{mosimage}
Vecinos de Aguadulce han denunciado a los medios de comunicación el peligro potencial existente por el tránsito de patines acuáticos en la playa frente al hotel Portomagno, que navegan entre los bañistas, pese a que los encargados de este servicio privado afirman haber prohibido reiteradamente a los usuarios que les alquilan por horas estos aparatos que se acerquen a las zonas donde hay personas. Hasta ahora no ha habido ningún suceso grave, excepto el ocurrido años atrás cuando una lancha de Cruz Roja segó con sus motores varias partes del cuerpo de un bañista, si bien muy recientemente uno de estos patines tuvo un incidente con un niño y otro se enredó en la malla que divide la zona de baño para las personas de la zona de tránsito de embarcaciones, según ha asegurado José Soriano, residente habitual de esta barriada roquetera. {mosimage}
Por su parte los encargados del alquiler de los patines acuáticos han reiterado que no hay ningún peligro para los nadadores debido a que se trata de “artefactos flotantes que no tienen la consideración de embarcaciones y no son peligrosos para ellos. En todo el Mediterráneo español y parte del europeo están revueltos con los bañistas y aquí está prohibido. Hay que recalcar que aquél triste suceso de hace cinco o seis años fue protagonizado por una lancha motora de Cruz Roja, no por estos aparatos inofensivos. Además es triste que incluso nos retiren las fotos de los folletos turísticos de propaganda y ahora la única publicidad que vayamos a lograr sea negativa porque nuestros patines digan que son peligrosos. ¿Quién dice que son peligrosos?”. En los boletos que se venden a los usuarios la empresa de patines incluye un gran esquema gráfico donde es evidente que queda prohibido navegar en las zonas de bañistas y sólo está permitido hacerlo en el canal náutico, que se utiliza como entrada y salida. Este diario pudo comprobar sin embargo cómo al menos una embarcación se adentraba en la zona prohibida y exclusiva para bañistas, un hecho admitido por la empresa de patines “pese a que estamos hartos de decirles que no se acerquen por allí”. {mosimage}
José Soriano se ha mostrado indignado porque asegura que ha hablado con Protección Civil, con la Policía Local, con la empresa de patines y con el propio ayuntamiento, “y nadie hace caso, hasta que haya una desgracia no van a hacer nada. En la casa consistorial hace una veintena de días que me aseguraron que tomaban nota del asunto, que incluso ya sabían lo que pasaba y que me llamaría el concejal responsable. Todavía estoy esperando. Los otros se lavan las manos diciendo que no tienen competencias. Cuando un patín se lleve por delante a un niño, ya veremos qué pasa. A mediodía la playa está a rebosar y hay casi una decena de embarcaciones navegando entre los bañistas en una zona que debería estar prohibida hasta para esos patines, que tienen unas aspas giratorias muy peligrosas”. {mosimage}
Para José Soriano, que afirma haberse decidido a entrar en contacto con los medios de comunicación después de que un grupo de vecinos se interesara por la situación sin que nadie le atendiera, el principal problema radica en que este año el canal náutico, marcado con boyas desde que años atrás ocurrió el referido accidente con el bote de Cruz Roja, no se ha cerrado en su totalidad, dejando espacio abierto suficiente para que los patines naveguen a sus anchas pese a las prohibiciones en este sentido que afirman hacer los propietarios de la empresa de alquiler. Tampoco se habría cerrado totalmente la malla de unos 20 metros de profundidad que evita que las embarcaciones se acerquen a la playa o que los bañistas profundicen en alta mar. Como el canal no está debidamente señalizado este año no se respeta por parte de los patines. José Soriano argumenta sin embargo que “incluso los de los patines les dicen a los usuarios que se metan aquí con los bañistas, porque salir es peligroso debido al paso de lanchas motoras, pero la culpa es del ayuntamiento porque no está señalizado en condiciones como los demás años. No sé porqué este verano no están todas las boyas puestas, será para ahorrar por la crisis. Llevo veinte días esperando a que me llamen del ayuntamiento para explicarselo porque me prometieron que iban a hacerlo, incluso se quedaron con mi teléfono, por eso he llamado a los medios de comunicación. Y no tienen más que subir a la barcaza municipal de limpieza de playas para comprobarlo, que quien la lleva está harto de ver la situación cuando navega por estas aguas”.
Soriano recuerda que hace una veintena de días “un señor madrileño estaba aquí bañándose de vacaciones con su mujer y su chiquillo. El niño estaba nadando con unas gafillas y un tubillo, sin aletas, y como los patines se acercan hasta casi la orilla para que se suba uno y se baje otro, la barca se le echó encima cuando él subía del fondo, pero el crío se ve que se dio cuenta y salió por el costado de la embarcación. Creo que sólo le rozó. Si le da con las palas le destroza la cabeza.” El canal náutico carecería de unos 200 metros de boyas señalizadoras y las mallas protectoras de unos 150 metros, para poder cerrar todo el perímetro de seguridad, como años atrás, según esta fuente.
{mosimage}