Días pasados fue agredido el Concejal de Urbanismo de Garrucha, José Gallardo, en el interior de la Casa Consistorial, por un vecino que tiene un problema urbanístico sin resolver desde hace más de diez años y ahora ha vuelto a retomar su problema al ver que su vecino va a conseguir lo que él no ha podido lograr.
Los hechos se remontan a la anterior etapa de Gobierno del PSOE cuando un emprendedor barajó la posibilidad de encauzar su actividad empresarial en la hostelería, un sector económico emergente en Garrucha, pero al pretender ahorrarse un dinero lo hizo contraviniendo las normas urbanísticas y el Ayuntamiento no le otorgó la preceptiva licencia de actividad económica.
La denegación municipal se produjo al pretender levantar un chiringüito en un solar, mitad propiedad municipal y la otra mitad de la Junta de Andalucía, con piedra en vez de madera como es lo preceptivo. Sin la preceptiva licencia municipal le denegaron el fluido eléctrico y el agua corriente, no pudiendo ejercitar su actividad económica.
Hasta ahora no lo ha conseguido, pero un vecino ha emprendido en el solar limítrofe las obras para la construcción de un chiringüito dedicado a la actividad hostelera y es lo que le indujo a acudir al Ayuntamiento, donde produjo un incidente en la zona atención ciudadana, requiriendo la presencia del Concejal y durante los momentos de nerviosismo lanzó una bofetada en el pabelón auditivo del edil, presentándose la Policía Local y acabando con ello el incidente.
El altercado ha estado sigilosamente valorándose en círculos políticos del Levante Almeriense, debido la trascendencia adquirida y la repercusiones legales que podrían derivarse de un hecho aislado y legalmente catalogado fuera de lo común. Muy prudentemente está siendo comentado el susodicho altercado por much@s vecin@s.