapias Experimentales "siempre que ustedes nos proporcionen
una documentación basada en publicaciones científicas de
relevancia internacional". Una forma "elegante" de decir NO o de no
enterarse que precisamente eso es lo que pedía Han: la posibilidad
de, a la vista de los resultados conseguidos con pacientes
desesperados, avanzar en la investigación científica.
En suma, Han tiene la evidencia clínica pero no la "documentación
científica" que avale lo que hace. En cambio, nuestro "ultramoderno"
centro de investigación tiene una abundantísima documentación
científica… que no ha servido para curar un solo caso de cáncer. La
experiencia esta ahí. Los pacientes también. Por tanto, argüir que el
tratamiento carece de "base científica" porque no hay ensayos
protocolizados es una falacia: no los hay porque quienes los pueden
realizar no quieren afrontarlos. Esa es la dura verdad.
científica" que avale lo que hace. En cambio, nuestro "ultramoderno"
centro de investigación tiene una abundantísima documentación
científica… que no ha servido para curar un solo caso de cáncer. La
experiencia esta ahí. Los pacientes también. Por tanto, argüir que el
tratamiento carece de "base científica" porque no hay ensayos
protocolizados es una falacia: no los hay porque quienes los pueden
realizar no quieren afrontarlos. Esa es la dura verdad.
LA POLÉMICA VITAMINA B17
Pero continuemos… Una vez localizado el núcleo del tumor
mediante calor, Han Dong aplica la sustancia elaborada con semillas
ricas en vitamina B17 -también se la conoce como amigdalina y
como laetril-, sustancia químicamente compuesta por dos moléculas
de azúcar, una de benzaldehido y otra de cianuro que, de forma
natural, se encuentra en las semillas de los albaricoques, los
melocotones, las uvas, las cerezas y las manzanas así como en las
almendras amargas, en las hojas del laurel cerezo y en las pepitas
de otros frutos tropicales (se encuentra asimismo, en mayor o
menor proporción, en más de 1.200 plantas).
mediante calor, Han Dong aplica la sustancia elaborada con semillas
ricas en vitamina B17 -también se la conoce como amigdalina y
como laetril-, sustancia químicamente compuesta por dos moléculas
de azúcar, una de benzaldehido y otra de cianuro que, de forma
natural, se encuentra en las semillas de los albaricoques, los
melocotones, las uvas, las cerezas y las manzanas así como en las
almendras amargas, en las hojas del laurel cerezo y en las pepitas
de otros frutos tropicales (se encuentra asimismo, en mayor o
menor proporción, en más de 1.200 plantas).
Ya en la década de los 20 del pasado siglo XX los investigadores
Robert McCarrison y John Dark comprobaron que había una
población donde el cáncer era desconocido, los hunza, que vivían en
la falda de una colina de la localidad paquistaní de Kashmir cercana
al Himalaya. Su población contaba además con un alto promedio de
personas mayores de 100 años. Así que decidieron examinar sus
costumbres y descubrieron que la ingesta de semillas de
albaricoque era algo común entre ellos y que además cocinaban con
el aceite de esas semillas. Luego constatarían que muchas otras
frutas de las que consumían eran ricas en lo que hoy conocemos
como vitamina B17.
Robert McCarrison y John Dark comprobaron que había una
población donde el cáncer era desconocido, los hunza, que vivían en
la falda de una colina de la localidad paquistaní de Kashmir cercana
al Himalaya. Su población contaba además con un alto promedio de
personas mayores de 100 años. Así que decidieron examinar sus
costumbres y descubrieron que la ingesta de semillas de
albaricoque era algo común entre ellos y que además cocinaban con
el aceite de esas semillas. Luego constatarían que muchas otras
frutas de las que consumían eran ricas en lo que hoy conocemos
como vitamina B17.
Estudios posteriores publicados por el especialista británico
Richard MacKarness reforzaron la importancia de la vitamina B17.
MacKarness había decidido investigar si, como algunos científicos
mantenían, la ingesta de carne era realmente tan poco saludable en
todos los casos. Y para ello estudió las costumbres alimenticias
tradicionales de los esquimales y de los indios de Norteamérica ya
que en sus ambientes naturales ambos grupos son principalmente
carnívoros alimentándose de animales salvajes -como el alce y el
caribú- si bien complementan su alimentación con bayas salvajes o
pescado cuando están disponibles.
Richard MacKarness reforzaron la importancia de la vitamina B17.
MacKarness había decidido investigar si, como algunos científicos
mantenían, la ingesta de carne era realmente tan poco saludable en
todos los casos. Y para ello estudió las costumbres alimenticias
tradicionales de los esquimales y de los indios de Norteamérica ya
que en sus ambientes naturales ambos grupos son principalmente
carnívoros alimentándose de animales salvajes -como el alce y el
caribú- si bien complementan su alimentación con bayas salvajes o
pescado cuando están disponibles.
Pues bien, la conclusión principal expuesta por MacKarness en su
libro "Comen grasa y crecen delgados" es que en esos pueblos no
existe la obesidad. Y lo más importante: ni los esquimales ni los
indios que viven en sus ambientes naturales y comen sus comidas
tradicionales han tenido nunca cáncer o padecido enfermedades del
corazón. Exactamente igual que los hunza del Himalaya. A pesar de
que los esquimales y los indios norteamericanos son carnívoros en
lugar de vegetarianos. ¿Y cuál era el factor común más probable?
Pues precisamente la vitamina B17. Resulta que el caribú, por
ejemplo, contiene 15.000 mg. por kilo de nitriloside, fuente
primaria de B17. Y otras comidas comunes a todos esos pueblos
contienen también grandes cantidades de la misma vitamina.
libro "Comen grasa y crecen delgados" es que en esos pueblos no
existe la obesidad. Y lo más importante: ni los esquimales ni los
indios que viven en sus ambientes naturales y comen sus comidas
tradicionales han tenido nunca cáncer o padecido enfermedades del
corazón. Exactamente igual que los hunza del Himalaya. A pesar de
que los esquimales y los indios norteamericanos son carnívoros en
lugar de vegetarianos. ¿Y cuál era el factor común más probable?
Pues precisamente la vitamina B17. Resulta que el caribú, por
ejemplo, contiene 15.000 mg. por kilo de nitriloside, fuente
primaria de B17. Y otras comidas comunes a todos esos pueblos
contienen también grandes cantidades de la misma vitamina.
Esa es la razón de que comenzara a utilizarse como
anticancerígeno en la década de los 50. De hecho, más de 70.000
personas fueron tratadas con esa vitamina en Estados Unidos en la
década de los 70 tanto en monoterapia como en combinación con un
programa de la llamada Terapia Metabólica que no es sino una dieta
especial que se complementa con altas dosis de vitaminas y enzimas
pancreáticas. Su fama aumentaría luego notablemente al ser
respaldada su eficacia por numerosos estudios científicos.
anticancerígeno en la década de los 50. De hecho, más de 70.000
personas fueron tratadas con esa vitamina en Estados Unidos en la
década de los 70 tanto en monoterapia como en combinación con un
programa de la llamada Terapia Metabólica que no es sino una dieta
especial que se complementa con altas dosis de vitaminas y enzimas
pancreáticas. Su fama aumentaría luego notablemente al ser
respaldada su eficacia por numerosos estudios científicos.
Hasta que, de improviso, comenzaron a aparecer otros estudios
-duramente criticados por su falta de rigor- que desvirtuaron todas
sus posibilidades terapéuticas y, paralelamente, empezaron a
circular historias sobre "muertes por envenenamiento". Algo que
llevaría a intervenir a la FDA argumentando que como "no había
pruebas concluyentes" sobre sus posibilidades y, sin embargo, había
dudas razonables sobre su seguridad se prohibía su aplicación como
tratamiento médico. ¿La excusa? Que el contenido de cianuro de las
semillas podía ser la que confiriera a la sustancia su presunto
carácter tóxico.
-duramente criticados por su falta de rigor- que desvirtuaron todas
sus posibilidades terapéuticas y, paralelamente, empezaron a
circular historias sobre "muertes por envenenamiento". Algo que
llevaría a intervenir a la FDA argumentando que como "no había
pruebas concluyentes" sobre sus posibilidades y, sin embargo, había
dudas razonables sobre su seguridad se prohibía su aplicación como
tratamiento médico. ¿La excusa? Que el contenido de cianuro de las
semillas podía ser la que confiriera a la sustancia su presunto
carácter tóxico.
Obviamente, fueron muchos los investigadores que denunciaron
inmediatamente que detrás de esa prohibición sólo se ocultaba -una
vez más- la defensa de los intereses de las multinacionales ya que
se trata de un producto anticancerígeno no patentable al proceder
de semillas naturales. Y apareció también la intimidación. Uno de
los casos más conocidos fue la persecución llevada a cabo en
California contra el doctor John A. Richardson, que él mismo
recogería en su libro "Laetrile Case Histories: The Richardson Cancer
Clinic Experience" (Bantam Books 1977).
inmediatamente que detrás de esa prohibición sólo se ocultaba -una
vez más- la defensa de los intereses de las multinacionales ya que
se trata de un producto anticancerígeno no patentable al proceder
de semillas naturales. Y apareció también la intimidación. Uno de
los casos más conocidos fue la persecución llevada a cabo en
California contra el doctor John A. Richardson, que él mismo
recogería en su libro "Laetrile Case Histories: The Richardson Cancer
Clinic Experience" (Bantam Books 1977).
Resulta que Richardson había usado por primera vez la vitamina
B17 con la hermana de una de sus enfermeras que padecía un
melanoma maligno avanzado en el brazo y a la que habían dado 6
semanas de vida (algo más si se decidía por la amputación). "Le
administramos amigdalina (vitamina B17) casi inmediatamente
-escribe Richardson- y las lesiones empezaron a sanar. Al punto de
que a los dos meses el brazo había vuelto a la normalidad".
B17 con la hermana de una de sus enfermeras que padecía un
melanoma maligno avanzado en el brazo y a la que habían dado 6
semanas de vida (algo más si se decidía por la amputación). "Le
administramos amigdalina (vitamina B17) casi inmediatamente
-escribe Richardson- y las lesiones empezaron a sanar. Al punto de
que a los dos meses el brazo había vuelto a la normalidad".
Como era de esperar, su pequeña clínica se convirtió en el lugar
más concurrido del barrio… hasta el 2 de junio de 1972. Porque ese
día, según puede leerse en el libro, "¡Diez agentes uniformados con
armas irrumpieron en la clínica, empujaron al doctor contra la
pared y comenzaron a registrar todo! Después, las “cámaras de
televisión invitadas” pasaron y dos enfermeras fueron detenidas. La
niña pequeña que estaba tratándose en aquel momento tuvo que
ser enviada a casa y murió tres días después. Queda la duda en mi
mente de si esa muerte podría haberse pospuesto o incluso haberse
evitado si no hubiera sido por el registro." ¿Le suena este tipo de
actuación, amigo lector?
más concurrido del barrio… hasta el 2 de junio de 1972. Porque ese
día, según puede leerse en el libro, "¡Diez agentes uniformados con
armas irrumpieron en la clínica, empujaron al doctor contra la
pared y comenzaron a registrar todo! Después, las “cámaras de
televisión invitadas” pasaron y dos enfermeras fueron detenidas. La
niña pequeña que estaba tratándose en aquel momento tuvo que
ser enviada a casa y murió tres días después. Queda la duda en mi
mente de si esa muerte podría haberse pospuesto o incluso haberse
evitado si no hubiera sido por el registro." ¿Le suena este tipo de
actuación, amigo lector?
También usaron la mentira. Según escribió en Acres Magazine
(1978) el doctor Harold Manner, tras una conferencia suya en el
estado de Nueva York sobre la eficacia del Laetrile -nombre de un
fármaco registrado que contenía laetril- un hombre se puso de pie y
le dijo: "Dr. Manner, ¿cómo puede usted hacer afirmaciones como
esas cuando la FDA está diciendo lo contrario?". Manner recuerda en
el artículo que le contestó que las afirmaciones de la FDA eran
mentira a lo que su interlocutor replicó haciendo referencia a la foto
de una pequeña: "Mire a esta muchacha -dijo-. Tomó las pastillas de
Laetrile de su padre y murió envenenada por el cianuro". Cuenta
Manner que entonces una señora se puso de pie y le pidió permiso
para contestar a la pregunta. "Dr. Manner, ¿me permite responder a
mi a la pregunta? Creo que estoy capacitada para ello porque soy la
madre de esa niña. Ella nunca tocó las pastillas de Laetrile de su
padre. Lo que ocurrió fue que el doctor que la atendió, al saber que
su padre tomaba Laetrile, escribió: “Posible envenenamiento por
cianuro”. Así que en el hospital usaron un antídoto contra el
cianuro… y eso fue lo que la mató".
(1978) el doctor Harold Manner, tras una conferencia suya en el
estado de Nueva York sobre la eficacia del Laetrile -nombre de un
fármaco registrado que contenía laetril- un hombre se puso de pie y
le dijo: "Dr. Manner, ¿cómo puede usted hacer afirmaciones como
esas cuando la FDA está diciendo lo contrario?". Manner recuerda en
el artículo que le contestó que las afirmaciones de la FDA eran
mentira a lo que su interlocutor replicó haciendo referencia a la foto
de una pequeña: "Mire a esta muchacha -dijo-. Tomó las pastillas de
Laetrile de su padre y murió envenenada por el cianuro". Cuenta
Manner que entonces una señora se puso de pie y le pidió permiso
para contestar a la pregunta. "Dr. Manner, ¿me permite responder a
mi a la pregunta? Creo que estoy capacitada para ello porque soy la
madre de esa niña. Ella nunca tocó las pastillas de Laetrile de su
padre. Lo que ocurrió fue que el doctor que la atendió, al saber que
su padre tomaba Laetrile, escribió: “Posible envenenamiento por
cianuro”. Así que en el hospital usaron un antídoto contra el
cianuro… y eso fue lo que la mató".
Sin embargo, aquella falsa atribución de la muerte de la niña al
uso del Laetrile siguió apareciendo y se convirtió en una más de las
leyendas negras que condujeron a su enterramiento… que no
ilegalización porque el hecho de que la FDA la haya prohibido como
fármaco no la convierte en ilegal en Estados Unidos. Y es que
afortunadamente el apoyo a la vitamina B17 no desaparecería
porque no toda la comunidad científica se calló ante tamaño
atropello.
uso del Laetrile siguió apareciendo y se convirtió en una más de las
leyendas negras que condujeron a su enterramiento… que no
ilegalización porque el hecho de que la FDA la haya prohibido como
fármaco no la convierte en ilegal en Estados Unidos. Y es que
afortunadamente el apoyo a la vitamina B17 no desaparecería
porque no toda la comunidad científica se calló ante tamaño
atropello.
Dean Buró -cuya lista de menciones, honores y premios por sus
trabajos bioquímicos y de investigación contra el cáncer debería
hacer palidecer a quienes se limitan a leer la literatura oficial-, jefe
del Departamento de Hidroquímica del Instituto Nacional del Cáncer
en Estados Unidos durante más de 17 años, tras analizar
detenidamente el acta sobre la vitamina B17 de la FDA, declararía
que, atendiendo al conocimiento científico acumulado sobre ella,
"debía ser científicamente considerada un nutriente, una vitamina"
y no un fármaco. Añadiendo incluso que era "mejor que cualquier
otra solución utilizada para el cáncer" hasta el punto de que sería lo
único que él utilizaría si algún día tuviera que afrontar esa
enfermedad.
trabajos bioquímicos y de investigación contra el cáncer debería
hacer palidecer a quienes se limitan a leer la literatura oficial-, jefe
del Departamento de Hidroquímica del Instituto Nacional del Cáncer
en Estados Unidos durante más de 17 años, tras analizar
detenidamente el acta sobre la vitamina B17 de la FDA, declararía
que, atendiendo al conocimiento científico acumulado sobre ella,
"debía ser científicamente considerada un nutriente, una vitamina"
y no un fármaco. Añadiendo incluso que era "mejor que cualquier
otra solución utilizada para el cáncer" hasta el punto de que sería lo
único que él utilizaría si algún día tuviera que afrontar esa
enfermedad.
También denunciaría lo ocurrido Ralph Moss, actualmente uno de
los mayores defensores de las terapias alternativas contra el cáncer.
Moss fue despedido en 1977 de su cargo de Jefe de Relaciones
Públicas del Sloan Memorial Kettering Institute -considerado uno de
los centros de referencia en la investigación contra el cáncer y
cuyos estudios sirvieron para intentar enterrar el Laetrile- "por no
cumplir -afirma él mismo- con la más básica responsabilidad en el
trabajo: mentir cuando tu jefe te lo dice". Moss declaró sobre las
investigaciones realizadas con el Laetrile: "Básicamente los
resultados estaban siendo positivos pero nosotros, en público,
estuvimos diciendo que eran negativos. Y así durante 3 años."
los mayores defensores de las terapias alternativas contra el cáncer.
Moss fue despedido en 1977 de su cargo de Jefe de Relaciones
Públicas del Sloan Memorial Kettering Institute -considerado uno de
los centros de referencia en la investigación contra el cáncer y
cuyos estudios sirvieron para intentar enterrar el Laetrile- "por no
cumplir -afirma él mismo- con la más básica responsabilidad en el
trabajo: mentir cuando tu jefe te lo dice". Moss declaró sobre las
investigaciones realizadas con el Laetrile: "Básicamente los
resultados estaban siendo positivos pero nosotros, en público,
estuvimos diciendo que eran negativos. Y así durante 3 años."
Otro de los científicos que decidió no guardar silencio fue
Kanematsu Sugiura, uno de los investigadores más respetados en su
época a nivel mundial hasta el punto de que el Dr. Chester Stock,
director del Departamento de Investigación del Sloan Memorial
Kettering Institute, llegó a escribir de él: "Posiblemente la alta
consideración que su trabajo merece como mejor se resume es con
un comentario que me hizo un investigador ruso sobre el cáncer. Me
dijo: “Cuando Sugiura publica, nosotros sabemos que no tenemos que
repetir el estudio porque obtendríamos los mismos resultados que
él”".
Kanematsu Sugiura, uno de los investigadores más respetados en su
época a nivel mundial hasta el punto de que el Dr. Chester Stock,
director del Departamento de Investigación del Sloan Memorial
Kettering Institute, llegó a escribir de él: "Posiblemente la alta
consideración que su trabajo merece como mejor se resume es con
un comentario que me hizo un investigador ruso sobre el cáncer. Me
dijo: “Cuando Sugiura publica, nosotros sabemos que no tenemos que
repetir el estudio porque obtendríamos los mismos resultados que
él”".
Pues bien, el doctor Sugiura supo estar a la altura de su prestigio.
El 15 de junio de 1977 el Sloan Memorial Kettering Institute
convocó una rueda de prensa -a la que acudieron más de 150
periodistas y una docena de cadenas de televisión- para dar a
conocer el veredicto del centro sobre el Laetrile. Iniciado el acto,
tomaría la palabra el doctor Robert Good quien, después de realizar
unos comentarios generales de descalificación del Laetrile, pasaría
el micrófono al doctor Chester Stock. Éste lo tomó y, sin dar la
oportunidad de hablar a Sugiera, presente en la mesa, dijo ante la
prensa: "No se ha encontrado en el Laetrile ningún efecto
preventivo, ni capaz de retrasar el crecimiento tumoral, ni
antimetastático, ni ninguna actividad curativa anticancerígena. No
nos queda nada más que cerrar el libro del Laetrile".
El 15 de junio de 1977 el Sloan Memorial Kettering Institute
convocó una rueda de prensa -a la que acudieron más de 150
periodistas y una docena de cadenas de televisión- para dar a
conocer el veredicto del centro sobre el Laetrile. Iniciado el acto,
tomaría la palabra el doctor Robert Good quien, después de realizar
unos comentarios generales de descalificación del Laetrile, pasaría
el micrófono al doctor Chester Stock. Éste lo tomó y, sin dar la
oportunidad de hablar a Sugiera, presente en la mesa, dijo ante la
prensa: "No se ha encontrado en el Laetrile ningún efecto
preventivo, ni capaz de retrasar el crecimiento tumoral, ni
antimetastático, ni ninguna actividad curativa anticancerígena. No
nos queda nada más que cerrar el libro del Laetrile".
Entonces, inesperadamente, un periodista gritó: "Doctor
Kenamatsu, ¿sigue usted sosteniendo su creencia de que el Laetrile
detiene el crecimiento del cáncer?". Y tras un silencio que les debió
resultar eterno tanto a los periodistas como a los médicos
parapetados tras la mesa que presidía el acto, el doctor Sugiera, con
calma y mirando a los ojos del periodista, contestó: "Lo sigo
sosteniendo". Lo afirmaba el investigador sobre cáncer más
preeminente de Estados Unidos y probablemente del mundo en ese
momento. A partir de aquel día muchos trataron de encerrarle en el
anonimato pero sus conclusiones perduran. Y éstas son que la
vitamina B17 :
Kenamatsu, ¿sigue usted sosteniendo su creencia de que el Laetrile
detiene el crecimiento del cáncer?". Y tras un silencio que les debió
resultar eterno tanto a los periodistas como a los médicos
parapetados tras la mesa que presidía el acto, el doctor Sugiera, con
calma y mirando a los ojos del periodista, contestó: "Lo sigo
sosteniendo". Lo afirmaba el investigador sobre cáncer más
preeminente de Estados Unidos y probablemente del mundo en ese
momento. A partir de aquel día muchos trataron de encerrarle en el
anonimato pero sus conclusiones perduran. Y éstas son que la
vitamina B17 :
1) Inhibe el crecimiento de tumores.
2) Ha demostrado en ratones evitar las metástasis.
3) Disminuye el dolor.
4) Previene el cáncer; y,
5) Mejora la salud general.
2) Ha demostrado en ratones evitar las metástasis.
3) Disminuye el dolor.
4) Previene el cáncer; y,
5) Mejora la salud general.
Las mismas propiedades de las que se vienen beneficiando las
personas que siguen el tratamiento de Han Dong desde hace años.
personas que siguen el tratamiento de Han Dong desde hace años.
ACCIÓN ANTICANCERÍGENA
Cabe agregar que, según sus defensores, el efecto positivo de la
vitamina B17 sobre las células tumorales puede deberse a distintas
causas. En todo caso, su efectividad se achaca fundamentalmente a
la acción del cianuro en la célula maligna. Y es que la vitamina B17
elimina las células cancerosas sin afectar a las sanas debido a la
acción de dos enzimas: la beta-glucosidasa y la rodanasa. Según los
científicos -algo que los detractores de esta vitamina niegan- la
primera se encarga de liberar la molécula natural del cianuro de la
vitamina en las células mientras la segunda se encarga de
neutralizar su efecto tóxico convirtiéndola en thiocianato. Y así
sucede en las células sanas. Sin embargo, en las células cancerosas
no existe la enzima rodanasa y, en consecuencia, el cianuro la
destruye al eliminar el oxígeno de su interior. Tal es la razón de que
sea inocua para las células sanas y mortal para las cancerosas.
vitamina B17 sobre las células tumorales puede deberse a distintas
causas. En todo caso, su efectividad se achaca fundamentalmente a
la acción del cianuro en la célula maligna. Y es que la vitamina B17
elimina las células cancerosas sin afectar a las sanas debido a la
acción de dos enzimas: la beta-glucosidasa y la rodanasa. Según los
científicos -algo que los detractores de esta vitamina niegan- la
primera se encarga de liberar la molécula natural del cianuro de la
vitamina en las células mientras la segunda se encarga de
neutralizar su efecto tóxico convirtiéndola en thiocianato. Y así
sucede en las células sanas. Sin embargo, en las células cancerosas
no existe la enzima rodanasa y, en consecuencia, el cianuro la
destruye al eliminar el oxígeno de su interior. Tal es la razón de que
sea inocua para las células sanas y mortal para las cancerosas.
Existe en cualquier caso una segunda explicación sobre la
actividad anticancerígena de esa vitamina que va más allá de su
interferencia en la utilización de oxígeno por las células. Según esta
teoría el cianuro aumenta el volumen ácido de los tumores lo que
provoca la destrucción de las membranas de los lisosomas
(compartimentos del interior de las células que contienen enzimas
capaces de digerir otras moléculas y que si son liberadas son
capaces de destruir la propia célula). Destrucción de las membranas
que lleva a los lisosomas afectados a liberar las enzimas que
contienen y, como consecuencia, las células cancerígenas mueren.
Otra forma de provocar la ruptura del lisosoma es estimular el
sistema inmune.
actividad anticancerígena de esa vitamina que va más allá de su
interferencia en la utilización de oxígeno por las células. Según esta
teoría el cianuro aumenta el volumen ácido de los tumores lo que
provoca la destrucción de las membranas de los lisosomas
(compartimentos del interior de las células que contienen enzimas
capaces de digerir otras moléculas y que si son liberadas son
capaces de destruir la propia célula). Destrucción de las membranas
que lleva a los lisosomas afectados a liberar las enzimas que
contienen y, como consecuencia, las células cancerígenas mueren.
Otra forma de provocar la ruptura del lisosoma es estimular el
sistema inmune.
Cabe añadir que al parecer también el benzaldehido presente en
la amigdalina o vitamina B17 tiene propiedades anticancerígenas.
Tanto en 1985 el doctor M. Kochi como en 1990 el doctor
Tatsumura presentaron ya significativos resultados sobre las
posibilidades de esta sustancia en el tratamiento antitumoral.
la amigdalina o vitamina B17 tiene propiedades anticancerígenas.
Tanto en 1985 el doctor M. Kochi como en 1990 el doctor
Tatsumura presentaron ya significativos resultados sobre las
posibilidades de esta sustancia en el tratamiento antitumoral.
UNOS TANTO Y OTROS TAN POCO
Claro que mientras la B17/laetril/agmidalina es vilipendiada y
los terapeutas que la utilizan son ignorados -cuando no
perseguidos- las grandes multinacionales investigan sobre ella. Hace
ahora algo más de dos años el editor científico del diario británico
Independent se hacía eco en estos términos de una investigación
hoy todavía abierta y en desarrollo: "Balas mágicas de cianuro
matarán las células cancerígenas". La información comenzaba así:
"Los pacientes del cáncer del futuro serán tratados con una
poderosa “bala mágica” que atacará los tumores con un cóctel de
cianuro derivado de la yuca".
Claro que mientras la B17/laetril/agmidalina es vilipendiada y
los terapeutas que la utilizan son ignorados -cuando no
perseguidos- las grandes multinacionales investigan sobre ella. Hace
ahora algo más de dos años el editor científico del diario británico
Independent se hacía eco en estos términos de una investigación
hoy todavía abierta y en desarrollo: "Balas mágicas de cianuro
matarán las células cancerígenas". La información comenzaba así:
"Los pacientes del cáncer del futuro serán tratados con una
poderosa “bala mágica” que atacará los tumores con un cóctel de
cianuro derivado de la yuca".
La investigación, llevada a cabo en el Imperial College de Londres
y dirigida por el doctor Mahendra Deonarain en fase II, pretende
-se explicaba- desarrollar un medicamento a partir de la técnica
usada por algunas plantas que liberan cianuro para defenderse del
ataque de algunos insectos. La planta de la yuca -también conocida
como mandioca-, el almendro y la hortensia poseen una enzima que
produce cianuro cuando entra en contacto con una determinada
molécula de azúcar. Normalmente las plantas almacenan separadas
la enzima y el azúcar, y sólo las juntan cuando una plaga les ataca.
y dirigida por el doctor Mahendra Deonarain en fase II, pretende
-se explicaba- desarrollar un medicamento a partir de la técnica
usada por algunas plantas que liberan cianuro para defenderse del
ataque de algunos insectos. La planta de la yuca -también conocida
como mandioca-, el almendro y la hortensia poseen una enzima que
produce cianuro cuando entra en contacto con una determinada
molécula de azúcar. Normalmente las plantas almacenan separadas
la enzima y el azúcar, y sólo las juntan cuando una plaga les ataca.
Pues bien, los científicos del Imperial College han aislado la
enzima y lo que tratan ahora es de unirla a un anticuerpo que
permita, inyectándola en el organismo, hacerla llegar hasta el
tumor. Entonces se introduciría un segundo medicamento
conteniendo el azúcar a fin de que reaccione con la enzima para
liberar el cianuro cerca del tumor y eliminar así las células
cancerígenas. El doctor Mahendra Deonarain afirmaría que el
sistema sería tan específico que sólo los tumores designados se
expondrían al cianuro. Cabe añadir que en las pruebas realizadas en
laboratorio con células procedentes de cáncer de vejiga se constató
que mientras se destruyen las cancerígenas… las sanas no resultan
afectadas.
enzima y lo que tratan ahora es de unirla a un anticuerpo que
permita, inyectándola en el organismo, hacerla llegar hasta el
tumor. Entonces se introduciría un segundo medicamento
conteniendo el azúcar a fin de que reaccione con la enzima para
liberar el cianuro cerca del tumor y eliminar así las células
cancerígenas. El doctor Mahendra Deonarain afirmaría que el
sistema sería tan específico que sólo los tumores designados se
expondrían al cianuro. Cabe añadir que en las pruebas realizadas en
laboratorio con células procedentes de cáncer de vejiga se constató
que mientras se destruyen las cancerígenas… las sanas no resultan
afectadas.
Es decir, el punto de partida de esta investigación es hacer llegar
a la zona del tumor el cianuro natural de algunos frutos porque no
resulta tóxico para las células sanas pero es mortal para las células
cancerígenas. Lo que nos deja perplejos. Pero, ¿no decía la FDA que
todo eso carece de sentido? Claro que todo se explica cuando se
averigua que quien está desarrollando este proyecto es la compañía
biotecnológica británica Antisoma, aliada al grupo farmacéutico
Roche. Y que en el momento del acuerdo entre ambas compañías
-suscrito en noviembre del 2002- se calculara ya en 500 millones
de dólares los ingresos que podrían producir los nuevos
medicamentos oncológicos en estudio… entre ellos el mencionado. Lo
de siempre: cuando no se puede patentar el producto se retira
alegando peligrosidad y se patenta el "procedimiento". Y si mientras
mueren millones de personas, qué le vamos a hacer…
a la zona del tumor el cianuro natural de algunos frutos porque no
resulta tóxico para las células sanas pero es mortal para las células
cancerígenas. Lo que nos deja perplejos. Pero, ¿no decía la FDA que
todo eso carece de sentido? Claro que todo se explica cuando se
averigua que quien está desarrollando este proyecto es la compañía
biotecnológica británica Antisoma, aliada al grupo farmacéutico
Roche. Y que en el momento del acuerdo entre ambas compañías
-suscrito en noviembre del 2002- se calculara ya en 500 millones
de dólares los ingresos que podrían producir los nuevos
medicamentos oncológicos en estudio… entre ellos el mencionado. Lo
de siempre: cuando no se puede patentar el producto se retira
alegando peligrosidad y se patenta el "procedimiento". Y si mientras
mueren millones de personas, qué le vamos a hacer…
NO SIEMPRE EL VENENO MATA
Debemos agregar que el uso de sustancias tóxicas -como los
venenos de serpientes y arácnidos- en el tratamiento de
enfermedades es consustancial a la medicina tradicional y ocupaba
un lugar preeminente en muchos lugares y civilizaciones… hasta la
imposición de la cultura del medicamento. Hace décadas, por
ejemplo, que la Homeopatía los tiene incluidos en su arsenal
terapéutico. Y son muchos los laboratorios y centros que
actualmente investigan todas sus posibilidades.
venenos de serpientes y arácnidos- en el tratamiento de
enfermedades es consustancial a la medicina tradicional y ocupaba
un lugar preeminente en muchos lugares y civilizaciones… hasta la
imposición de la cultura del medicamento. Hace décadas, por
ejemplo, que la Homeopatía los tiene incluidos en su arsenal
terapéutico. Y son muchos los laboratorios y centros que
actualmente investigan todas sus posibilidades.
En abril del 2002 la revista Clinical Cancer Research -órgano
oficial del American College of Clinical Cancer Research de Estados
Unidos- publicó por ejemplo los resultados de una investigación
realizada a finales de los años 90 en Paraná (Argentina) sobre los
efectos de la crotoxina -veneno extraído del crótalo- en la cura del
cáncer. Y en sus conclusiones se especifica que la droga demostró
estadísticamente en casi el 80% de los pacientes oncológicos
tratados experimentalmente una disminución o desaparición de los
dolores así como un mayor bienestar general de los pacientes. La
revista norteamericana sometió el trabajo de los científicos
argentinos a una evaluación en la que, debido a la especificidad del
tema, participaron también como consultores investigadores del
Laboratorio de Investigaciones del Massachussets General Hospital
de Boston (perteneciente a la Universidad de Harvard). Pues bien,
tras un detallado análisis la revista decidió publicar el trabajo con el
título "Fase I. Estudio farmacocinético de la crotoxina en pacientes
con cáncer avanzado".
oficial del American College of Clinical Cancer Research de Estados
Unidos- publicó por ejemplo los resultados de una investigación
realizada a finales de los años 90 en Paraná (Argentina) sobre los
efectos de la crotoxina -veneno extraído del crótalo- en la cura del
cáncer. Y en sus conclusiones se especifica que la droga demostró
estadísticamente en casi el 80% de los pacientes oncológicos
tratados experimentalmente una disminución o desaparición de los
dolores así como un mayor bienestar general de los pacientes. La
revista norteamericana sometió el trabajo de los científicos
argentinos a una evaluación en la que, debido a la especificidad del
tema, participaron también como consultores investigadores del
Laboratorio de Investigaciones del Massachussets General Hospital
de Boston (perteneciente a la Universidad de Harvard). Pues bien,
tras un detallado análisis la revista decidió publicar el trabajo con el
título "Fase I. Estudio farmacocinético de la crotoxina en pacientes
con cáncer avanzado".
Curiosamente, la investigación fue suspendida por "falta de
fondos". Y una vez más, en un paralelismo que ya no debería
pasarnos por alto porque ¿cuántas veces faltan fondos públicos para
una determinada investigación… precisamente cuando grandes
laboratorios farmacéuticos se afanan en investigaciones similares en
otras partes del mundo?
fondos". Y una vez más, en un paralelismo que ya no debería
pasarnos por alto porque ¿cuántas veces faltan fondos públicos para
una determinada investigación… precisamente cuando grandes
laboratorios farmacéuticos se afanan en investigaciones similares en
otras partes del mundo?
A ningún investigador mínimamente preparado se le escapa que
el veneno de las serpientes es una enorme fuente de enzimas y
proteínas cuyo análisis aun no está completo; y claro está, a ningún
laboratorio. De hecho, algunos -como la empresa farmacéutica suiza
Pentapharm- están volcados en la obtención de esas proteínas y
enzimas. Así, desde 1975 trabaja en Brasil donde en 1981 instaló en
Uberlandia (Minas Gerais) el mayor serpentario del mundo con unas
10.000 víboras (Bothrops moojeni). Reptiles de los que los expertos
de la empresa extraen una albúmina que hoy se emplea para tratar
las trombosis y como calmante en casos de hemorragias. Bueno,
pues según sus propios técnicos el veneno de esas serpientes
contiene otras 200 sustancias terapéuticamente interesantes.
el veneno de las serpientes es una enorme fuente de enzimas y
proteínas cuyo análisis aun no está completo; y claro está, a ningún
laboratorio. De hecho, algunos -como la empresa farmacéutica suiza
Pentapharm- están volcados en la obtención de esas proteínas y
enzimas. Así, desde 1975 trabaja en Brasil donde en 1981 instaló en
Uberlandia (Minas Gerais) el mayor serpentario del mundo con unas
10.000 víboras (Bothrops moojeni). Reptiles de los que los expertos
de la empresa extraen una albúmina que hoy se emplea para tratar
las trombosis y como calmante en casos de hemorragias. Bueno,
pues según sus propios técnicos el veneno de esas serpientes
contiene otras 200 sustancias terapéuticamente interesantes.
Es más, según una información publicada por la agencia suiza
Swissinfo el pasado 27 de febrero, uno de sus investigadores
-Michael Janssen- ha informado que la firma está preparando un
medicamento que podría eliminar las metástasis cancerígenas ya
que ciertos componentes del veneno evitan la formación de nuevas
vías sanguíneas necesarias para la proliferación de las células
cancerosas. No parece que la aparente toxicidad sea en esta ocasión
una barrera insalvable.
Swissinfo el pasado 27 de febrero, uno de sus investigadores
-Michael Janssen- ha informado que la firma está preparando un
medicamento que podría eliminar las metástasis cancerígenas ya
que ciertos componentes del veneno evitan la formación de nuevas
vías sanguíneas necesarias para la proliferación de las células
cancerosas. No parece que la aparente toxicidad sea en esta ocasión
una barrera insalvable.
LA SOLITARIA LUCHA DE HAN DONG
Obviamente, Han Dong permanece al margen de todo esto. De las
batallas legales, de los movimientos de los grandes laboratorios por
crear artificialmente lo que otros obtienen directamente de la
naturaleza… Sólo le interesa el bienestar de sus pacientes y para
ello viaja por todo el mundo a fin de buscar las semillas con las que
se elaboran los productos que usa y poder seguir atendiendo las
peticiones de ayuda que recibe. Esperando obtener algún día
-ingenuamente, a nuestro juicio- respuesta a su petición de apoyo
institucional. Y eso que su propuesta a las autoridades es sencilla:
buscar en los hospitales públicos enfermos de cáncer que deseen
someterse voluntariamente a su tratamiento tras explicarles
previamente todo el proceso. Demostrar, antes de iniciarlo, que no
hay peligro alguno para lo que Han Dong se ofrece a tomar cada día
el triple de la cantidad del producto que tomen los pacientes. Luego
basta que la Administración designe a los profesionales que sigan el
ensayo y certifiquen los resultados.
batallas legales, de los movimientos de los grandes laboratorios por
crear artificialmente lo que otros obtienen directamente de la
naturaleza… Sólo le interesa el bienestar de sus pacientes y para
ello viaja por todo el mundo a fin de buscar las semillas con las que
se elaboran los productos que usa y poder seguir atendiendo las
peticiones de ayuda que recibe. Esperando obtener algún día
-ingenuamente, a nuestro juicio- respuesta a su petición de apoyo
institucional. Y eso que su propuesta a las autoridades es sencilla:
buscar en los hospitales públicos enfermos de cáncer que deseen
someterse voluntariamente a su tratamiento tras explicarles
previamente todo el proceso. Demostrar, antes de iniciarlo, que no
hay peligro alguno para lo que Han Dong se ofrece a tomar cada día
el triple de la cantidad del producto que tomen los pacientes. Luego
basta que la Administración designe a los profesionales que sigan el
ensayo y certifiquen los resultados.
El Gobierno del Partido Popular no le hizo ningún caso. En sus
manos tiene pues la Administración socialista, si busca de verdad el
beneficio social y la reducción de los gastos farmacéuticos, abrir
nuevas vías que se apoyen también en la evidencia clínica y no sólo
en "trabajos científicos" sin resultado real práctico alguno. Pero si
-como pensamos- existe un poder que claramente trasciende las
ideologías políticas y condiciona en todo el mundo cualquier
decisión en el ámbito de la salud… ni Han Dong ni otros como él
verán cumplir su sueño. Aunque millones de personas sigan
muriendo por esa causa cada año.
manos tiene pues la Administración socialista, si busca de verdad el
beneficio social y la reducción de los gastos farmacéuticos, abrir
nuevas vías que se apoyen también en la evidencia clínica y no sólo
en "trabajos científicos" sin resultado real práctico alguno. Pero si
-como pensamos- existe un poder que claramente trasciende las
ideologías políticas y condiciona en todo el mundo cualquier
decisión en el ámbito de la salud… ni Han Dong ni otros como él
verán cumplir su sueño. Aunque millones de personas sigan
muriendo por esa causa cada año.
www.dsalud.com
Enviado por Gisela Neumann
<[email protected]>
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