La rotonda existente en Garrucha hacia Vera está provocando mofa en el pueblo debido a la tardanza en ser urbanizada tal y como prometió insistentemente el actual equipo de gobierno del PSOE y a la barca tan exigua que en ella han colocado, una rotonda de la que parecen olvidarse y que contrasta con el interés que han mostrado por la de las banderas.
La principal crítica que los más adeptos al equipo de gobierno le hacen a la alcaldesa es que empezaron prometiendo una bajada del IBI y lo han dejado como estaban en lo que tiene competencia el Ayuntamiento, habiendo sido el gobierno del PP quien ha bajado el valor catastral y no el índice municipal con que la Alcaldía grava esa cuantía.
Otra de las promesas electorales estrella era la limpieza y el Paseo Marítimo se ha pasado un mes lleno de polvo sahariano además de brillar por su ausencia la limpieza en las dos principales vías urbanas de la localidad, donde la escasez de aparcamientos es notorio por el gravamen impuesto a las dos zonas de aparcamientos, la del puerto deportivo y la de la plaza de Pedro Gea.
Especial énfasis se pone en los sueldos de los concejales al contar los siete con uno pese a haber criticado ferozmente al PP por haber hecho lo mismo.
La sensación social de parálisis municipal es notoria y se pone especial énfasis en el alejamiento de los concejales que conforman el equipo de gobierno socialista de su entorno social, significando que huyen de él para no dar explicaciones sobre los muchos interrogantes generados.