Desde el principio de los tiempos, movimientos sagrados,
canciones e historias han juntado a la gente durante los tiempos de
celebración de las estaciones o como parte de la vida diaria, de los
ritos de pasaje, meditación etc… Las Danzas de Paz Universal son
parte de esa tradición eterna de las Danzas Sagradas.
Así como en esas tradiciones místicas, las Danzas usan música
simple, palabras y movimientos que tocan la esencia espiritual
dentro de nosotros y de los otros. No se necesita ninguna
experiencia previa musical o de danza para participar, todos son
bienvenidos a integrarse.
simple, palabras y movimientos que tocan la esencia espiritual
dentro de nosotros y de los otros. No se necesita ninguna
experiencia previa musical o de danza para participar, todos son
bienvenidos a integrarse.
Participación, no presentación, es el enfoque. No se requiere un
traje especial , aunque lo mejor es traer ropas suelta y confortable.
Los participantes se toman de las manos formando un círculo con el
conductor de la danza y los otros músicos permanecen en el centro.
Durante la velada el conductor enseña al grupo las palabras, la
melodía y los movimientos de la danza, también les provee alguna
información sobre la historia de la danza en particular. La
enseñanza es impartida desde el espacio del corazón compasivo, en
un lugar confortable, tranquilo y usualmente sagrado.
traje especial , aunque lo mejor es traer ropas suelta y confortable.
Los participantes se toman de las manos formando un círculo con el
conductor de la danza y los otros músicos permanecen en el centro.
Durante la velada el conductor enseña al grupo las palabras, la
melodía y los movimientos de la danza, también les provee alguna
información sobre la historia de la danza en particular. La
enseñanza es impartida desde el espacio del corazón compasivo, en
un lugar confortable, tranquilo y usualmente sagrado.
TESTIMONIO
Las piernas temblorosas, los pies encendidos por los callos, el
aliento seco y otros bemoles marcaban cada día la llegada a nuevo
destino, en nuestra peregrinación a Santiago… la reflexión y el
espíritu eran bastiones a prueba de fuego en una jornada donde el
ego, las emociones, la mente y los sentimientos se hicieron
cómplices para retarnos en medio del torbellino de vivencias…
vivencias místicas, emocionales, mentales, que reclamaban su parte
en un cuerpo agotado, en una mente vacía, en un corazón
palpitante… en un espíritu ávido de purificación…
aliento seco y otros bemoles marcaban cada día la llegada a nuevo
destino, en nuestra peregrinación a Santiago… la reflexión y el
espíritu eran bastiones a prueba de fuego en una jornada donde el
ego, las emociones, la mente y los sentimientos se hicieron
cómplices para retarnos en medio del torbellino de vivencias…
vivencias místicas, emocionales, mentales, que reclamaban su parte
en un cuerpo agotado, en una mente vacía, en un corazón
palpitante… en un espíritu ávido de purificación…
Esa era nuestra marca, a la llegada al nuevo pueblo, al nuevo
caserío de cada día…. pero luego del bendito aseo, el apetito
satisfecho y el alma ensanchada, cada crepúsculo era venerado,
honrado y bendecido, por el grupo que se centraba para rodear a
Sylvia y a Fernando, quienes al son de suave guitarra y dulces
cantos, nos atraían a todos, e ignorando sin saber cómo, nuestro
cansancio… nos sorprendíamos envueltos en un hermoso tejido
humano con vida propia que in crecendo, cantaba al cielo, que en
murmullos, cantaba a la tierra… y los movimientos eran caricias del
alma para el alma… y caían las tardías noches de España de aquél
verano del 2003, sobre nuestros cuerpos yaciendo en sueño
reparador, con el alma reconfortada y el espíritu extasiado, con las
notas y compases de las Danzas Sagradas de Sylvia y Fernando….
caserío de cada día…. pero luego del bendito aseo, el apetito
satisfecho y el alma ensanchada, cada crepúsculo era venerado,
honrado y bendecido, por el grupo que se centraba para rodear a
Sylvia y a Fernando, quienes al son de suave guitarra y dulces
cantos, nos atraían a todos, e ignorando sin saber cómo, nuestro
cansancio… nos sorprendíamos envueltos en un hermoso tejido
humano con vida propia que in crecendo, cantaba al cielo, que en
murmullos, cantaba a la tierra… y los movimientos eran caricias del
alma para el alma… y caían las tardías noches de España de aquél
verano del 2003, sobre nuestros cuerpos yaciendo en sueño
reparador, con el alma reconfortada y el espíritu extasiado, con las
notas y compases de las Danzas Sagradas de Sylvia y Fernando….
Minerva Morffe
Mis impresiones de la Gran Peregrinación de la Unidad. 2003
Mis impresiones de la Gran Peregrinación de la Unidad. 2003
Para mas información visita
http://www.portalterraluz.com/email/danzasporlapaz.htm
www.portalterraluz.com
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