Un rumor anda suelto. Quizá lo haya escuchado el 4 de julio en una barbacoa, o en reuniones familiares, aunque lo más probable es que lo haya leído en Internet. Empieza así: "El Planeta rojo será un gran espectáculo." . "La Tierra está alcanzando a Marte y será el mayor acercamiento entre los dos planetas que se recuerda en la historia". "El 27 de agosto… Marte se verá tan grande como la Luna llena.". Y finalmente, "Ninguna persona que viva hoy podrá observar este espectáculo por segunda vez.".
Son partes de un correo electrónico ampliamente difundido. De ellos, sólo es verdad la primera frase: El Planeta rojo va a ser un gran espectáculo. El resto es una burla.
He aquí los hechos: Marte y La Tierra convergen hasta un máximo acercamiento el 30 de octubre de este año, 0319 hora universal (UT). Distancia: 69 millones de kilómetros. A simple vista, Marte parecerá una brillante estrella roja, un diminuto hilo de luz, ciertamente no más grande que una Luna llena.
¿Decepcionado? No hay porqué. Si Marte se acercase tanto como para rivalizar con la Luna, su gravedad alteraría la órbita de la Tierra y levantaría terribles mareas.
Sesenta y nueve millones de kilómetros es una distancia buena. A esta cercanía, Marte brilla más que cualquier otro objeto celeste, a excepción del Sol, la Luna y Venus. La magnitud lumínica de Marte el 30 de octubre de 2005 será -2,3. Incluso observadores distraídos lo verán elevarse a la puesta de sol y pasar sobre sus cabezas a medianoche.
Deberíamos acordarnos de otro encuentro con Marte, hace casi dos años, el 27 de agosto de 2003. Fue, por un poco, el más cercano de la historia, y millones de personas contemplaron como la distancia entre Marte y La Tierra disminuyó hasta 56 millones de kilómetros. El encuentro de octubre, de 69 millones de kilómetros, es semejante. A los observadores casuales Marte les parecerá casi tan brillante y hermoso en el presente año como lo fue en el 2003.
Aunque faltan todavía meses para que se alcance el punto máximo de acercamiento, Marte ya se puede ver al amanecer. Antes del nacimiento del Sol, Marte es el objeto más brillante del Oriente, realmente llamativo. Si tiene telescopio, por pequeño que sea, diríjalo hacia Marte. Verá el brillante casquete helado del polo sur, y extrañas marcas oscuras en la superficie del planeta.
En un futuro la gente se paseará por estas oscuras marcas, explorando y analizando, y probablemente extrayendo hielo de los casquetes polares para abastecer de agua a sus poblados. Un objetivo clave de la Visión de la Nasa para la Exploración del Espacio es: volver a la Luna, visitar Marte e ir más allá.
Cada día que pasa, se lo ve mejor. Marte se está acercando, y esto sí que no es una burla.
http://ciencia.nasa.gov/headlines/y2005/07jul_marshoax.htm?list374952
Marte se aproxima
Lunes 6 de junio de 2005
Cuando termine de leer esta frase, usted estará 40 kilómetros (25 millas) más cerca del planeta Marte.
La Tierra está corriendo hacia Marte a una velocidad de 37.820 kilómetros por hora, lo que significa que el planeta rojo se está haciendo más grande y brillante por momentos. En octubre, cuando el acercamiento entre ambos planetas sea máximo, Marte lo eclipsará todo en el cielo nocturno, a excepción de Venus y la Luna (está usted otros 80 kilómetros más cerca: ¡siga leyendo!).
Aunque todavía estamos en junio, Marte ya empieza a resultar llamativo. Se le puede observar temprano en la mañana, elevándose por el Este antes de que salga el Sol, y con un brillo casi dos veces superior al de una estrella de primera magnitud. Abajo, un mapa celeste muestra la posición de Marte en la mañana del miércoles 29 de junio, cuando aparecerá maravillosamente cerca de la Luna.
Y, ¿por qué estamos corriendo hacia Marte? Se trata de un simple mecanismo orbital. Imagínese que Marte y la Tierra son dos corredores en un circuito circular de carreras, con carriles que se corresponden a las órbitas planetarias. La Tierra, corriendo rápidamente por el carril interior, da una vuelta al circuito en 12 meses. Marte, que se mueve lentamente a lo largo del carril exterior, necesita dos veces más tiempo para dar la vuelta. Así que, aproximadamente cada dos años, la Tierra da alcance a Marte y la deja atrás.
Y ahí es donde nos encontramos ahora, acercándonos a Marte desde atrás a una velocidad relativa de 37.820 kilómetros por hora.
Pero realmente no alcanzaremos a Marte hasta el otoño, hasta el 31 de octubre a las 03:19 Hora Universal (UT), para ser exactos. Sólo 69 millones de kilómetros nos separarán entonces de Marte, comparados con los 225 millones de kilómetros de distancia media entre ambos planetas. Se trata de una ocasión excepcional para enviar una nave hasta allí.
Conscientes de ello, la Nasa planea lanzar el Orbitador de Reconocimiento Marciano, MRO por sus siglas en inglés, el 10 de agosto de 2005. Puesto que le llevaría unos seis meses alcanzar Marte, el mejor momento para iniciar el viaje es aproximadamente un mes antes del máximo acercamiento, es decir, agosto. El MRO llegará en marzo de 2006, entrará en órbita y comenzará una misión de dos años durante la que trazará un mapa del planeta rojo con un grado de detalle nunca antes visto.
Las cámaras de alta resolución de la nave serán capaces de discernir objetos de menos de un metro, tales como rocas o vehículos exploradores y módulos de aterrizaje estrellados sobre Marte. Una sonda de radar obtendrá información sobre aguas subterráneas, mientras los espectrómetros elaborarán un mapa de la distribución de los minerales superficiales. Otros instrumentos realizarán un seguimiento de la atmósfera para enseñar a los investigadores de la Tierra cómo pronosticar el tiempo marciano. Todos estos son elementos clave en los planes de la Nasa de enviar finalmente seres humanos a Marte. (Para más detalles, consulte la reciente Visión para la Exploración Espacial de la Nasa.)
Los vehículos exploradores Spirit y Opportunity se encuentran todavía en Marte. Llegaron en enero de 2004 en vísperas de otro encuentro cercano entre Marte y la Tierra en 2003 (recuerde que este fenómeno tiene lugar cada dos años). Se suponía que, meses después de tomar tierra, los dos robots dejarían de funcionar destrozados por el viento, atrapados en la arena o agotados por la excesivamente baja energía solar. Como un gran testimonio a la ingeniería de la Nasa, Spirit y Opportunity continúan rodando todavía y, si siguen cumpliendo las órdenes, estarán "vivos" para contemplar la llegada del Orbitador de Reconocimiento de Marte, un diminuto punto de luz en el cielo nocturno de Marte que estará trazando mapas del planeta rojo para los exploradores del futuro.
De nuevo en la Tierra, la gente va a disfrutar contemplando un Marte cada vez más grande y brillante durante los próximos meses. Hacia la mitad del verano, los astrónomos aficionados que dispongan de telescopio serán capaces de reconocer capas de hielo polar, tormentas de arena y extrañas manchas oscuras. Ya en otoño, incluso el más despistado de sus vecinos habrá reparado en "esa cosa roja y brillante del cielo".
Marque el 31 de octubre como el mejor día: Marte aparecerá tras la puesta de Sol, estará sobre nuestras cabezas a la media noche, y "brillará sobre el oscuro fondo del espacio con un esplendor que eclipsa a Sirio y rivaliza con el mismísimo gigante Júpiter". Así es como el astrónomo Percival Lowell describió un encuentro cercano similar en el siglo XIX.
No puede esperar, ¿verdad? Es posible observar a Marte cualquier mañana clara del verano. Nosotros recomendamos la mañana del miércoles 29 de junio. Marte y la luna en cuarto menguante tendrán al amanecer un grato encuentro cercano. Habrá que buscarlos elevándose al este hacia las 4:30 AM (GMT); la imagen conseguirá despertarle por completo.
Más buenas noticias: ahora se encuentra 1.609 kilómetros más cerca del planeta Marte.