Saluda del alcalde
La Navidad nos conduce cada año al reencuentro con los nuestros, y también con quienes compartimos vecindad y las cosas más sencillas de la vida, sin las cuales no sería posible el reencuentro en estas entrañables fechas.
Por lo tanto nadie puede ser indiferente a lo que nos rodea, ni al sonido ni los atractivos navideños que con tanto trabajo han preparado los comerciantes, las asociaciones y quienes desde el Área de Cultura de nuestro Ayuntamiento trabajan para que nadie se quede al margen en estos días navideños.
En tiempos difíciles como los que agitan al mundo, la experiencia adquirida y el esfuerzo aplicados por una sociedad emprendedora como la nuestra, son una ayuda inestimable. Nuestros agricultores son un ejemplo a seguir en cualquier campo de la vida, y su experiencia, esfuerzo y empeño por progresar son recursos muy válidos para iniciar proyectos que den una nueva dimensión a la vida en estos tiempos de cambio. Hoy más que nunca debemos sembrar esperanza en la sociedad, cultivar la ilusión de que es posible solucionar los problemas, y de que todas las manos son pocas para colaborar y ayudar en la ingente tarea de hacer una humanidad más justa y garante del bien común.
El brillo de la Navidad no puede ser sólo un reflejo en el calendario. Ha de ser la luz que nos ayude a caminar más unidos, para que entre todos podamos buscar soluciones a los problemas de hoy, y también sentar las bases, para que en el futuro podamos encontrar garantías de éxito y bienestar para nuestro pueblo.
Seamos pues positivos y démosle a esta Navidad el sentido fraternal que debe tener. El Ejido ha crecido a base de mucho esfuerzo, y esa base, muy sólida en nuestra sociedad, es la que nos hace ser solidarios y decididos a la hora de arrimar el hombro. Los ejidenses sabemos navegar en aguas bravas, y no nos asustan los retos ni lo que nos depare el futuro.
Vivamos estas fiestas bajo la luz de la Navidad, para que la alegría y el entusiasmo por mejorar sigan presentes en todos nosotros, porque sólo así podremos respirar en la calle un auténtico aire navideño de paz y concordia, cargado de felicidad y buenos deseos de prosperidad para todos en el nuevo año 2009.
¡Feliz Navidad!