{mosimage}Digo esto porque hace días que sigo la información sobre la ruptura de Unión del Pueblo Navarro y Partido Popular, otra escisión más, otra ruptura en el camino de los populares que siguen mirando al cielo para demostrar altivez a quien les mire, cuando realmente buscan un milagro que les libre de la debacle que se les avecina.
Y sigo esas informaciones porque me resulta gracioso cuando menos que desde el PP estén llamando a diputados, senadores, parlamentarios, concejales y cualquier cargo público para que se pase a sus filas y abandonen UPN, lo que ya no es transfuguismo sino incitar públicamente a que se produzca.
Durante muchos años hemos escuchado a este muchacho de Guadalajara que es diputado por Almería, Rafael Hernando, llamar a los miembros del PAL tránsfugas, una y otra vez. Nos importaba bien poco, pero él intentaba hacer ver a sus colegas que dejar un partido era una traición de principios, algo que nunca sucedería en su partido. Lo pintaba como casi inmoral.
Pasado el tiempo, y después de darle unos buenos repasos en las elecciones, mira por donde llega ahora la escisión de UPN y el PP. Y sin entrar en detalles, porque me imagino muchas de las cosas por las que estarían hasta la coronilla de los chicos de la calle Génova número 13, lo cierto es que empiezan a la desesperada una campaña pro transfuguismo en Navarra para no quedarse aún más solos.
Con este asunto sobre la mesa, estaría bien que Rafael Hernando hablase ahora de transfuguismo, aunque sólo sea para reirnos todos un rato de ese adorno que le pondrá a la verdad para decir que esto no, que esto que le afecta a él directamente no es así. Dirá que un senador que se pase al PP no es un tránsfuga, ni que el hecho de que los concejales que le sigan lo es.
Pedirle un mínimo de decencia política y esperar de este personaje un perdón público y su marcha de la vida pública es algo que a nadie se le pasa por la cabeza.
Para refrescarle la memoria a él y a sus colegas les recordaré que nosotros no nos fuimos, sino que les plantamos cara, y como vieron que se quedaban sin partido para manejar a sus anchas nos expedientaron.
Aguantamos hasta el final, para ver si en el PP aún quedaba algo de justicia y que no todo fuese avaricia por tener cargos, pero comprobado que no, que lo que importaba era el reparto de poderes entre unos cuantos, nos fuimos y lo hicimos encantados.
Y con nosotros se vinieron muchos, y luego muchos más, porque la gente estaba cansada de tanto Madrid y tan poca Almería. Y a día de hoy, cada vez son más los que se dan cuenta de ello, porque en UPN estarán hasta el gorro de tanto Madrid y tan poca Navarra, y dentro de poco serán los otros, y seguidos de ellos empezarán las escisiones en las provincias, como las hay en muchas de ellas, pero ahora serán más notorias, harán más ruido que otras como la de Megino en Almería, en su día, o la nuestra misma que llevó al nacimiento del Partido de Almería.
El hecho irrefutable es que cada vez son menos, ellos, y que con mayor frecuencia se les destapan las mentiras, la doble moral. Habría que preguntarle a Rafael Hernando si lo de Navarra es o no transfuguismo. Aunque a la mayoría nos importa poco lo que opina.
Y por cierto, señor Hernando, su ínfima memoria es cuando menos preocupante. Que hoy acuse al PAL de amenazar y utilice epítetos como chulesco y faltón para describir nuestra forma de gobernar no hace sino describir su propia forma de actuar. ¿Acaso no se acuerda cuando nos llamó pandilla de delincuentes? ¿O cuando todos los medios nacionales recogieron su ira contra el ministro Rubalcaba en el Congreso?. Tal vez como con UPN, viniendo de usted, éstos no sean actos chulescos, faltones y amenazantes.