Tras una semana invernal con vientos de Levante que hacían recordar las gélidas noches de invierno, este penúltimo domingo de abril el sol ha brillado y acompasando la gratificante satisfacción que ha causado en los amantes de la playa, el pésimo estado en que se encuentran no ha sido óbice para que bellos cuerpos femeninos lucieran su fisonomía entre algas y se acercaran a refrescarse y a curtir la piel con el agua salina.
La imprevisión política no ha ido acompasada con la previsión meteorológica y las playas de este domingo se han convertido en fiel ejemplo.
También hay que reseñar el embalse existente en la desembocadura de la rambla El Cañuelo a través de la cual se vacía la Balsa del Sapo en Las Norias de Daza, cortando el acceso entre el paseo marítimo de La Romanilla y El Corredor Verde, lo que no ha sido óbice para que los deportistas de a pie y en bici hayan sorteado el embalse por el puente y a través del camino en su ladera izquierda en dirección a la playa.