Los astronautas del transbordador Discovery se preparaban el miércoles para usar un brazo robótico equipado con láser para inspeccionar la nave después de un lanzamiento en el que la caída de escombros hacen preocupar a los que recuerdan el desastre del Columbia, hace dos años.
Los astronautas desplegaron remotamente el brazo, que tiene una extensión de 50 pies (15,24 metros) con un láser al final, y lo probaron antes de que a última hora del día lo vuelvan a utilizar para comprobar si hubo daños durante el lanzamiento.
La inspección por láser es parte de los nuevos procedimientos introducidos después de la desintegración del Columbia cuando retornaba a la Tierra el 1 de febrero de 2003, debido a que una pieza de espuma del tanque exterior de combustible del tamaño de un portafolios había hecho un boquete en la protección de las alas durante el lanzamiento.
El video de una de las cámaras que grabó al Discovery el martes en su despegue desde Cabo Cañaveral, Florida, mostró una muesca en la protección exterior cerca del morro del tren de aterrizaje y a un pieza de restos cayendo del tanque exterior del combustible.
Esta última no dañó el trasbordador, pero la muesca de 2,5 centímetros en la capa de protección requerirá estudios mayores antes de que los ingenieros de la Nasa puedan saber por qué ocurrió y si supone un peligro para el Discovery, dijo el director de las operaciones de vuelo, John Shannon.
Los daños en el armazón durante en un vuelo no son inusuales, pero bajo las nuevas reglas de seguridad, la Nasa debe asegurarse de que ningún problema pueda generar un desastre como el del Columbia.
Debido a las restricciones de tiempo, la inspección del miércoles con láser se centrará en el borde delantero de las alas del trasbordador y en su morro, pero no en la parte dañada, dijo Shannon.
Shannon dijo que probablemente sería el viernes cuando se examinaría.
Si los ingenieros de la Nasa determinan que hay un daño peligroso en el Discovery, los astronautas podrían tratar de repararlo con arreglos experimentales que planean probar después en el vuelo.
En el peor de los casos, la tripulación se podría refugiar en la Estación Espacial Internacional y aguardar a un vuelo de rescate del trasbordador Atlantis, que está siendo preparado para el lanzamiento en Florida.