Las primeras investigaciones apuntan a que han sido dos miembros de ETA los autores del atentado que habían robado un coche momentos antes del asesinato. Uno de los terroristas disparó dos o tres balas contra el empresario, mientras el otro esperaba al volante del vehículo. Cuando el autor de los disparos se introdujo en el coche, ambos huyeron a la carrera.
La Ertzaintza ha localizado en el Alto de Itziar, en Guipuzcoa, al propietario del Alfa Romeo utilizado por los terroristas, según confirmaron a Europa Press fuentes del Departamento de Interior del Gobierno vasco.
Ignacio Uría no llevaba escolta en el momento de ser asaltado, residía en el municipio y era conocido por todos los azpeitiarras.
APARECE EL COCHE UTILIZADO EN EL ATENTADO
La Ertzaintza ha localizado en el Alto de Itziar el Alfa Romeo en que utilizaron los terroristas para huir del lugar del atentado que le ha costado la vida a Ignacio Uría. El coche, calcinado, se encontraba cerca de donde apareció maniatado el dueño del vehículo, informaron a Europa Press fuentes de la investigación.
Según esto, los terroristas habrían sustraido el vehículo dejando atado a su dueño. Desde el Alto de Itziar se desplazaron a Azpeitia, cometieron el atentado y regresaron al mismo lugar, donde antes habían dejado otro vehículo con el que continuaron la huida.
ETA volvió hoy a atentar contra el empresariado vasco asesinando a tiros en la localidad guipuzcoana de Azpeitia al constructor Ignacio Uria Mendizabal, responsable de la empresa “Altuna y Uria”, que participa en las obras de la “Y vasca”. Con este crimen, son ya 41 los miembros del empresariado que han muerto a manos de la banda armada.
Un terrorista disparó a la una de la tarde contra Uria a unos metros de la empresa, ubicada en la Plaza Ignacio de Loiola, cuando se dirigía, acompañado de varios amigos, a jugar a las cartas y tomar un café en el restaurante “Kiruki”.
El autor del atentado realizó varios disparos, dos de los cuales impactaron en la cabeza y en el pecho de la víctima, que intentó ser reanimada en el lugar de los hechos por los servicios sanitarios, sin éxito. Otro activista de la banda armada le esperaba en un coche, en el que huyeron. El empresario, muy conocido en el pueblo, no llevaba escolta y solía realizar el mismo recorrido todos los días.
Los miembros de ETA robaron esta misma mañana en el Alto de Itziar, en el municipio de Deba, el coche que utilizaron para desplazarse a Azpeitia, después de robárselo a punta de pistola a su propietario, al que taparon los ojos y maniataron, tras identificarse como miembros de la banda terrorista. El dueño del vehículo, una Alfa Romeo, fue localizado y liberado por la Ertzaintza después del asesinato.
OBRAS DE LA “Y VASCA”
La constructora guipuzcoana Altuna y Uría resultó adjudicataria del primer tramo de las obras del tren de alta velocidad vasco (conocido como “Y vasca”), entre Arrazua-Ubarrundia y Legutiano, en Álava.
La obra fue adjudicada en abril de 2006 a una Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por TECSA y Altuna y Uría. Esta constructora guipuzcoana fue fundada en 1969 como especializada en viviendas pero desde 1975 se concentró en la construcción de obra pública.
La constructora está presente en muchas de las grandes obras iniciadas en el País Vasco en los últimos años, como el tramo de carretera A-1 entre Eibar y Vitoria, el viaducto de Santa Cruz en la autovía entre Guipúzcoa y Navarra o la presa de Arriarán en Beasaín.
Altuna y Uría acaba de adjudicarse también la obra ferroviaria de desdoblamiento del Topo entre Loiola y Herrera (Guipúzcoa) por 60 millones de euros.
El propietario de Altuna y Uria, Ignacio Uria Mendizabal, de 70 años de edad, ha sido la octava víctima asesinada por la banda terrorista ETA desde que la organización atentara en plena tregua en la T-4 del aeropuerto de Madrid-Barajas y la cuarta en lo que va de año. En el momento del tiroteo, Uria no llevaba escolta y hacía cinco minutos que acababa de salir de su domicilio en Azpeitia (Guipúzcoa).
El brigada del Ejército Luis Conde de la Cruz, de 46 años, fue la anterior víctima de la banda terrorista al fallecer el pasado 22 de septiembre en el atentado de Santoña (Cantabria). Anteriormente, el agente de la guardia civil Juan Manuel Piñuel, de 41 años, murió el pasado 14 de mayo al explotar una furgoneta bomba en el cuartel de la Guardia Civil de Legutiano (Álava). En el instante de la explosión, el agente estaba dando un aviso telefónico por la presencia en el lugar de una furgoneta sospechosa.
La Audiencia Nacional juzgará a Arkaitz Goikoetxea, considerado el líder del último “comando Vizcaya” de ETA, esta semana al atribuirle el asesinato de Piñuel y los intentos de secuestrar al concejal socialista Benjamin Atutxa y de matar al juez Fernando Grande-Marlaska.
El 7 de marzo, dos días antes de las elecciones generales, ETA asesinó al ex concejal socialista de Arraste-Mondragón (Guipúzcoa) Isaías Carrasco disparándole varias veces cuando estaba en el interior de su coche, aparcado frente a su vivienda del barrio de San Andrés, para irse a su trabajo como cobrador en un peaje de la autopista A-1 a su paso por Vergara.
El ex edil socialista, que renunció a su escolta, resultó gravemente herido y fue ingresado en el Hospital de Mongragón, donde falleció poco después. Todos los partidos políticos decidieron suspender la campaña electoral el día de cierre de campaña anterior a la jornada de reflexión.
El 1 de diciembre del pasado año, tres terroristas dispararon y acabaron con la vida de los agentes de la Guardia Civil Raúl Centeno Bayón, de 24 años, y Fernando Trapero Blázquez, de 23 años, a la salida de una cafetería en Capbretón, en Francia.
Centeno, que recibió un tiro en la cabeza, falleció en el acto, mientras que Trapero murió días después en el Hospital de Bayona (Francia). Ambos estaban destinados en la sede central de la Guardia Civil, en Madrid, donde se ubica la Unidad Central Especial (UCE-1), del Servicio de Información de la Benemérita, encargada de la lucha contra ETA.
Los terroristas y los agentes del Instituto Armado, que iban de paisano y desarmados, coincidieron en el interior de una cafetería Les Ecureuilles. Ya en el parking del establecimiento, los etarras dispararon en varias ocasiones contra los agentes y posteriormente huyeron en un turismo. El día 5 de diciembre, en Châteauneuf de Randon, al sureste de Francia, fueron arrestados Asier Bengoa y Saioa Sánchez, alias “Hintza”, por su implicación en los hechos. Además, en la actualidad se investiga la implicación en este crimen por parte del jefe militar de ETA, Garikoitz Aspiazu Rubina, “Txeroki”, detenido hace unos días.
Por último, el 30 de diciembre de 2006, ETA hizo explotar una furgoneta bomba con 200 kilos de explosivos en el parking de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas a las nueve de la mañana y acabó con la vida de los ciudadanos ecuatorianos Diego Estacio Civizapa, de 19 años, y Carlos Alonso Palate, de 35.
Tres llamadas en nombre de ETA a la DYA de Guipúzcoa, los bomberos de Madrid y al teléfono de emergencias SOS-Deiak de Guipúzcoa alertaron de la explosión, lo que permitió a la Policía desalojar el aparcamiento. El 7 de enero fueron detenidos Igor Portu y Martín Sarasola, de entre 29 y 30 años, ambos vecinos de la localidad navarra de Lesaka, en relación a este atentado. El 16 de febrero, fueron arrestados en San Juan de Luz (Francia), Joseba Iturbide y Mikel San Sebastián, que, junto a los anteriores, formaban el comando “Elurra” responsable de los atentados.
La organización terrorista Segi amenazó directamente a la empresa Altuna y Uría en un comunicado de marzo de 2007 por participar en las obras de la "Y" vasca. Este documento fue incluido por el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, en sus autos de ilegalización del PCTV y ANV con el fin de demostrar la estrategia común con el grupo terrorista contra la "Y" vasca.
El magistrado explica en sus autos, recogidos por Europa Press, que uno de los ámbitos en los que concitan planteamientos y acciones en común entre Batasuna, ANV y PCTV es frente al tren de alta velocidad y la "Y" vasca. Precisa que el "método es prácticamente idéntico al diseñado en su día por ETA, a través del MLNV, frente a la construcción de otras infraestructuras como la central de Lemóniz, o la autovía de Leizarán".
"DAR UN SALTO CUALITATIVO" PARA PARALIZAR LAS OBRAS
Como ejemplo, el magistrado cita un documento hallado en la sede del "PCTV-ANV-Batasuna", que alude a la decisión de "frenar el TAV reforzando la dinámica de colaboración…" y dice que "respondiendo al inicio de las obras, hay que dar un salto cualitativo en la lucha" y otro texto de Segi en el que se amenaza directamente a la empresa Altuna y Uría.
Este último es un comunicado de marzo de 2007 en el se decía: "Que tengan claro los partidos PNV, EA e IU, responsables de ayuntamientos de la zona del Duranguesado, así como las empresas que trabajan en la construcción del TAV, que en la medida que son responsables de esta salvajismo, son punto de mira del enfado popular".
"ALTUNA Y URIA…NO PASAREIS POR EL DURANGUESADO"
Prosiguen advirtiendo: "que sepan, pues, que ante esta situación no nos quedaremos con los brazos cruzados. Cualquiera que quiera construir el futuro de este pueblo a partir de sus intereses económicos y a costa del pueblo, debe tener claro que este pueblo y esta juventud responderán en la medida que demande la situación".
Concluyen con la amenaza de que pararán el TAV: "¡¡PNV, IU, EA, representantes municipales, Altuna y Uría, Balzola, Moya, no pasaréis por el Duranguesado!!"
En el primero de los documentos, encontrado en la sede del "PCTV-ANV-Batasuna", se plantea "dar una respuesta al inicio de las obras" y que se organicen "espacios de resistencia" en los tramos de "inicio de las obras –el primero de ellos en Urbina–". Concretamente piden "agitación" el día 2 de noviembre de 2006 que era cuando se iniciaban las obras. Un hecho que se produjo y hubo dos personas detenidas por parte de la Ertzaintza.
Baltasar Garzón concluye en su auto que las organizaciones incardinables en el "frente político-institucional" de ETA, liderado por Batasuna, "han cumplimentado las directrices contenidas en los documentos antes aludidos" por lo que, precisa, que no puede establecerse "diferenciación o matiz entre los de estas, ANV y PCTV con Batasuna.
ETA volvió hoy a atentar contra el empresariado vasco y asesinó a tiros en la localidad guipuzcoana de Azpeitia al constructor Ignacio Uria Mendizabal, responsable de la empresa “Altuna y Uria”, que participa en las obras de la “Y vasca”. Con este crimen, son ya 41 los miembros del empresariado que han muerto a manos de la banda armada.
Un terrorista disparó a la una de la tarde contra Uria a unos metros de la empresa, ubicada en la Plaza Ignacio de Loiola, cuando se dirigía, acompañado de varios amigos, a jugar a las cartas y tomar un café en el restaurante “Kiruki”.
El autor del atentado realizó varios disparos, dos de los cuales impactaron en la cabeza y en el pecho de la víctima, que intentó ser reanimada en el lugar de los hechos por los servicios sanitarios, sin éxito. Otro activista de la banda armada le esperaba en un coche, en el que huyeron. El empresario, muy conocido en el pueblo, no llevaba escolta y solía realizar el mismo recorrido todos los días.
Los miembros de ETA robaron esta misma mañana en el Alto de Itziar, en el municipio de Deba, el coche que utilizaron para desplazarse a Azpeitia, después de robárselo a punta de pistola a su propietario, al que taparon los ojos y maniataron, tras identificarse como miembros de la banda terrorista. El dueño del vehículo, una Alfa Romeo, fue localizado y liberado por la Ertzaintza después del asesinato.
El turismo fue localizado calcinado en las inmediaciones del lugar, a donde los terroristas volvieron tras el crimen, para cambiar de automóvil.
Ignacio Uria Mendizabal, de 71 años de edad, casado y con cinco hijos, falleció poco después de ser tiroteado. Su empresa, “Altuna y Uria”, había sido saboteada el 16 de marzo de 2007, cuando varios vehículos aparecieron con las ruedas pinchadas, pintadas y los tubos de escape tapados.
AMENAZA AL TAV
ETA había amenazado a través de varios comunicados a las empresas adjudicatarias de las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV), de las que afirmó que estaban sometidas "a intereses ajenos a Euskal Herria y las acusaba de "enterrar en cemento" el proyecto independentista.
La localidad de Azpeitia, un feudo tradicional del PNV, está gobernada, en la actualidad, por ANV, que comparte las tareas en el Ejecutivo municipal con EA y Aralar. El alcalde, Iñaki Errazkin, de Acción Nacionalista Vasca, estuvo en el lugar del atentado, después de cometido el asesinato, aunque rehusó realizar declaraciones.
El municipio, de casi 14.000 habitantes, ha sido gobernado históricamente por la formación jeltzale, hasta las pasadas elecciones municipales de mayo de 2007. En estos comicios, el PNV logró ocho concejales, pero la suma de los seis ediles de ANV, dos de EA y uno de Aralar, le desbancó del Gobierno de la localidad.
Eusko Alkartasuna ha decidido abandonar el gobierno municipal de Azpeitia, después de que en el pleno de esta tarde, celebrado precisamente a petición de EA, el alcalde y los demás concejales de ANV se negaran a rechazar la violencia como medio para la consecución de fines políticos y tampoco el atentado que esta mañana le costó la vida a Inaxio Uria Mendizabal.
Siguiendo la línea de actuación anunciada por el presidente de EA, Unai Ziarreta, poco antes de la celebración del pleno, los dos ediles de EA renuncian de inmediato a sus responsabilidades de gobierno y seguirán trabajando por Azpeitia desde la oposición.
En coherencia con su "compromiso histórico en defensa de todos los derechos humanos", Eusko Alkartasuna dijo tener "perfectamente claro" que la violencia "no tiene sitio en Euskal Herria y que la reivindicación de las vías soberanistas es radicalmente incompatible con los atentados de ETA".
En consecuencia, advirtió de que "ninguna colaboración es posible ni lo será en el futuro, ni en los ayuntamientos ni a ningún otro nivel, con grupos políticos que aceptan en silencio la vulneración del derecho a la vida y que son incapaces de decir que, por razones tanto éticas como políticas, la violencia no es el camino".
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó esta tarde la condena del Ejecutivo al asesinato del empresario vasco Ignacio Uría en Azpeitia (Guipúzcoa), a quien calificó como un servidor de la sociedad vasca, y comprometió el esfuerzo de su Gobierno para llevar adelante las obras del tren de alta velocidad en el País Vasco, la llamada “Y” vasca, en las que trabaja la empresa de Uría.
"Es la obra sin duda más importante para la futura vertebración de Euskadi, de Euskadi con el conjunto de España y de Euskadi hacia Europa. Esa obra se va a hacer y se va a hacer porque es fruto de la voluntad democrática y, en este caso singular, fruto también del acuerdo de colaboración entre el Gobierno de España y el Gobierno vasco", manifestó Zapatero, quien aseguró que había compartido esta determinación en una conversación hoy con el “lehendakari”, Juan José Ibarretxe.
En una declaración desde el Palacio de la Moncloa esta tarde, el presidente del Gobierno expresó su deseo de visitar la capilla ardiente de Uría para expresar personalmente sus condolencias a la familia, así como en organizar "cuanto antes" el acto que mañana tenía previsto celebrar con empresarios vascos y que, debido al atentado de hoy, se ha suspendido.
"Quiero expresar primero mi condolencia a la familia, a sus amigos y a los ciudadanos de Euskadi. Comparto con ellos el quebranto y la rabia contenida que nos produce este hecho criminal tan gratuito e infame", afirmó José Luis Rodríguez Zapatero.
El jefe del Ejecutivo explicó también que había informado del atentado al presidente del PP, Mariano Rajoy, y que ambos han compartido la conveniencia de que los portavoces del Congreso acuerden mañana una declaración de condena.
COMPROMISO CONTRA ETA Y CON LA “Y”
Tras expresar su dolor por el asesinato de Ignacio Uría, José Luis Rodríguez Zapatero subrayó que el Gobierno mantiene la "absoluta determinación de perseguir sin descanso a los autores del crimen hasta dar con ellos", para llevarlos ante la Justicia y que se les imponga "la condena más dura posible". "Los asesinos de Ignacio Uría conocen la suerte que han corrido quienes les han precedido, la que les espera, pasar el resto de su vida en la cárcel", afirmó.
Tras manifestar que ETA "nunca" impondrá "sus soluciones violentas" ni "doblegará" a la sociedad, Zapatero alabó el trabajo del industrial vasco asesinado, que levantó una empresa "de muy larga trayectoria" y dedicada a "crear trabajo, empleo, riqueza". El presidente hizo también extensivas sus condolencias a todo el empresariado y a los trabajadores de Euskadi, de quienes subrayó su "esfuerzo y entrega" diarios en beneficio de la sociedad.
A preguntas de los periodistas, José Luis Rodríguez Zapatero explicó que el hecho de que la empresa de Ignacio Uria sea una de las constructoras de la “Y” vasca ferroviaria "pone de manifiesto una vez más que los objetivos de la banda terrorista ETA trascienden cualquier coyuntura y situación".
En este punto, el jefe del Ejecutivo expresó la "firme determinación" del Gobierno de terminar esta obra, por considerarla "la más importante para la futura vertebración de Euskadi" y porque es fruto de la "voluntad democrática" y del acuerdo entre su gabinete y el Gobierno vasco. Una reflexión, añadió, que compartió hoy con Juan José Ibarretxe. "Hemos coincidido en la voluntad de continuar adelante con los compromisos", afirmó.
José Luis Rodríguez Zapatero expuso también que no se ha fijado la fecha de la próxima cumbre franco-española, pero que el foro servirá de nuevo para "resaltar" la importancia para la lucha contra ETA de la colaboración entre ambos países, "que es impecable". "La colaboración con Francia afortunadamente es excelente, permanente y en todos los campos de la lucha contra ETA", concluyó.