Visualizando con detalle el video del último pleno celebrado en Mojácar, me sorprende cómo el equipo de gobierno es capaz de negarse a la firma de un pacto de buenas practicas para las elecciones municipales del día 28 de mayo.
Aún es mayor mi perplejidad al contemplar la reacción de la alcaldesa, Rosa María Cano, sintiéndose atacada por una propuesta de la oposición que, en definitiva, sólo habla de mantener una limpieza democrática. Que el PP considerándose un partido democrático sea capaz de votar en contra de esta iniciativa es un ‘sinsentido’ y bajo mi modesto punto de vista, retrata a un grupo ya marcado hace mucho tiempo por su forma de actuar.
Se ampara el equipo de gobierno para su voto negativo a esta moción de la oposición, cuyo titulo es “Firma de un pacto de buena conducta electoral para las elecciones municipales del 28 de mayo”, en que no han sido participes de la redacción de dicho pacto y tacha a la oposición de caciquista por querer imponer su criterio de honradez.
La realidad es, que el documento de ese acuerdo aún no existe, ya que la oposición más allá de presentar un pacto, insta al equipo de gobierno a ser quien ponga en marcha esta idea y lo propague a los grupos políticos que se presentaran a las elecciones municipales. Por lo tanto, la excusa para denegar este acuerdo es del todo ridícula e injustificada.
La sensación que tengo, visualizando el pleno detalladamente, es que durante la lectura de la moción por parte del portavoz de la oposición mojaquera, la postura de la alcaldesa asintiendo y esbozando una media sonrisa, parece bastante cínica y no creo que realmente este atendiendo al texto que se le presenta. Simplemente, al ser un asunto electoral ya con antelación a conocer el texto, su postura es totalmente contraria. Por supuesto, el resto del grupo (lo hayan entendido correctamente o no), también se negaron en bloque.
Además se deniega la presentación en carácter de urgencia de la moción, ya que la alcaldesa no ve que sea algo urgente. Os recuerdo que el ayuntamiento de Mojácar celebra sus plenos ordinarios con carácter bimensual, no mensual, como la mayoría de ayuntamientos y os recuerdo también, la proximidad de la fecha electoral, con lo cual, no considerar este pacto urgente también me parece una escusa fuera de lugar.
No quiero daros la chapa transcribiendo todo el texto de la moción, leída en el pleno por el portavoz de la oposición, pues independientemente de la exposición de motivos por los cuales se presenta esta petición, motivos de los que muchos sois conscientes, si me parece importante transmitiros de forma literal los acuerdos que se solicitan.
Primero: Que desde el consistorio municipal se inste a los grupos políticos locales que concurran a las elecciones municipales del próximo 28 de mayo, a firmar un acuerdo, por el cual, todos los miembros de dichos grupos se comprometan en poner todo su empeño para que este año tengamos unas elecciones limpias de cualquier tipo de corrupción.
Segundo: Que la Policía Local de Mojácar realice un operativo especial, para velar por el correcto funcionamiento de las elecciones municipales del 28 de mayo, detectando posibles delitos y conductas inadecuadas, con independencia de la procedencia de dichos actos.
No creo que exista ningún reparo moral para que estas peticiones fueran de aceptación unánime en cualquier pleno municipal del mundo. Dudo, incluso, que ningún lector de este artículo pueda encontrar razones para posicionarse en contra de este acuerdo.
Me cuesta ponerme en la mente de la alcaldesa, la verdad, pero intentándolo y con el texto en la mano, no veo un resquicio de inocencia que explique la forma nerviosa y alterada con la que actúa en el momento de replica a esta iniciativa. No creo que a ningún político sin cargos de conciencia entienda la postura de negación que nos ataña.
Espero que el negarse a elaborar un acuerdo por unas elecciones limpias y democráticas no impida que por fin la cordialidad, el respeto y las buenas practicas sean las premisas que se hagan notar el 28 de mayo por parte de todos los partidos. Ser de izquierdas o ser de derechas no debe estar reñido con ser honestos.