Las clases tienen un máximo de 15 alumnos para realizar una atención más personalizada, asegura el director de la escuela, Alberto Asencio. La gestión corresponde a Aula Nobel. La Escuela de Verano de La Salle, que gestiona Aula Nobel, ha ampliado notablemente las matriculaciones de los alumnos.
Mientras el año pasado hubo 180 inscripciones, en el verano de 2005 se ha llegado a la cifra de 234. Las clases comenzaron el pasado 4 de julio para escolares desde Infantil hasta 2º de Bachillerato.
La Escuela de Verano de La Salle pretende ofrecer a los alumnos un servicio completo y adaptado a las necesidades educacionales de cara escolar, para de este modo superar en septiembre aquellas asignaturas que requieran de un apoyo específico. En el caso de Infantil, el objetivo es aprender mientras se divierten.
El director de la Escuela, Alberto David Asencio, destaca que “todas las clases tendrán un máximo de 15 alumnos para realizar una atención más personalizada a los estudiantes”.
Uno de los objetivos fundamentales consiste en crear un ambiente apropiado para que los estudiantes puedan aprender de la forma más eficaz sin la necesidad de un estudio que no de frutos. Por ello, es de vital importancia la organización de unas clases con un número de alumnos muy inferior al habitual, la utilización de las tutorías personalizadas, así como la orientación vocacional y educativa para facilitarles la elección de sus itinerarios formativos y universitarios.
Servicios extras
La Escuela de Verano de La Salle, que llega a su octava edición, ha pensado en las necesidades tanto de los alumnos como de los padres y así se podrán utilizar servicios de autobús o de comedor en caso de que sea requerido por los matriculados.
Así mismo, muchos han decidido matricularse para recibir apoyo en su preparación específica de cara a la selectividad y de este modo poder obtener una nota que les facilite sus opciones académicas futuras.
Aula Nobel participa con la gestión y el asesoramiento en esta Escuela de Verano, avalada por su gran experiencia en materia de formación y nuevas tecnologías. Las estadísticas reflejan que el 95% de los matriculados consigue aprobar dichas asignaturas.
Los objetivos de la Escuela de Verano de La Salle van más allá de la mera transmisión de conocimientos y pretenden crear hábito de estudio en el alumno y técnicas para ello. Dichos fines se centran en detectar y eliminar las causas que llevaron a malos resultados durante el curso al alumno; y enseñar a aprender, es decir, educar al alumno en hábitos adecuados de trabajo y técnicas de estudio.
Por otro lado, se busca reforzar los conocimientos previos para facilitar el aprendizaje de los nuevos que se vayan adquiriendo; y orientar al alumno en temas de su interés, como mejorar sus relaciones, decidir lo que quiere hacer en el futuro con su vida académica, y elegir sus estudios universitarios u otros.
En la Escuela de Verano de La Salle participan alumnos de cualquier centro educativo de la provincia, con excelentes resultados académicos tanto en septiembre como en el siguiente curso.