Si los gobernantes quisieran sería fácil acabar con el paro (cómo mínimo reducirlo por debajo del 5% a niveles de “pleno empleo”).
Os pongo un sencillo ejemplo, el mas simple de todos: Que den a los 3 millones de personas desempleadas una escoba, o una brocha, o una pala… y ya no tendrán nadie en paro. Que no se asuste ninguna mente obtusa, no es que quiera que se den tres millones de escobas y acabemos con el paro teniendo tres millones de barrenderos. Ni tres millones de pintores, ni tres millones de campesinos ni de camareros (aunque al paso que vamos algún gobernante nos quiere convertir en un país de camareros).
Mi exposición inicial se trata de un ejemplo muy básico, muy simple que pueda entender hasta un niño para demostrar lo relativamente fácil que es reducir el paro dando un trabajo a cualquier persona desempleada.
Hay cientos de actividades laborales que se pueden hacer.
Y muchas de ellos de calidad (nuevas tecnologías, robótica, domótica, energías renovables, investigación, sanidad, empleo verde… ).
Además se lograría que tuviésemos mejores pueblos y ciudades.
Sería muy positivo para toda la sociedad.
Os garantizo que hasta se podría hacer un Parque de Alquiler Público o Social para que cualquier persona o familia pudiera tener un techo (incluidos los jóvenes que quisieran emanciparse o formar sus propias familias).
Espero que con mi exposición haya quedado claro que el problema no está en cómo dar a todas las personas desempleadas un trabajo o actividad. Eso he demostrado que no es imposible de lograr.
El problema surge porque, hasta ahora nuestros gobernantes no quieren pagar, a todas esas nuevas personas trabajadoras, un salario (aunque ese dinero también sería muy positivo para nuestra economía al aumentar el consumo, reducirse el gasto en subsidios y ayudas de servicios sociales, reducirse el gasto sanitario…) y sobretodo que, a ciertos sectores, no les interesa que se acabe con el paro, les interesa que haya pobreza y mano de obra barata y necesitada fácil de explotar.
Por eso ningún partido se atreve ni siquiera a intentar lo que propongo… No vaya a ser que se molesten los poderes fácticos: la patronal, la banca, la iglesia y algunas ONGs cuyos dirigentes viven de lujo gracias al “negocio de la pobreza”.
Nota: La economía sumergida la promueven muchos empresarios que son los mismos que financian a determinados partidos.. por eso, a sus gobernantes, no les interesa acabar con el paro y nos intentan convencer, cada vez que nos gobiernan, que ya es un éxito reducir el paro unas décimas aunque continuemos siendo el país de la Unión Europea con mayor porcentaje de paro.
Joaquín García Martín
Presidente Asociación Víctimas del Paro.