Hola a todos. Me dirijo a ustedes para comunicarles la tremenda frustración que hemos pasado estos últimos días los estudiantes de las diferentes universidades en España. Frustración que no se debe únicamente a los exámenes (que a pesar de haber dado las clases TOTALMENTE online han sido iguales o peores que los de otros años habiendo podido asistir a clase), esta frustración, impotencia o como quieran llamarlo, se debe principalmente a la negligencia, a la vagancia y al poco sentido común de las instituciones públicas, ya sea estatales, comunitarias o provinciales.
La pandemia del coronavirus que nos acontece actualmente está yendo cada vez a peor (cosa que es lógica después de las navidades), sin embargo, parece que los únicos que nos damos cuenta de esto somos los estudiantes ya que los organismos de educación y sanidad siguen obcecados en sus paranoias pensando que con los absurdos “protocolos” que prometen esto se va a solucionar.
El principal motivo de escribir este correo, que será enviado a absolutamente cualquier institución que haya tenido algo que ver con esta falta de empatía o incluso pudiendo acarrear un delito contra la salud, es la presencialidad de los exámenes. Por mucho que se llenen la boca con sus protocolos, distancias, geles y toda esa parafernalia, les puedo ASEGURAR que a la hora de la verdad, todo eso no sirve de nada, lo único que se consigue es poner en riesgo la salud de los estudiantes (aglomeraciones en las puertas, clases con más 50 personas, etc).
Les hablo desde mi experiencia personal en la UAL (Universidad de Almería), una institución que ha tenido la desfachatez de imponer clases TOTALMENTE online tanto antes como después de los exámenes, pero los exámenes se mantienen presenciales. ¿Qué sentido tiene esto? ¿En un examen no puedes contagiarte y en una clase sí? Además, recuerdo que a principio de curso (cuando las cosas se hicieron más o menos bien) hubo unos turnos rotatorios de NO MÁS DE 15 PERSONAS, esto que no todos los alumnos pudieran asistir a las clases prácticas (aunque luego si se preguntaran en su totalidad en el examen) pero por lo menos se “garantizaba” la seguridad tanto del estudiante como del profesorado.
Hay algunos profesores que sí han sido coherentes y han realizado los exámenes de manera online (cosa que llevamos haciendo todo el curso al igual que las clases), sin embargo, hay otros que han preferido realizarlos de manera presencial escudándose en que estaba permitido, y ahí es donde quiero llegar con todo esto, ya que debido a la ineptitud y a la falta de sentido común y coherencia de algunas instituciones (universidades por sí mismas, ministerios de sanidad, consejerías, etc) al final los que acabamos perjudicados siempre somos los mismos.
Al principio de las clases, la incidencia de la pandemia era EXTREMADAMENTE menor que la de ahora; habiendo por ejemplo el día 15 de septiembre, 3022 contagios nuevos en 24 horas y hace dos días sanidad presentó la cifra de contagios MÁS ALTA de toda la pandemia con 38869 nuevos contagios en un solo día. Es irrisorio a la par que indignante ver como durante todo el curso hemos estado extremando las precauciones, dando casi el 100% de las clases online, exámenes online, grupos rotatorios y todas las demás medidas que se hayan podido tomar.
Incluso nuestra universidad inició el protocolo de actuación B (dar todas las clases online) en noviembre, con 9000 casos diarios. (Destacar que hablo de las medidas tomadas en la UAL, supongo que cada universidad lo habrá hecho de manera diferente). Por todo esto que he expuesto, me parece realmente triste que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, las delegaciones territoriales en sus respectivas provincias, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas o cualquier persona o entidad que tenga el más mínimo poder de decisión en este tema, hayan preferido realizar los exámenes presenciales sin ninguna consideración de si un estudiante tiene familiares de riesgo o algo por el estilo, ni el más mínimo ápice de sentido común.
Y ya para finalizar, porque es bastante triste que tengamos que estar preocupándonos nosotros (los estudiantes) por estas cosas, he de decir que LO PEOR de todo esto no ha sido ni la negligencia de las instituciones, ni las contradicciones de las universidades ni la poca vergüenza de algunos profesores. LO PEOR de todo es que a pesar de no haber hecho las cosas bien (algo que es innegable) no nos han hecho NI CASO, nos han dejado tirados con nuestras inquietudes por culpa de sus decisiones. Desde mi universidad al menos hemos intentado por activa y por pasiva que se nos prestara algo de atención (ya que al final los que vamos a “pagar el pato” siempre somos nosotros), hemos enviado correos a los diferentes rectorados de la universidad, hemos hecho una encuesta sobre la presencialidad de los exámenes, hemos hecho entrevistas en Canal Sur, recogidas de firmas, correos a los profesores, hasta un Hashtag en Twitter, y podría estar así un rato. Pero… ¿De qué ha servido todo esto? DE ABSOLUTAMENTE NADA.
Parece que los políticos, los rectores, los delegados y cualquier persona que decide sobre esto viven en un mundo paralelo en el que la facilidad y la vagancia es más importante que la salud y el aprendizaje. Ahora eso sí, para coger los 800-2000€ que cuestan las carreras estuvieron muy pero que muy atentos.
Adjunto fotos y fuentes por si todavía alguien sigue sin creerlo.
Fuentes:
https://as.com/diarioas/2020/09/15/actualidad/1600182076_063355.html
SEPTIEMBRE, 3022 CASOS
HACE DOS DIAS, 38869 CASOS
NOVIEMBRE, 9000 CASOS (La UAL inicia el protocolo B y realiza todas las clases online)
Disconformidad con las medidas:
https://news.ual.es/formacion/la-ual-impartira-de-forma-on-line-las-clases-de-grado-y-master/
https://contrainformacion.es/universitarios-examenes-presenciales-3-ola/