Por: DR JOSE MARIA MANUEL GARCIA-OSUNA y RODRIGUEZ
-ILTMO. DR. DON JOSÉ MARÍA MANUEL GARCÍA-OSUNA Y RODRÍGUEZ–
-Historiador-Diplomado en Estudios Avanzados de Historia Antigua y Medieval y Médico-Familia de Atención Primaria.
-Académico-Correspondiente de la Real Academia de Medicina de Asturias (año-2013). RAMPA. IDE.
-Cofrade de Número de la Imperial Cofradía de Alfonso VII el Emperador de León y el Pendón de Baeza. (Creación año-1147).
-Socio de Número de la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas. ASEMEYA.
-Socio de Número de la Asociación de Hispanistas del BeNeLux.
-Historiador de HISTORIA-16.
-Académico-Correspondiente del Instituto de Estudios Históricos Bances y Valdés.
I.-RESUMEN-
De nuevo me voy a aproximar, dentro de la sección ‘PERSONAJES DE LA HISTORIA’ de la conspicua Gaceta de Almería, que me otorga todo tipo de prebendas culturales paradigmáticas, para poder con todo rigor acercarme a personajes importantes de la historiografía.
Hoy de nuevo lo hago con otra mujer, eximia en la Alta Edad Media hispana, ya que formará parte de la esencial y conspicua Historia de la estructura sociopolítica más importante del Medioevo, y me refiero, como es de rigor esperar, al más adelantado de toda la Península Ibérica, es decir el REINO DE LEÓN/LLEÓNo REGNUM IMPERIUM LEGIONENSIS o REINO DEL IMPERIO LEONÉS.
El personaje histórico, que hoy me ocupa y me preocupa, es una de sus Reinas, en este caso titular asimismo, y no consorte. Me estoy refiriendo a la Reina SANCHA I ADEFÓNSEZ DE LEÓN, quien marcó normas sociopolíticas en todo lo que se refiere a su época y a su familia, enalteció a las mujeres, y dejó el terreno histórico preparado, fehacientemente, para la llegada, años después, de su genial nieta, la primera reina y emperatriz titular de Europa, a saber URRACA I ADEFÓNSEZ “LA TEMERARIA” DE LEÓN[León, 24 de junio de 1081-REINA/EMPERATRIZ DE LEÓN entre los años 1109 y, Saldaña, 8 de marzo de 1126]; “IMPERATRIX LEGIONIS ET REGINA TOTA YSPANIE”. La que firmaba como ‘EGO SUM REX’. Cuyo hijo ALFONSO VII “EL EMPERADOR” DE LEÓN [Caldas de Reyes, 1 de marzo de 1105-REY/EMPERADOR DE LEÓN entre 1126 y, Pasaje de La Fresneda/Santa Elena, 21 de agosto de 1157] signaba como ‘IMPERATOR LEONIS’ o ‘EGO ALDEFONSUS DEI GRATIA HYSPANIARUM IMPERATOR…’.
II.-SU FAMILIA. SU NACIMIENTO –
La documentación sobre la Reina Sancha de León, antes de su enlace marital con el conde Fernando Sánchez de Burgos, es escasa, y si fuese por ella, sería ciertamente complejo tener alguna certidumbre sobre su importancia ulterior en el Regnum Imperium Legionensis. Está clara que la juventud de la infanta, una niña sensu stricto, es un importante problema para que fuese incluida en la diplomatura regia leonesa, y además en un momento difícil para la curia regias legionense; ya que el monarca del Reino de León es un adolescente, y hermano de la infanta; el regio-padre de ambos ha fallecido en plena juventud.
La Corona de León está tratando de recuperarse de las terribles heridas que le ha provocado la violencia etnocida del caudillo/hayyib mahometano Almanzor/Al-Mansur o “el Victorioso” (Abu’Amir Muhammad ben Abi’Amir Al-Ma’afiri. C. 939, Torrox/Turrush, Málaga-Medinaceli, 9 de agosto de 1002. Su familia era árabe yemení), quien realizó múltiples campañas-aceifas o razzias contra el Reino de León, y sus territorios dependientes, Galicia o Castilla, e inclusive contra el reino de los vascones de Pamplona.
Era un musulmán sumamente religioso, y de una ambición patognomónica. Por todo ello sería apoyado por las autoridades religiosas califales omeyas de Córdoba. A pesar de sus numerosos triunfos contra los reinos cristianos del norte peninsular, apenas recuperó territorios para el califato hispano. Tuvo dos esposas principales, entre otras muchas: ASMAA EBNAT GHALIB; y la pamplonesa ABDA/URRACA SÁNCHEZ, y dos hijos importantes.
- Su sucesor: Abd Al-Málik Al-Muzáffar (Abd al-Málik ibn Muhámmad ibn Abi’Amir al-Muzáffar. 975, Córdoba/Al-Ándalus-Córdoba, 20 de octubre de 1008. Su madre sería Al-Dalfá/“la Chata”).
- Sanchuelo (Abd Al-Rahman ibn Sanchul/Sanyul. “Nasir Al-Dawla”. Córdoba, ¿983?-Córdoba, 3 de marzo de 1009. Su madre era Abda/Urraca Sánchez). Sus abuelos maternos serían los reyes de Pamplona: SANCHO GARCÉS II “ABARCA” (938-REY DE PAMPLONA/NÁJERA entre 970 y 994) y URRACA FERNÁNDEZ (post 932-m. 1007).
-SUS PADRES FUERON:
1º) El Rey ALFONSO V “EL NOBLE O EL DE LOS BUENOS FUEROS” DE LEÓN [c. 994-REY DE LEÓN entre los años 999 y Viseu/Reino de León, 7 de agosto de 1028]. En el año 1017 reuniría a su curia regia (en la catedral-románica de León), donde se promulgaría el Fuero de León, conformado por 20 preceptos o normas legales, a los que se añadieron otros 28 referidos a la minuciosa regulación de la vida en la propia caput regni.
El soberano recibiría un flechazo mortal cuando, sin la protección de la precisa armadura, sitiaba la plaza fuerte legionense, en el Territorio Portucalense, de Viseo y estaba inspeccionando los puntos débiles de sus murallas.
Sería inhumado en el actual Panteón de Reyes de San Isidoro de León: “H. IACET ADEFONSUS QUI POPVLATIT LEGIONEM…ET DEDIT BONOS FOROS ET FECIT/ECCLESIAM HANC LVTO ET LATERE. HABVIT PRAELIA CUM/SARRACENIS, ET INTERFECTUS, EST SAGITIA APUD VISEUM/PORTUGAL FUIT FILIUS VEREMUNDI ORDONII/OBIIT ERA M SEXAGESIMA QUINTA III NAS M”.
-LOS REYES SANCHA I Y FERNANDO I DE LEÓN-
2º) La Reina ELVIRA MENÉNDEZ [c. 996-REINA-CONSORTE DE LEÓN desde el año 1015 hasta León, 2 de diciembre de 1022]. Podría haber fallecido por algún tipo de neoplasia o algún tipo de enfermedad febril.
Sería inhumada en el ya mencionado Panteón de Reyes de San Isidoro de León: “H. R. REGINA DOMNA GELOIRA UXOR REGIS ADEFONSI FILIA MELENDI COMITIS, OBIIT III NON. DEC….JACET HAC IN FOSSA GELOIRAE REGINAE PULVIS ET OSSA PROLES MENENDI, ET TUK, QUAE OBIIT IIII. NON. DEC. ERA LX POST M”.
3º) Su hermano sería el Rey VERMUDO III “EL JOVEN O EL MOZO” DE LEÓN [León, 1017-REY DE LEÓN entre 1028 y la batalla de Tamarón/Burgos, 4 de septiembre de 1037]. En dicha batalla trató de poner orden en la rebelión de su cuñado el conde Fernando Sánchez de Burgos. Su veloz caballo Pelayuelo se adelantó a la poderosa caballería legionense, que no le pudo seguir, y sería, por consiguiente, asaeteado y atravesado por espadas y puñales, se indica que hasta en cuarenta ocasiones, y las mesnadas leonesas, siempre mucho más poderosas y mejores que las de los castellanos, no llegaron a tiempo de rescatarlo.
Existen dos lugares eclesiásticos que se disputan la existencia de sus restos: el Monasterio de Santa María la Real de Nájera, y, el de en el 100% de certidumbre, según los estudios forenses realizados, que es el Panteón de Reyes de San Isidoro de León: “HIC EST CONDITUS VEREMUDUS JUNIOR, REX LEGIONIS, FILIUS ADEFONSIS REGIS. ISTE HABEBIT GUERRAM CUM COGNATO SUO REGE MAGNO FERNANDO, ET INTERFECTUS EST AB ILLO IN TAMARA PRAELIANDO. ERA MLXXV”.
III.-SU FILIACIÓN Y SUS PRIMEROS AÑOS-
La infanta Sancha Adefónsez de León o REINA-EMPERATRIZ SANCHA I DE LEÓN; nacería, probablemente en la propia capital imperial, León, hacia el año 1018. Tuvo como nodriza a Fronilde Gundemáriz, en la parroquia de Santo Estevo de Piadela, cerca de la ciudad de Betanzos/Flavium Brigantium; y ahí pasaría buena parte de su niñez.
Cuando ha cumplido los diez años, se concierta su matrimonio con el conde García Sánchez de Burgos (1009-13 de mayo de 1029). Y aunque no existen datos históricos fehacientes de ello, el ‘Romance del Infante García’ relata que sería asesinado, en las calles de León, cuando había ido a conocer a su prometida, la tarde del 13 de mayo de 1029, junto a la iglesia de San Juan Bautista de León, la actual Basílica de San Isidoro de León, por integrantes de la familia de los condes Vela de Álava, por la enemiga existente entre esta familia alavesa y la del conde Fernán González de Burgos (FREDINANDUS GUNDISALVIZ. Castillo de Lara, c. 910-Conde de Castilla/Burgos, Álava, Lantarón y Cerezo. Entre 931 y 944; y 945-970. Falleció en Burgos/Reino de León). La niña desesperada y llorando amargamente se arrojó sobre el cadáver de su prometido, del que tuvo que ser separada con cierto grado de violencia y de agresividad.
Del tiempo de su infantazgo solo se conocen dos documentos, y ambos son relativos a donaciones de su regio-hermano, el primer documento a la clerecía de Santiago de Compostela (año-1029), y el segundo en agosto de 1032; los dos referidos a la preparación de sus dos matrimonios (el primero con el conde de Burgos), y el segundo, celebrado en el último trimestre de 1032 con el conde-infante de Burgos, Fernando Sánchez; luego:
REY FERNANDO I “EL MAGNO o EL GRANDE” DE LEÓN [c. 1016. Reino de Pamplona-CONDE DE BURGOS/CASTILLA desde 1029. Y REY-EMPERADOR DE LEÓN entre 1037 y León, 27 de diciembre de 1065]:
«Podemos y debemos afirmar con absoluta certeza el hecho de que Fernando nunca fue rey de Castilla, y que esta nunca cambió su naturaleza de condado, subordinado al rey de León, para convertirse en un reino, hasta la muerte de Fernando I el año 1065» (G. Martínez Díez. Medievalista jesuita castellanista. 1924-2015).
IV.-SUS CONSPICUOS CINCO HIJOS-
A partir de su boda, Sancha firma todos los documentos como reina de León, del que es la soberana titular, y no existe ninguna excepción a ello. Por lo que es muy complicado como analizar, en este caso, que puede significar y quien ‘monta tanto, o tanto monta’ entre Sancha y Fernando.
-LA REINA URRACA I DE LEÓN-
Tuvieron cinco hijos. Utilizaré los cálculos de la Historia Legionense para las fechas de sus nacimientos, o del Cronista Anónimo de Sahagún, o de la propia diplomatura de la Curia Regia:
1ª)URRACA FERNÁNDEZ (León, c. 1033-León, 1103). La Infanta leonesa y Señora de Zamora fue la madrina de armas de Rodrigo Díaz de Vivar /El Cid Campeador (¿Vivar del Cid?/Burgos, c. 1048-Valencia, 1099). Su notorio ‘CÁLIZ DEDOÑA URRACA’, es una pieza de orfebrería del siglo XI, para el que la infanta ofreció sus propias joyas. Se cree que es el Santo Grial de Cristo (IN NOMINE: DOMINI VRRACCA FREDINANDI). Está enterrada en el Panteón de Reyes de San Isidoro de León:
«H. R. DOMNA URRACA REGINA DE ZAMORA, FILIA REGIS MAGNI FERDINANDI. HAEC AMPLIFICAVIT ECCLESIAM ISTAM, ET MULTIS MUNERIBUS DITAVIT. ET QUIA BEATUM ISIDORUM SUPER OMNIA DILIGEBAT. EJUS SERVITIO SUBJUGAVIT. OBIIT ERA MCXXXVIIII…NOBILIS URRACA JACET HOC TUMULO TUMULATA HESPERIAEQUE DECUS HEU TENET HIC LOCULUS HAEC FUIT OPTANDI PROLES REGIS FREDENANDI. AST REGINA FUIT SANCTIA QUAE GENUIT CENTIES UNDECIES SOL VOLVERAT ET SEMEL ANNUM CARNE QUOD OBTECTUS SPONTE».
-EL REY SANCHO III “EL MAYOR” DE PAMPLONA Y DE LEÓN-
El maledicente historiador y geógrafo mahometano Ibn Idari Al-Marrecoxi (siglo XIII. Su obra es: Al-Bayan Al-Mughrib) refiere, ya en el siglo XIII, que existió una relación incestuosa entre Urraca y su hermano Alfonso, lo que fue aceptado por R. Menéndez Pidal y por E. Levi-Provençal; hoy los medievalistas, de cualquier tendencia lo consideramos legendario o fantástico. Aunque el cronista leonesista Lucas de Tui, “el Tudense”, se atrevió, sin ninguna razón de peso, a indicar que incluso llegaron a contraer matrimonio, y Urraca fue entronizada como reina; todo ello no tiene el más mínimo respaldo histórico. Pero sí tuvo una gran influencia en el aula regia de su hermano Alfonso.
2º)SANCHO FERNÁNDEZ. Sería el primer rey de Castilla como Sancho I y, sobre todo, de León como Sancho II “el Fuerte” [Zamora, 1038/1039-REY DE CASTILLA entre 1065 y 1072. REY DE GALICIA entre 1071 y 1072. REY DE LEÓN en 1072. Moriría en el Cerco-Sitio de Zamora, el 7 de octubre de 1072]. A finales del año 1063, Fernando y Sancha convocaron una Curia Regia donde explicaron cual iba a ser su testamento, y siguiendo la legislación habitual en el Reino de Pamplona y de Nájera decidieron dividir sus territorios patrimoniales entre sus hijos.
Se casaría con Alberta (¿?-REINA CONSORTE DE CASTILLA entre 1065 y 1072), cuyo extraño nombre anuncia ser extranjera, y podría ser inglesa
Sancho recibió, por consiguiente, como primer hijo varón el Condado de Burgos, elevado ahora a Reino de Castilla, y las parias provenientes del reino-taifa de Zaragoza. Esto le colocaba por debajo de su hermano Alfonso, lo que nunca aceptó, ya que al no recibir León, no obtenía el titulo imperial anexo al Reino de León. Y el propio infante lo reconoce cuando escribe en un diploma que: ‘Mandando o imperando el príncipe Sancho en Burgos, y mi hermano el emperador Alfonso en León’. Con lo cual ya estaba en marcha el problema bélico entre ambos hermanos. Además, es muy posible que Urraca y Elvira presionasen a sus padres por Alfonso, cuyo carácter era mucho más asequible y reflexivo; lo que incrementó la ya indudable preferencia de sus regios-padres por Alfonso. En psicología se puede mencionar la existencia de un complejo de ‘aceituna rellena’ en el carácter de Sancho.
3ª)ELVIRA FERNÁNDEZ (1039/1040-15 de noviembre de 1099). Fue la Señora de Toro. Antiguos genealogistas afirman, sin muchos datos fehacientes, que esta infanta leonesa se casó con su pariente-primo-segundo el conde García Ordóñez (¿?-Murió en la batalla de Uclés en 29 de mayo de 1108. Se le llamó ‘García de Grañón’ o ‘el Crespo’ o ‘el Boquituerto’), o con otro magnate llamado Sancho Fernández, habiendo concebido de este último a un hijo llamado Fernando Iohannes, ella no menciona a ningún marido o hijo en su testamento, que otorga el 11 de noviembre (en la villa de Tábara), y en el que deja a su hermana sus heredades de San Pelayo, de San Isidoro y de Covarrubias, y a su sobrina-nieta Sancha Raimúndez (1095/1102-28 de febrero de 1159), hija de la reina Urraca I “la Temeraria” de León y del conde de Galicia Raimundo de Borgoña (Besançon, 1070-Grajal de Campos, 20 de septiembre de 1107), Tábara, la villa de Wamba, etc. El 16 de enero de 1100, Alfonso VI de León, su hermano, confirmó las donaciones realizadas a la Catedral de Santiago de Compostela por la infanta ya muerte.
-EL REY ALFONSO VII “EL EMPERADOR” DE LEÓN-
Asimismo está enterrada en el Panteón de Reyes de San Isidoro de León:
«H. RE. DOMNA GELOIRA, FILIA REGIS MAGNI FERDINANDI. VASFIDEI, DECUS HESPERIAE TEMPLUM PIETATIS. VIRTUS JUSTITIAE SIDUS, HONOR PATRIAE. HEU QUINDENA DIES MENSIS, GELOIRA, NOVEMBRIS EXILIUM MULTIS, TE MORIENTE FUIT. ANNIS MILE VIIII CXXX PERACTIS TE TUA MORS RAPUIT, SPES MISEROS LATUIT».
4º)ALFONSO FERNÁNDEZ. Nominado como Alfonso VI “el Bravo” de León. [León, 1040/1041-REY/EMPERADOR DE LEÓN desde 1065 hasta 1072, y desde 1072 hasta 1109. REY DE GALICIA desde 1071 a 1072, y desde 1072 a 1109. REY DE CASTILLA entre 1072 y 1109. Fallecería en Toledo/Reino de León, 1 de julio de 1109]. Era: ‘un infante leonés con sangre pamplonesa y castellana’.
Quizás por su carácter, pero también por su inteligencia, era el preferido de sus padres; de esta forma es por lo que le otorgan el Reino de León, con el título aparejado de emperador.
Según el obispo Pelayo de Oviedo, escrito en su Chronicon regum legionensium,el monarca de León tuvo cinco esposas, un matrimonio fallido y dos concubinas muy nobles:
A)ÁGATA DE NORMANDÍA, pero la muerte prematura de la novia frustró el matrimonio.
B)INÉS DE AQUITANIA (c. 1059-6 de junio de 1078. Sería inhumada en Sahagún). La boda tuvo lugar, previo acuerdo en 1069, a finales de 1073 o principios de 1074.
-EL OBISPO LEGIONENSE LUCAS DE TUI-
C)JIMENA MUÑOZ. Concubina Nobilissima. Tuvieron dos hijas: a) Elvira Alfónsez (c. 1079-abril de 1157. Se casó con el conde Raimundo IV de Toulouse, al enviudar con el conde Fernando Fernández de Carrión; b) Teresa Alfónsez de León (c. 1080-Monasterio de Montederramo/Póvoa de Lanhoso, 11 de noviembre de 1130). Condesa de Portugal. Se casó con el conde Enrique de Borgoña. El hijo de ambos fue el primer rey independiente del condado de Portugal, Alfonso I Enríquez/Afonso Henríques [Guimaraes o Viseu, 25 de julio de 1109-REY DE PORTUGAL desde 26 de julio de 1139, hasta Coímbra, 6 de diciembre de 1185].
D)CONSTANZA DE BORGOÑA (1046-1093). Su boda se produjo hacia finales de 1079. Aparece en un diploma del 8 de mayo de 1080. Esta condesa ya era viuda del conde Hugo II de Chalon-sur-Saône. Con el soberano de León tendría seis hijos, cinco de ellos fallecidos en la más tierna infancia. Solo sobreviviría: a) La Reina Urraca I de León. Quien se casaría en dos ocasiones, la primera vez con Raimundo de Borgoña, con quien alumbró a Alfonso VII “el Emperador” de León y a la infanta Sancha Raimúndez; y tras enviudar lo haría con el Rey-Emperador Alfonso I “el Batallador” de Aragón y de Pamplona y VIII de León [c. 1073-REY DE ARAGÓN Y DE PAMPLONA entre 1104 y 1134. REY-EMPERADOR DE LEÓN desde 1109 hasta 1126]. Tras obtener la anulación de su matrimonio con “el Batallador” tuvo una relación amorosa plena con el conde Pedro González de Lara “el Romero” (¿?-Bayona, 16 de octubre de 1130. Fue herido en el asedio de Bayona, cayó de su caballo y se rompió un brazo), tendrían dos hijos: A) Elvira Pérez de Lara (c. 1111-c. 1174), B) Fernando Pérez Furtado (c. 1114-1156).
El matrimonio entre Urraca I y Alfonso “el Batallador” es definido como incestuoso (eran bisnietos de Sancho III “el Mayor” de Pamplona) por el papa Pascual II [Cardenal Rainero Raineri di Bleda. Bleda de Santa Sofía, c. 150-PAPA Nº 160 DE LOS CATÓLICOS, entre el 13 de agosto de 1099 y Roma, 21 de enero de 1118], y amenazados de excomunión, el matrimonio es anulado.
La Reina de León afirmaba, según aparece en los Anales de la Corona de Aragón, de Jerónimo Zurita (1512-1580) QUE: “…Aunque el matrimonio se efectuó muerto el rey, su padre, con voluntad y orden de los grandes de su reino, fue contra la suya y que recibió muchos denuestos y se le hicieron malos tratamientos por el rey de Aragón y que usaba gran tiranía y echó a los obispos de León y de Burgos de sus iglesias, y prendió al de Palencia, y desterró al obispo de Toledo por dos años de su diócesis siendo legado de la sede apostólica, y que sacó del Monasterio de Sahagún al abad y puso en él a don Ramiro, su hermano. Era la pasión tan terrible, que la reina afirmaba que con gran furor y odio procuraba la muerte del infante, creyendo suceder en el reino. Y con esto iban incitando y conmoviendo contra él los pueblos”.
-CANTIGAS DEL REY ALFONSO X“ELSABIO”. ACEIFA DE ALMANZOR-
E)ZAIDA. Según Pelayo de Oviedo fue otra de las Concubinas del Rey de León, bautizada como Isabel. Hijos: a) Sancho Alfónsez (c. 1094-1108). Su único varón y heredero al trono. Pasaría a mejor vida en la batalla de Uclés (1108. Contra los almorávides de Alí ibn Yusuf). Para Ruy Ximénez de Rada en su De rebús Hispaniae (Editor J. Fernández Valverde, 1987), Zaida es esposa de Alfonso VI. En la Crónica Najerense(Editor. A. Ubieto Arteta. 1966). y en el Chronicon mundi (Editor J. L. Martín Rodríguez, Salamanca) por el contrario Zaida es concubina del monarca legionense. El 14 de abril de 1107 el rey concede fueros a Astorga ‘cum uxore mea Elisabeth et filio nostro Sancio’. El 27 de marzo de 1106 confirma una donación al monasterio de Lorenzana, que confirma que hay un matrimonio totalmente legítimo: ‘…eiusdemque Helisabeth Regina sub maritali copula legaliter aderente’.Por lo tanto con lo anterior existen varios autores a favor y en contra de que Zaida e Isabel sean la misma persona, y de que la ex-musulmana fuese esposa y reina de León. Citaré a: De Salazar y Acha; G. Martínez Díez; B. F. Reilly; R. Menéndez Pidal; E. Lévi-Provençal, y Montaner Frutos.
-EL ARZOBISPO TOLEDANO RUY XIMÉNEZ DE RADA-
F)BERTA. Boda el 25 de noviembre de 1093. Su presencia en el Aula Regia es desde el 28 de abril de 1095. Fallecería entre el 17 de noviembre de 1099 y el 15 de enero de 1100, momento en que la donación realizada a la catedral de Compostela es solitaria por parte del monarca de León.
G)ISABEL. A principios del año 1100. Existe una plena confusión con Zaida. Tuvieron dos hijos: a) Sancha Alfónsez (c. 1102-c. 1125. Esposa del conde Rodrigo González de Lara); b) Elvira Alfónsez (c. septiembre 1103-6 de febrero de 1135. Casada con el rey Roger II de Sicilia).
H)BEATRIZ. Boda en los albores de 1108. Dos diplomas reales nos lo subrayan: catedrales de León (1-I-1109) y de Oviedo (25-IV-1109). Tras enviudar se casaría con el conde de Maine, Elías de la Flèche.
5º)GARCÍA FERNÁNDEZ. Nominado como Rey García II de Galicia [1042-REY DE GALICIA entre 1065 y 1071 y 1072 y 1073. Fallecería prisionero cargado de cadenas, y prisionero de su hermano Alfonso VI en el castillo de Luna, en el año 1090]. Está enterrado en el Panteón de Reyes de San Isidoro de León, “La Capilla Sixtina del Arte Románico”. Su educación fue encomendada al obispo compostelano Cresconio II (1036-1066)
«H. R. DOMINUS GARCIA REX PORTUGALLIAE ET GALLECIAE. FILIUS REGIS MAGNI FERDINANDI. HIC INGENIO CAPTUS A FRARE SUO IN VINCULIS. OBIIT ERA MCXXVIII XIª KAL. APRIL». Cuya Traducción sobrecoge: ‘Aquí yace el rey García de Portugal y de Galicia, hijo del gran rey Fernando, que fue capturado por su hermano con engaño. Murió preso el 22 de marzo de 1090’. Por presión de las infantas Urraca y Elvira, y el arrepentimiento del Rey de León, cuando García II enferma gravemente, probablemente de un IAM o Infarto Agudo de Miocardio, su hermano ordena que sea liberado y traído a León para una hipotética curación, pero muere en el camino.
La Historia Legionense o Legionensis o Crónica Silense indica cual era el comportamiento existente en esa familia, y como la reina Sancha decidía, aunque fuera en la sombra:
«EL REY FERNANDO EDUCÓ A SUS HIJOS E HIJAS INSTRUYÉNDOLOS EN PRIMER LUGAR EN LAS DISCIPLINAS LIBERALES, QUE ÉL MISMO HABÍA ESTUDIADO ERUDITAMENTE, Y LUEGO DISPUSO QUE SUS HIJOS, A LA EDAD OPORTUNA, APRENDIESEN LAS ARTES ECUESTRES Y LOS EJERCICIOS MILITARES Y VENATORIOS AL ESTILO ESPAÑOL, Y A LAS HIJAS, LEJOS DE TODA OCIOSIDAD, LAS FORMÓ EN LAS VIRTUDES FEMENINAS HONESTAS».
Las disciplinas liberales citadas por la Historia Legionense son el trívium (gramática/entrada, lógica/procesamiento y retórica/salida)y el quadrivium(aritmética, geometría, música y astronomía); ambas disciplinas pretendían llevar al estudiante hacia el arte liberal por excelencia o filosofía y la teología. Por deseo expreso de su madre, tanto ella como la otra infanta, Elvira, se ocuparon de la directa educación de su hermano Alfonso, por el que sintieron, sobre todo Urraca, un gran afecto maternal
-EL REY ALFONSO V “EL DE LOS FUEROS” DE LEÓN-
Y es oportuno conocer, sobre lo anterior, el texto del Romance XI de la Infanta Doña Urraca, que se fue para Cabezón a quejarse muy malamente al rey su padre, el texto es de los denominados Romances del Cid, según edición de Ramón Menéndez Pidal:
«MORIR VOS QUEREDES, PADRE, ¡SAN MIGUEL VOS HAYA EL ALMA!-MANDASTES LAS VUESTRAS TIERRAS A QUIEN SE VOS ANTOJARA: DISTE A DON SANCHO A CASTILLA, CASTILLA LA BIEN NOMBRADA,-A DON ALFONSO A LEÓN CON ASTURIAS Y SANABRIA,-A DON GARCÍA A GALICIA CON PORTUGAL LA PRECIADA,-¡Y A MÍ, PORQUE SOY MUJER, DEJÁISME DESHEREDADA!-IRME HE YO DE TIERRA EN TIERRA COMO UNA MUJER ERRADA; -MI LINDO CUERPO DARÍA A QUIEN SE ME ANTOJARA, -A LOS MOROS POR DINERO Y A LOS CRISTIANOS DE GRACIA; -DE LO QUE GANAR PUDIERE, HARÉ BIEN POR VUESTRA ALMA. -ALLÍ PREGUNTARA EL REY: ¿QUIÉN ES ESA QUE ASÍ HABLA?- RESPONDIERA EL ARZOBISPO: VUESTRA HIJA DOÑA URRACA.- CALLEDES, HIJA, CALLEDES, NO DIGADES TAL PALABRA, -QUE MUJER QUE TAL DECÍA MERECÍA SER QUEMADA. –ALLÁ EN TIERRA LEONESA UN RINCÓN SE ME OLVIDABA, -ZAMORA TIENE POR NOMBRE, ZAMORA LA BIEN CERCADA, -DE UN LADO LA CERCA EL DUERO, DEL OTRO PEÑA TAJADA. -¡QUIEN VOS LA QUITARE, HIJA, LA MI MALDICIÓN LE CAIGA! –TODOS DICEN: ‘AMEN, AMEN’, SINO DON SANCHO QUE CALLA».
V.-SU ESTATUTO POLÍTICO EN EL REINO DE LEÓN-
Las crónicas pro-leonesas: La “Historia Legionense”, la “Crónica Najerense o del Reino de León” y la “Crónica del Mundo” del “Tudense”, e inclusive la “Historia” de Jiménez de Rada más castellanista, son donde se cita a la infanta. Desde el punto de vista de la lógica política de la época, según el lugar filial que ocupaba, no estaba destinada a reinar, y mucho menos en un Reino de León, cuyo título era inherente a ser emperador, y más, si cabe, siendo una mujer.
-CENOTAFIO DEL CONDE LEONÉS PEDRO ANSÚREZ-
Con su, esperado y fallido por el asesinato del novio, matrimonio con el conde García Sánchez de Burgos, la Curia Regia leonesa pretendía afirmar su dominio sobre aquel absurdo y levantisco territorio. En ese momento, es lógico pensar, la perplejidad y la desazón que se produjo entre los asesores del rey-niño Vermudo III, e inclusive entre los allegados al conde castellano muerto; ya que este pacto matrimonial pretendía poner límites a la ambición desmedida del monarca de los vascones, Sancho III Garcés “el Mayor” de Pamplona y de Nájera [c. 992/996-REY DE PAMPLONA Y DE NÁJERA desde 1004 hasta, 18 de octubre de 1035], que asimismo se intitulaba como “Sancius Pampilonensium et Naierensis Rex OSancius rex in sede Legionense ORegnum imperium rex Sancius in LegioneORex IbericusO Sancio rege Navarriae Hispaniarum”.
Tras la pesadilla lamentable de las aceifas del caudillo amirí, Almanzor, los condados castellanos, sobre todo el de Burgos, presentaba algunas reticencias sobre sus señores naturales que eran los Reyes-Emperadores de León. En este último se habían producido algunas guerras civiles entre sus monarcas, verbigracia entre Vermudo II “el Gotoso” [c. 948/953-REY DE LEÓN desde 981 y 982, luego desde 985 hasta septiembre de 999] y Ramiro III “el Rey-Niño” [961-REY DE LEÓN entre 966 y 26 de junio de 985], lo que había sido aprovechado por algunos de sus condes-dependientes para exigir prebendas políticas. Además algunos monarcas legionenses, asimismo, morían jóvenes, por ejemplo: Ordoño III [c. 925-REY DE LEÓN desde 951 hasta, Zamora, 956], y Sancho I “el Craso” [c. 935-REY DE LEÓN entre 956 y 958, y 960 y, entre el 15 de noviembre y el 19 de diciembre de 966].
El conde de Burgos hubiera podido librarse, con este matrimonio, de la tutela del poderoso soberano pamplonés, y por medio de la protección de la Curia Regia leonesa se hubiese conseguido crear un contrapoder a la influencia de la esfera pamplonesa, todo ello alrededor de la Reina-regente Urraca Garcés de León [¿?-REINA-CONSORTE DE LEÓN desde 1023. Fallecería el 12 de agosto de 1041], viuda ya del Rey Alfonso V de León, y hermana de Sancho “el Mayor”; pero que, como era habitual en las princesas vasconas, no iba a permitir más intromisiones de su poderoso y grande hermano.
-REY VERMUDO III “EL MOZO” DE LEÓN-
Por todo lo que antecede, Sancho III fue el gran beneficiado de la muerte del joven magnate burgalés, aunque no hubiese tenido que ver nada con el asesinato, lo que está en duda. En primer lugar incrementó su señorío sobre el condado de Burgos, puesto que su reina Muniadonna-Mayor Sánchez [995-REINA-CONSORTE DE PAMPLONA entre 1011 y 1035.Fallecería el 13 de julio de 1066 o 1067], quien al ser la hermana del conde asesinado, y como en el caso de los condados no había ningún problema en ser mujer, ella podía heredar el preciado condado.
El monarca de los baskunni incrementaba su predicamento en León, ya que su segundogénito Fernando se iba a matrimoniar con la jovencísima infanta leonesa, objeto central del deseo en este momento histórico, es decir Sancha Adefónsez. A continuación Sancho “el Mayor” dio la orden de asesinar a los matadores del conde de Burgos: “Interfectores autem cognati sui infantis Garsie digna ultione interfecit”.
VI.-TEXTOS SOBRE EL MAGNICIDIO DEL CONDE GARCÍA SÁNCHEZ DE BURGOS, Y EL ROL DE SANCHA-
Pero, existen otros textos, más ecuánimes y asépticos, que no otorgan tanto protagonismo benefactor al soberano vascón, y me refiere, en primer término, a la “Estoria de España”(R. Menéndez Pidal, editor. 1955)del Rey Alfonso X “el Sabio” de León y de Castilla y de Andalucía [Toledo, 23 de noviembre de 1221-REY DE LEÓN, DE CASTILLA Y DE ANDALUCÍA, entre 1252 y 1284. Fallecería en Sevilla, el 4 de abril de 1284], y a continuación a la “Crónica del Reino de León o Najerense”:
«Quo mortuo, Ueremundus filius eius suscepit in regnum; qui quamuis puer esset, accepto tamen a maioribus regni sui consilio, sororem suam infantissam domnam Santiam infanti Garsie Santii, comitis Castelle filio desponsauit. Qui, cum ad ipsam traducendam Legionem uenisset, patrinus eius comes Uela Legionensis et filii eius ducti inuidia. Rege Ueremundo et cuncta fere cohorte Legionensium et Castellanorum in hastiludio se ducentibus, urbem ingresi, cesis quoscumque intra urbem inuenire potuerunt Castellanis, ad palatium ubi infans Garsias cum sua infantissa erat, accesserunt, et ipsum innocuum occiderunt, era Mª, LXª, VIª».
«Occiso infante Garsia, predicta infantissa domina Santia nupsit Fernando comiti, filio Santi regis Cantabrie (…)».
–LOS REYES DE LEÓN Y DE OVIEDO ALFONSO III “EL MAGNO” Y JIMENA-
De nuevo el Rey Sabio, en la “Estoria de España”, puntualiza claramente:
«Pero dize aquí el arçobispo don Rodrigo, et don Lucas de Tuy que acuerda con el, que antes mataron al infante que a otro ninguno de los caualleros, et quel mataron ante la puerta de Sant Juhan Bautista non lo sabiendo ninguno de los suyos; et matol Roy Vela, que era su padrino de bautismo, et era estonces ell infante de edad de XIII annos; et pues quel ouo muerto, fuese porral palacio a decirlo a donna Sancha su esposa (…)».
Existe una segunda versión sobre el hecho en dicha obra del Rey Sabio, dando más detalles a aquel magnicidio, que era una auténtica novedad, por el lugar en que había ocurrido, en las calles de la capital imperial legionense y, sobre todo, el maltrato realizado sobre ella, tratando de vencer su ataque de histeria, por medio de la agresión del conde FernantLaynez, algo que no gusta nada al cronista, y es indudable que la infanta se defendió; además de que el magnate parece ser que estaba confabulado en la muerte del conde de Burgos:
«Mas pero que assi fue como el arçobispo et don Lucas de Tuy lo cuentan en su latin, dize aquí en el castellano la estoria del Romanz dell infant Garcia dotra manera, et cuentalo en esta guisa…Que el inffant seyendo en el palacio fablando con su esposa, non sabiendo nada de su muerte, quando oyo demandar armas a grand priessa, diz que salio fuera a la rua por uer que era; et quando uio todos sus caballeros muertos, pesol muy de coraçon et lloraua fieramentre rompiendose todo por ellos. Los condes quando uieron all inffante estar en la rua, fueron pora ell, los uenablos en las manos, pora matarle; mas echaron las manos en el et leuaronle mal et desonrradamientre fasta el traidor del conde Roy Uela, que era su padrino como dixiemos. (…) La inffante donna Sancha quando sopo que el inffant Garcia era preso, fue pora alla quanto mas pudo; et quandol uio, començo a dar grandes iozes et dixo: “condes, non matedes all inffante, ca uestro señor es; et ruegouos que antes matedes a mi que a el”. El conde Fernand Llaynes fue muy sannudo contra la inffant, et diole una palmada en la cara. El inffant Garçia quando lo uio, con el grand pesar que ende ouo, pero quel tenien preso, començo de maltraerlos mal, et decirles ‘canes’ et ‘traydores’. Ellos quando ieron que assi los denostaua, dieron en el grandes feridas con los uenablos qued tenien, et mataronle. La inffante donna Sancha estonces con la grand coyta que ouo ende, edchose sobrel; et el traydor de Fernand Llaynez tomola essa ora por los cabellos et derribola por unas escaleras ayuso».
-ESTATUA BURGALESA DEL CID CAMPEADOR-
A continuación la obra del Rey Sabio de nuevo refiere, específicamente, que fue lo que ocurrió, y que fin tuvieron los asesinos. El rey Sancho III Garcés de Pamplona y de Nájera llamó, a rebato, a sus dos hijos: el primogénito, quien luego sería el monarca sucesor, como García Sánchez III de Pamplona y de Nájera [c. 1012, Nájera-REY DE NÁJERA, DE PAMPLONA, desde 1035, hasta batalla de Atapuerca, 1 de septiembre de 1054], y su segundogénito Fernando, ya citado como Rey Fernando I de León; y persiguieron a los criminales, los capturaron y los quemaron vivos.
Antes de que se celebren los esponsales entre Sancha y Fernando, la infanta leonesa exige que se castigue, seriamente, al conde FernantLaynez, quien a pesar de ser cómplice del magnicidio y de haberla maltratado, seguía en libertad. El cumplimiento de la venganza de la infanta, era condición sine qua non, para casarse con el conde de Burgos. El monarca de Pamplona cumplió lo que se le pedía y entregó, a la infanta de León, al mencionado conde, ella se encargará de realizar la justicia necesaria, por un delito de Alta Traición. El texto del Rey Alfonso X “el Sabio” sigue relatando los hechos:
«Estonces donna Sancha tomol et fizo justicia en el qual ella quiso, et fizola en esta guisa: tomo un cuchiello en su mano ella misma, et taiole luego las manos con que el firiera all infant et a ella misma, desi taiol los pies con que andidiera en aquel fecho, después sacole la lengua con que fablara la traycion; et desque esto oio fecho, sacole los oios con que lo uiera todo».
«Se nota cómo en el desarrollo de este relato interfiere una adaptación literaria de los acontecimientos. Favorecida por los elementos añadidos por los obispos de Tuy y de Toledo, y aún más por el romance, opera ya la dramaturgia: en la crónica alfonsina, doña Sancha se ha vuelto un personaje trágico que recibe un trato infamante, ante quien se mata al conde, y que actúa en el drama. De esta suerte, se desarrollan los aspectos emotivos y angustiosos de la escena, su intensidad. Sin embargo, este proceso que poetiza a la figura histórica de la infanta es muy reductor, puesto que sólo vehicula unos rasgos propios de la dramatización del personaje y de la historia. Es así como las características escogidas, basadas la mayor parte en el exceso, van a dejar el recuerdo de una mujer apasionada, pero también discreta, ya que a García le avisa que ande alerta con quienes puedan atentar contra su vida, lo cual, además, constituye otro recurso teatral, pues se amplifica el alcance del desarrollo final por su anuncio previo[“Et dixo allí donna Sancha:‘inffante, mal fiziestesque non aduxiestes con uusco uuestras armas, ca non sabedes quien uso quiere bien nin qui mal’. Respondiol el inffante et dixo:‘donna Sancha, yo nunca fiz mal nin pesar a ningun omne del mundo, et non se quien fuesse aquel quien me quisiesse matar nin otro mal fazer’. Respondiol estonces donna Sancha que sabie que omne auie en la tierra quel querien mal”], a la vez que se coloca a Sancha en el centro de la historia, en primer plano. Con todo, de víctima y de mujer prudente, se convierte en una reina dominada por el deseo de venganza y la pasión, ajena de cualquier templanza, lo que sin embargo tendría que vincularse estrechamente a su dignidad real. Así que, lo extraño no es tanto el castigo que se opera en el criminal, y que la Estoria de España describe minuciosamente – pies, manos y lengua cortados, ojos sacados –, como el hecho de que sea la propia doña Sancha quien aplica el castigo al reo. De hecho, alude esto a una representación negativa de la soberana, sean cuales fueren los sentimientos experimentados[Cabe recordar que la infanta Sancha sólo tenía, en aquel entonces, unos diez años, once como mucho, y acababa de ver por primera vez el esposo que le habían escogido los consejeros del rey de León, su hermano. En cuanto al conde de Castilla, había cumplido los veinte años, aunque las crónicas no le dan más que trece…, una edad que, por cierto, se ajusta mejor al amor repentino que hubiera nacido entre ellos según los cronistas]. Por otro lado, en lo que se refiere al regicidio, resulta significativo cotejar la pena impuesta a Fernant Laynez con el castigo infligido, cuando el sitio de Viseo, por Fernando I al arquero moro que disparó la saeta que mató al rey Alfonso V, padre de doña Sancha, sin que sea mencionada la más mínima intervención de la reina. A excepción de los relatos dados por la Historia Silensis y la Chronica Naiarensis que van a reducir la pena a sólo cortar las manos[‘Deinde, commisso proelio, per aliquot dies cum magna vi certaretur, cepit eam atque inuento inibi sagittario qui Adefonsum regem interfecerat, eum ab vtraque manu privare iussit’. Ambas son Crónicas del Reino de León], las demás crónicas[Lucas de Tuy-“Chronicon mundi”. Roderici Ximenii de Rada-Historia de rebús Hispaniae sive Historia gothica], posteriores, concuerdan para indicar que para vengar la muerte del rey de León, al arquero le cortaron las manos, uno o ambos pies y le sacaron los ojos, como, por ejemplo, en la versión de los hechos referida por el“Chronicon mundi”)» (Emmanuelle Klinka. OpenEdition. Spania. “Sancha, infanta y reina de León”. 2008):
«Deinde, commisso proelio, per aliquot dies cum magna fortitudine certaretur, cepit eam atque inuento inibi sagittario qui Adefonsum regem interfecerat, eum manibus et oculis et altero pede privare iussit».
-LA INFANTA LEONESA URRACA DE ZAMORA-
Está claro que, en la Alta Edad Media, el monarca, en este caso él o la del Regnum Imperium Legionensis no ejecuta, sensu stricto, la sentencia que ha impuesto al reo, sino que ordena el cumplimiento a los verdugos o sayones encargados de ello, y eso significa el verbo ‘iussit’: “Iubeo, iubes, oubere, iussi, iussum-mandar u ordenar”. En el derecho del Medioevo, la pena está acorde o concuerda con la gravedad del delito. Ya que se asemeja el cuerpo físico con el cuerpo político y simbólico.
Los delitos de Alta Traición, siempre inherentes a ir contra el Estado, que en esta época se refiere a atentar contra la persona del soberano, tienen un claro ejemplo en el libro de “Las Partidas”del Rey Alfonso X “el Sabio” de León y de Castilla, concretamente en la ley I del Título XIII de la Segunda partida, se especifica, de forma paladina, la pena que acarrearía a todo aquel que desease ver muerto al monarca de León y de Castilla al que me refiero:
«Ca segund Fuero antiguo de España, todo ome que cobdiciasse ver muerte de su Señor en Rey, diziendolo paladinamente, si le fuere prouado, deue morir por ello, como aleuoso, e perder quanto que ouiere ; e si le quisiessen dexar la vida, la mayor merced quel pueden fazer, es quel saquen los ojos, porque nunca pueda uer con ellos, lo que cobdiciara».
-EL PAPA GREGORIO VII-
En la ley VI del Título XIII, de la Segunda partida de “Las Partidas” (Editor G. López, 1555/Corregida por J. Berni i Catalá, 1767) del Rey Sabio se amplía, más si cabe, todo lo relativo al delito, gravísimo, de Alta Traición; por causa del cual se cortaron tantas cabezas en la Edad Media e, inclusive, todavía en la Edad Moderna, aquí pensemos en el Rey Enrique VIII Tudor de Inglaterra[Londres, Palacio de Placentia, 28 de junio de 1491-REY DE INGLATERRA desde el 22 de abril de 1509 hasta Londres, Palacio de Whitehall, el 28 de enero de 1547].
«Ca los que se trabajassen de su muerte, yrian contra el fecho de Dios, e contra el su Mandamiento: ca matarian aquel que el posiera en su lugar en tierra, ca el mismo defendio, que ninguno non metiesse mano en ellos, para fazerles mal. (…) E porende todos aquellos que tal cosa fiziessen, o prouassen de fazer, serian traydores, de la mayor traycion que ser pudiesse, e deuen morir por ello, lo mas cruelmente, e lo mas abiltadamente, que puedan pensar (…)».
Es paradójico que el Rey Alfonso X “el Sabio” de León y de Castilla tenga bien claro de donde proviene su legislación, y a quien debe todo el cuerpo jurídico de su presente histórico, ¡al Reino de León! Es prístino que la referencia al ‘Fuero Antiguo’, se refiere, ¡cómo no!, al “Fuero Juzgo” o “Fuero de los Jueces” del Reino de León, promulgado por el Rey Alfonso V de León. Desde siempre todos los adelantos y las innovaciones legislativas han nacido en el Reino de León, y nunca en el Reino de Castilla, que siempre se ha aprovechado de todo lo nacido en su tierra vecina.
«Quisquis ex nostra progenie hanc nostram constitutionem sciens frangere temptauerit fracta manu, pede et ceruice, euulsis oculis, fusis intestinis, percussus lepra, uma cum gladio anathematis, in eterna dampnatione cum diabolo et angelis eius luat penas» (Apud José Manuel Pérez-Prendes y Muñoz de Arraco. “La potestad legislativa en el Reino de León”. Centro de Estudios e Investigación San Isidoro de León, 1988).
En el Medievo, Alto, Medio y Bajo, el castigo con la muerte, mayoritariamente con un acto de previa mutilación, estaba en la jurisdicción que castigaba el regicidio o el magnicidio. Quizás en la idiosincrasia, extrañamente por ser el cristianismo la religión que existía, de los legisladores del momento subyacía la antigua Ley del Talión. El vínculo existente entre la obra histórica (“ESTORIA DE ESPAÑA”) y el tratado de derecho (“LAS SIETE PARTIDAS”) es obvio, ya que ambas obras fueron escritas por la orden y la supervisión del propio Rey Sabio. Y en el tratado de Historia es donde se inicia la historiografía sobre la venganza de la Reina de León contra aquellos que asesinaron a su esposo condal castellano.
Pero el hecho es muy extraño, ya que Sancha de León es una niña, con poca o nula capacidad de decisión, y quienes escriben los hechos son varones, mayoritariamente clérigos; y en los que subyace la típica misoginia medieval, ya que existía un cierto rechazo, sobre todo proveniente de Castilla, hacia el poder y la consideración que tenían las mujeres en León, un auténtico SEÑORÍO DE MUJERES.
Entonces, la jovencísima Reina de León ya está convertida en el arquetipo femenino del rencor y de la venganza; sin que exista ningún dato histórico, más cercano al personaje histórico, que lo corrobore; ya que en el “CHRONICON MUNDI” del “Tudense” o en la “HISTORIA LEGIONENSE” del “Silense” (Editores. J. Pérez de Urbel y A. González y Ruiz-Zorrilla. 1959)no se cita nada de este episodio.
-CENOTAFIO DEL REY SANCHO II DE LEÓN Y DE CASTILLA-
“El Toledano” solo menciona la repentina ensoñación amorosa nacida entre la infanta de León y el conde de Burgos, para proseguir con la desesperación de la infanta cuando contempla a su novio muerto en el suelo urbano legionense.
Existe un texto de 1532, que es el “CATÁLOGO REAL” de Gonçalo Fernández de Oviedo y Valdés, donde se cita el hecho, pero en este caso Sancha de León no cumple el castigo, sino que el ejecutor es el Rey Sancho III Garcés “el Mayor” de Pamplona. Además, se observa, paladinamente, la importancia de la infanta y del reino del que formaba parte.
«(…) la dicha doña Sancha dixo al tiempo en que se ouo de celebrar el desposorio que, si el rey don Sancho, su suegro, lo la vengaua del traydor del conde don Fernand Laínez, que avía seydo el prinçipal en la muerte del infante don García, que nunca casaría con su hijo. E el rey don Sancho se lo prometió e embió luego gente contra el dicho conde, e truxéronle preso e fizose dél cruda justicia, como de traydor que auía muerto a su señor de la manera que lo ordenó, e dando el cuchillo para ello la dicha doña Sancha».
También la personalidad, indubitable, de su primogénita la infanta Urraca de Zamora es objeto de crítica por los cronistas castellanos medievales. Verbigracia, se cita un hecho de la infanta de Zamora, pura recreación literaria anhistórica, que se refiere a la ruidosa, escandalosa y exigente entrada de Urraca en la cámara donde yace moribundo su regio-padre Fernando I “Magno” de León, con la finalidad de recordarle sus deberes paternos y regios, algo de todo punto absurdo, pero que sirve para vilipendiar a una infante de León.
«Ellos en esto entrando entró la infante doña Vrraca con todas sus dueñas por el palaçio, metiendo voces e faziendo el mayor llanto del mundo, llamando e diziendo: “Padre, señor, ¿qué fiz yo por que ansy finco deseredada?» (“Crónica de veintereyes”; apud C. Hernández Alonso, 1991).
Por otro lado, aunque las obras critican a estos dos personajes femeninos leoneses, no hay mal que por bien no venga, ya que todo ello pone de manifiesto la categoría real de ambas, que no dejaban de ser notables en su realidad histórica.
«… Y de hecho la confrontación de los relatos ficcionales con los escritos historiográficos atestigua la participación de Sancha y Urraca en la historia política, lo que es suficientemente excepcional, tratándose de mujeres, como para no pasar inadvertido. Por esto, no es incongruente pensar que madre e hija tuvieran una personalidad similar que les confirió, a la una como a la otra, un lugar privilegiado en el gobierno del reino, lo que no fue el caso para Elvira, la otra hija de Sancha» (E. Klinka. “Sancha, infanta y reina de León”. 2008. Pág. 6).
Disiento, totalmente, del aserto minimizador anterior, de la prof. E. Klinka, con respecto a la infanta Elvira de Toro, ya que es más pequeña que Urraca, pero casi siempre aparecen juntas en la diplomatura; y en todas las ocasiones ambas apoyando y aconsejando, sin ambages, a su regio hermano Alfonso VI de León.
VII.-EL CONDE FERNANDO FLAÍNEZ-
El conde que se cita como traidor, probablemente por el rencor del nuevo monarca de León, y que algún cronista sigue a pies juntillas los deseos del rey, es el conde-tenente de las Torres de León y de Aguilar, de la casa condal de Cea.
Nacería hacia el año 999 y fallecería entre los años 1052 y 1053. Fue el abuelo-paterno de Jimena Díaz (Nava, Asturias, antes del 24 de julio de 1046-c. 1116. Se casó con el Cid entre julio de 1074 y el 12 de mayo de 1076), la esposa de Ruy Díaz de Vivar (El Cid Campeador. ¿Vivar del Cid?, Burgos, c. 1048-Valencia, 1099)
Se matrimonió con Elvira Peláez, y tuvieron siete hijos: Flain, Oveco, Justa, Pedro, Pelayo, Muño y Diego. Era primo-hermano del Rey Sancho III “el Mayor” de Pamplona. Estuvo, de forma fidelísima, al servicio del Rey Alfonso V de León. Cuando asciende al trono Vermudo III, el magnate apoya al monarca pamplonés.
Entre los años 1029 y 1035 no está muy activo en la diplomatura curial, ya que se conjetura que pudo participar o preconizar el asesinato del conde de Burgos. Hasta 1037 se mantiene fiel al lado de Vermudo III. Tras la muerte del joven soberano de León, no reconoce a Sancha como heredera del trono, y firma que está imperando él en León.
El conde entrega la ciudad a Fernando I en el año 1038, y pienso que tras unas arduas negociaciones, para ya el 21 de junio de 1038 figurar en el diploma de unción como rey del ex–conde de Burgos. Ya, en ese mismo año su primogénito, Flaín Fernández (n. antes de 1020-Muere antes de 1065), obtiene el título condal, y luego gobernará las tierras del río Ástura-Esla y hasta la propia capital imperial. El conde de las Torres de León aparece en la documentación regia del monasterio de Sahagún, como última fecha en el año 1049.
–PANTEÓN DE REYES DE SAN ISIDORO DE LEÓN-
VIII. _EL CONDE PEDRO ANSÚREZ-
Deseo dedicar un acercamiento necesario a uno de los magnates leoneses, por antonomasia, del que el castellanismo está tratando de apropiarse, por haber repoblado la urbe de Valladolid, y que fue este conde eximio de Alfonso VI de León.
Nació c. 1037. Fue conde de Liébana, de Carrión y de Saldaña, y señor/dominus villae de Valladolid, en cuya catedral está enterrado. Se conoce que medía alrededor de 2’03 metros, y tenía los fémures arqueados de tanto montar a caballo.
En el año 1080 fundaría la Colegiata de Santa María la Mayor. Sería consagrada, en presencia del rey Alfonso VI de León, en el año 1095.
Era miembro de la familia de los Banu Gómez. Su padre era el conde Ansur Díaz, tutor y educador del infante Alfonso Fernández. En 1067 era ya mayordomo real de Alfonso VI, conde en 1068. A partir de 1084 gobernaba ya en Zamora y Toro.
Tras Golpejera acompañó a Alfonso VI a la taifa de Toledo; participando e instigando a la defensa de Zamora. En 1074 sería el embajador de León ante la taifa de Granada, para reclamar las parias pendientes.
Se encargaría de la custodia y de la educación de su hija Urraca. Tan cercano estaba al soberano de León, como alejado estaba el Cid Campeador. Ocupaban grupos diferentes entre leoneses y castellanos, aunque no hay noticias de enfrentamientos entre ellos.
En 1101, firmó una carta de profiliación, por medio de la cual su segunda esposa y él mismo cedían sus cuerpos y sus espíritus al monasterio de Sahagún. Se matrimonió en dos ocasiones. En primer lugar con la condesa Eylo Alfonso (¿Sahagún?, 1075-Valladolid, c. 1112); y al enviudar su esposa, este se casaría con la condesa Elvira Sánchez. Pedro Ansúrez moriría en Valladolid, el 9 de septiembre de 1118/1119.
IX.-REACCIONES POLÍTICAS E HISTORIOGRÁFICAS POR LAS MUERTES DE LOS REYES VERMUDO III “EL MOZO” DE LEÓN, Y GARCÍA SÁNCHEZ III DE PAMPLONA-
Existe otro hecho que se carga en el plausible debe vengativo y rencoroso de la Reina Sancha I de León, y que es nada más y nada menos en relación de la influencia de la infanta legionense para que su esposo condal de Burgos provocase a su cuñado Vermudo III de León a una guerra que finalizó con la muerte del joven monarca leonés.
Existe un texto que define ambas situaciones políticas, que era el reino y qué un condado dependiente de dicho reino: “Imperante comité Fredenando in Castilia, et regnante et imperante Ueremudo imperator in Legione”.
En el año 1037 d.C., el joven Rey Vermudo III de León decide poner ‘las cosas en su sitio’ y, una vez muerto el monarca de Pamplona y de Nájera, tratará de recuperar lo que siempre fue de la Corona de León.
El soberano de León reclama a su cuñado, que está acompañado por su hermano mayor, el Rey García Sánchez III, los territorios legionenses que Sancho el Mayor se había anexionado, y luego regalado a los nuevos condes de Burgos, Fernando y Sancha como regalo de bodas.
Según la “Historia Legionense o Silense”, Fernando Sánchez se transformó en el paladín de su esposa, para conseguir que no fuese desheredada; además, para agravar más, si cabe, la cuestión, Fernando consideró que estos territorios los había recibido de su regio padre, ya muerto, y por consiguiente eran totalmente suyos. La crónica anteriormente citada deja a Sancha inocente de toda culpa, y carga la responsabilidad de lo ocurrido sobre los hombros del conde de Burgos:
«Siquidem Sancius Cantabriensium, post mortem Adefonsy Gallicienssium principis, Veremudo teneris annis inpedito, partem regni suy, videliced a flumine Pisorga adusque Çeia, suo dominio mancipauerat ; porro Veremundus, adulta iam etate, vbi Sancius rex spirauit, paternum regnum sibi vindicare disposuit. Ad hoc Fernandus, cui Adefonsi filia nupserat, videretur iniustum et quasi quodam a ratione alienum esse, si ipsemet expers huius regni foret. Hiis itaque repugnantibus, magna inter vtrumque nascitur commotio».
En la muerte de García Sánchez III de Pamplona, se cita la responsabilidad posible de Sancha de León; cuando muere el monarca vascón en Atapuerca, en el año-1054. Se escribe en la “Historia Legionense”, en la “Crónica Najerense o del Reino de León”, y en la “Crónica del Mundo” del ‘Tudense’ más o menos lo mismo, y de cómo el monarca citado fue alanceado por caballeros leoneses, quienes así vengaban la participación del primogénito de Sancho “el Mayor” en la muerte de Vermudo III en la batalla de Tamarón, del año-1037.
-LA INFANTA LEONESA ELVIRA DE TORO-
Iremos desgranando, de forma correlativa, una tras otra muerte dentro de cada uno de los textos.
En primer lugar la “Legionense o Silense”:
«Qui nimirum milites, ex cognatione Ueremudi regis plerumque existentes, ubi uoluntatem domini sui fratrem suum avidam uiuum capiendi potius quam extinctum, animaduertunt, ut credo, instinctu Sancie regine, comunem sibi sanguinem uindicare singulariter anelabant».
En segundo lugar la del “Reino de León o Najerense”:
«Qui nimirum milites, ex cognatione Ueremudi plerique existentes, ubi uoluntatem domini sui fratrem suum avidam uiuum capiendi potius quam extinctum, animaduertunt, ut credo, instinctu Santie regine, commune sibi sanguinem uindicare singulariter hanelabant».
Pero, a continuación y en tercer lugar “el Tudense”, Lucas de Tui, varía algo los hechos:
«Qui nimirum milites, ex cognatione vel familia Regis Ueremudi fuerant et vbi voluntatem domini sui Regis Fredenandi auidam Regem Garsiam viuum capiendi potius quam extinctum, animaduertunt, instinctu Sanciae Reginae, communem sibi sanguinem vel vindicare singulariter anhelabant».
Lo sorprendente de las crónicas es, por el contrario, que el Rey Fernando I, que tomó parte en la guerra contra su hermano, antes lo había hecho en comandita con su hermano contra su cuñado de León.
Por todo lo que antecede, no le fue posible convencer a los magnates leoneses de que apresaran al Rey de Pamplona antes vivo que muerto. Es muy posible que los magnates de León no estuvieran por la labor de obedecer a su nuevo soberano, que se había impuesto por la fuerza de las armas y, además, había participado en el regicidio de su joven monarca.
Se cita en los textos a la reina Sancha como apoyo de su esposo o, quizás, como instigadora del hecho mortuorio. Lo cual es sorprendente, y me conduce a pensar en la misoginia de los clérigos hacia la reina, o posiblemente la reina tenía tanto poder como se le supone en las crónicas.
Sea como sea, se observa una no muy buena relación entre los dos hermanos, lo que es claro cuando García III, a pesar de ser el primogénito no decide donde debe ser enterrado el padre de ambos, no en Pamplona como debería ser, sino en el monasterio de San Salvador de Oña, en tierras de los condes de Burgos, dominios de su hijo preferido Fernando.
«Nada queda escrito acerca de la participación real de Sancha en el conjunto de aquellos acontecimientos. Por el contrario, es atestado que realizó varias visitas a su hermano, Vermudo III, poco antes de la iniciación de las hostilidades con su esposo y que, al final de éstas, recayó en ella la corona de León. Sin embargo, al cotejar las distintas versiones, se puede comprobar que cada redacción cronística borra o saca a la luz personajes y acontecimientos, lo cual manifiesta las tensiones que existían entre los protagonistas coetáneos de los hechos relatados o de la redacción de las crónicas. Así es como la Historia Silensis(HISTORIA LEGIONENSE) relata con mucha brevedad que Fernando tuvo que sitiar la ciudad de León para que pudiera entrar en ella y hacerse coronar, y que gobernó después conjuntamente con Sancha»(Emmanuelle Klinka. OpenEdition. Spania. “Sancha, infanta y reina de León”. 2008):
«Fernandus deinceps, extincto Veremudo, a finibus Gallecie veniens obsedit Legionem et omne regnum sue dictioni degitur. Era Ma L XX VIa, Xa kalendas Iulii, consecratus est dominus Fernandus in ecclesia beate Marie Legionensis, et vnctus in regem a venerande memoria Seruando, eiusdem ecclesie catolico episcopo. Qui, postquam cum coniugue Santia sceptra regni gubernandi succepit, incredibile est memoratu, quam breui barbarorum prouintias totius Ispanie formido eius inuaserit, quasi initio maturius depopularet, nisi, ad sedandos regni sui tumultus, prius quorundam magnatorum rebelles animos corrigere sagaciter procuraret».
-EL REY ALFONSO VI «EL BRAVO» DE LEÓN-
El cronista leonesista, inteligente como pocos, Lucas de Tui, refiere dichos hechos, pero deja bien claro el rechazo que sentían todos los habitantes del Reino de León hacia el nuevo monarca, por su regicidio; por ello le impedirán la entrada en la caput regni. Asimismo, el canónigo deja claro, que el conde de Burgos recibe el trono imperial legionense por estar casado con la auténtica titular del trono, que es la infanta Sancha Adefónsez :
«Era M. LXXV Rex Fredenandus venit et obsedit Legionem et cum esset ferre absque muris post paucos dies cepit eam et intravit cum multitudine militum et accepit ibi coronam regni et factus est Rex in Legione et in Castella. Non enim supererat aliquis de regali semine ad quem spectaret regnum Legionense iure propinquitatis nisi Sancia Regina, vxor eiusdem Regis Fernandi. Consecratus est dominus Dominus Fredenandus in ecclesia Sancta Mariae Legionensis sedis et unctus in Regem a venerandae memoriae Servando eiusdem ecclesiae Catholico episcopo, decimo kalendas iulii. Qui postquam cum coniugue sua Sancia sceptra regni gubernandi suscepit, incredibile est memoratu quam brevi barbarorum provincias totius Hispaniae formido eius inuaserit».
En la ‘Crónica del Reino de León o Najerense’ se denomina a Sancha como hermana del Rey Vermudo III, aunque se sigue reconociendo que es ella la que otorga carta de naturaleza para que su esposo se siente, como titular, en el trono imperial de León.
«Era Ma LXX VIa, Xa kalendas iulii, post quem sub eadem era Ferrandus eius sororius suscepit regnum, in ecclesia beate Marie Legionis, ab episcopo catholico Seruando nomine consecratus. Qui in sedandis regni sui tumultibus et ferocibus quorundam magnatum suorum animis edomandis per sedecim annos intentus, nichil cum exteris gentibus ultra suos limites belli gessit».
Está claro que Fernando necesita ser aceptado como monarca en la capital imperial, por lo que sitiará la ciudad, y la conquistará con suma dificultad.
Quien sí introduce el nombre de la reina es, por supuesto, el arzobispo Jiménez de Rada, quien vincula el rechazo de los leoneses al hecho, incuestionable, de que el nuevo postulante al trono sea el regicida de su anterior soberano.
Además, existen ciertos reparos por el distinto comportamiento que, se presume, va a tener Fernando, cuya educación pamplonesa genera suspicacias y recelos, ya que con él otra dinastía, diferente a la de los ástures nacida con Ordoño I [Oviedo, 821-REY DE OVIEDO Y DE LEÓN entre 850 y, Oviedo, 27 de mayo de 866] y Alfonso III ‘el Magno’ [c. 852-REY DE LEÓN Y DE OVIEDO desde 866 hasta, Zamora, 20 de diciembre de 910], estará en León.
«Post hec autem era MLIIII, cum regnum Legionis ad regem Fernandus ratione uxoris sue Sancie pertineret, non enim alius heres supererat, congragato exercitu rex Fernandus impeciit Legionem. Et quamuis propter Veremudi mortem cepissent indigene aliquantulum rebellare, tamen de facili optimuit ciuitatem, eo quod nondum erat post destructionem Arabum firmiter reparata; et ingrediens Legionem, in regem ab omnibus est receptus et regali diademate Xº kalendas Iulii a venerabili Seruando Legionensi episcopo insignitus; et regnauit annis XL, mensibus VI, et sic regnorum scismata quieuerunt; confirmauit etiam leges Gothicas et alias addidit que spectabant ad regimen populorum».
Los textos historiográficos del Rey Sabio borran, deliberadamente, a la reina, sin reconocer su importancia capital en el gobierno del Regnum Imperium Legionensis, pero está clara la misoginia o ginecofobia existente en la Curia Regia del Rey Alfonso X de León y de Castilla.
En cambio, para las crónicas del Reino de León los calificativos que le dedican son de un enorme respeto, reconociendo que es la heredera titular, y su prosapia es indubitable, siendo, por ello, calificada como: ‘NOBILISSIMAM PUELLAM’.
En el Diurno o Diurnal (libro de oficio canónico que agrupa las horas canónicas según la existencia de la iluminación del Sol. Maitines-amanecer+Laudes-despertar+Visperas-tarde+Completas-acostarse) con que obsequió a su esposo, en el año 1055, ella se hace representar en situación de superioridad. Fernando, verbigracia, en el diploma de donación del 7 de noviembre de 1053 al monasterio de San Pelayo de Oviedo la enaltece hasta tal punto que es calificada como ‘SPIRACULUM PRUDENCIE o Aliento de prudencia’, dejando claro que influye en todas las decisiones de la corona, sus consejos son siempre aceptados, y la presenta como un agente mediador de Yahvéh-Dios Todopoderoso.
«In ipsius Domini nostri Ihesu Christi honorem et hunc sanctum martirem amorem inspirauit Dominus in cordibus nostris et hunc famulam uernulam que tuam coniuge mea Sancia spiraculum prudencie in cordibus nostris inmisit […]» (P. Blanco Lozano, doc. Nº 47).
-EL REY ALFONSO VI «EL BRAVO» DE LEÓN-
Como es de rigor, será el cronista Lucas de Tui ‘el Tudense’ quien realice un auténtico panegírico sobre la gran reina de León, subrayando su buen gobierno para llevar a buen puerto la gobernación de la Corona de León :
«Regina autem Sancia, uxor eius, non minus eo consimilibus sanctis operibus insistebat et sapientia plena ita suberat viro ut particeps laboris fieret in regno (…)».
X.-LA REINA SANCHA I Y SU ENALTECIMIENTO DE LA IDENTIDAD SOCIOPOLÍTICA LEONESA-
Puedo indicar, fehacientemente, que Sancha I siempre encontró un importante apoyo por parte de la clerecia del reino, y en buena parte de la nobleza de la Corona. Existen hechos indiscutibles que subrayan su vinculación a lo leonés.
En primer lugar está orgullosa de su linaje, de su padre el gran rey de los Fueros, conociendo todo lo que sus antepasados hicieron por la modernización legislativa de las Españas cristianas.
En segundo lugar será ella la que decida, por supuesto con la aquiescencia del soberano, la instalación del nuevo Panteón de Reyes en San Isidoro de León, antes que en Burgos, siguiendo la lógica más absoluta de las cosas ; sobre todo cuando Fernando contemplaba a Oña como la primera elección.
En tercer lugar, se encargará de la modernización de la anquilosada iglesia católica de la época, validando las normas emanadas del Concilio de Coyanza, del año-1055, en el que se legisló con relación a la posibilidad de elección de abades y abadesas en los monasterios del Reino de León, realizando algo intermedio entre la regla isidoriana tradicional y la reformada benedictina cluniacense.
En dicho Concilio se crearon las nuevas orientaciones religiosas y políticas, que conformarían al pujante Reino de León, que tanto había padecido en el pasado reciente con las aceifas de Almanzor. En dicho Concilio se confirmaban, asimismo en el plano político, las leyes promulgadas en el Fuero de Alfonso V.
-EL CONDE DE GALICIA RAIMUNDO DE BORGOÑA-
Sancha y Fernando conocían, en primera persona, lo poderosos, prepotentes y peligrososque eran los levantiscos magnates legionenses, y el hecho estaba palpable en las pasadas guerras civiles en contra o a favor de Vermudo II ‘el Gotoso’ o de Ramiro III, o entre Sancho I ‘el Craso’ [c. 935-REY DE LEÓN entre 956 y 958 ; y de 960 hasta entre el 15 de noviembre y el 19 de diciembre de 966] y Ordoño IV ‘el Malo’ [c. 925-REY DE LEÓN entre 958 y 960. Murió en Córdoba/Califato de Córdoba en 962 o 963], por ejemplo.
Además, el Vaticano trataba de imponer, como era de esperar, la uniformidad en el rito católico para todo el orbe conocido. Cluny era muy importante, y era preciso abandonar el rito mozárabe y seguir el oficial latino. Cuando todo ello sea de obligado cumplimiento, ya durante el reinado de Alfonso VI, se producirán rechazos violentos al autoritarismo papal.
XI.-LA ESTRUCTURA DEL INFANTAZGO EN EL REGNUM IMPERIUM LEGIONENSIS-
En la ‘Estoria de España’ del Rey Sabio se cita, taxativamente, cuál era la influencia de Sancha en Fernando, y la capacidad de decisión de la reina, otorgando carta de naturaleza a las numerosas fundaciones eclesiásticas regias, a las que solía dotar con toda generosidad:
«[…] Este rey don Fernando seyendo ya uieio et como en cabo de su uida, si dantes se trabaiaua de buenas obras, muy mas se trabaio dalli adelante en fazer fechos que plazien a Dios ; et tod esto con mucho plazer et mucha alegria que auie ende la reyna donna Sancha que gelo rogaua mucho. Fizo muchas eglesias de nueuo en sus regnos, et refizo muchas, assi como cuenta la estoria, et mayormientre en Gallizia la eglesia de Sant Yague apostol, et en Leon la de Sant Esidro et la de Santa Maria de Regla que es la eglesia obispal, et dioles muy grandes heredamientos a todas et muchos donadios, et alço los monesterios pobres de lo suyo mismo. […] Otrossi la reyna donna Sancha, su mugier, non fazie de obras buenas menos que el rey, ca era duenna muy entenduda et muy prouechosa et acuciosa pora enderençar el regno».
«Se observa, con este texto, la constitución, al final del reino de Fernando I, de una verdadera red religiosa que podía contar, desde el principio, con su independencia económica. Para confirmarlo, basta con remitirse a la naturaleza y al número de las donaciones regias, particularmente impresionantes cuando se trata de San Isidoro de León y Santiago de Compostela: objetos preciosos, iglesias, monasterios, burgos… La Estoria de España muestra claramente que Sancha no sólo fue en gran parte la instigadora de tal movimiento por su influencia sobre Fernando, sino que lo protagonizó a menudo, aun sin precisar de qué buenas obras se trataba. Además, si se lee con detenimiento la carta de dotación, emitida el 22 de diciembre de 1063, de San Juan Bautista de León, en adelante San Isidoro – acababan de instalarse los restos mortales del arzobispo de Hispalis –, se puede observar cómo se da una versión algo diferente, en la que Fernando ya no desempeña el papel de mayor relevancia como ocurre en la relación cronística. Como era de esperar, este privilegio empieza con una fórmula plural en la que se juntan ambos soberanos en la expresión de una voluntad común: «Nos indigni et exigui famuli Christi Fredenandus rex et Sancia regina facimus translatari corpus beati Hysidori de metropolitana Hispali […]. Offerimus […]». Luego, en la enumeración de las donaciones introducidas por la oferta conjunta enunciada por «offerimus», se advierte un desliz sintáctico hacia la primera persona con el empleo del pronombre personal «mihi: «diadema capitis mihi aureum». No se da ningún dato sobre quien detenta la diadema, a excepción de su estatus regio, siendo esta alhaja una de las insignias distintivas de la dignidad monárquica. Tal apropiación del discurso por una voz única, sin que el notario sienta la necesidad de identificarla, atestigua su legitimidad y señala de este modo la intención de expresar una resolución común, probablemente para asentarla mejor. Con todo, el anonimato de la donación plantea de una manera muy concreta el tema de la repartición del poder entre Sancha y Fernando en una situación precisa, la dotación de San Juan Bautista de León, lo cual no implica sólo la ofrenda de alhajas, sino también el establecimiento de una legislación que gobierne la vida de los burgos y monasterios que competen a la iglesia leonesa. De hecho, lo que viene a continuación deja muy pocas dudas con respecto a la identidad de la voz, puesto que se reitera dos veces la misma referencia al rey Alfonso V: «in diebus patris nostri regis domni Adefonsi». Por mucho que se piense en una filiación simbólica referente a Fernando I, es más cierto que lo que se evoca aquí es la filiación por la sangre entre Alfonso V y Sancha, como padre e hija. Además, si es aún necesario corroborar el argumento, no hay más que reparar en quien concluye primero, la propia doña Sancha: «Ego namque Sancia regina […]», cuando el uso requiere que se mencione a las reinas, sus palabras y obras, de manera segundaria. A continuación viene don Fernando, quien reitera la fórmula de su consorte: «Simili modo facio ego Fredenandus rex […]», antes de que se unan de nuevo sus voces en la oración final: «Oramus te Domine […]». Por añadidura, se halla el nombre de la viuda de Sancho III de Pamplona entre los confirmantes, y se puede notar la oposición presente entre los términos empleados para calificarla y los que se utilizan para evocar a Alfonso V. Aunque su firma ocupa una situación de las más honoríficas en el diploma, por encima de los demás confirmantes, se le asigna a Muniadonna un tratamiento más neutro que la excluye del lazo de parentesco, subrayado por el recurso al posesivo «(patris) nostris», que califica los vínculos existentes entre el monarca leonés y la voz que asume el discurso, la de Sancha entonces. De hecho, Muniadonna se define en el diploma como madre del rey:«Domna Maiore cognomento Mumadomna genitrix regis […]» (Emmanuelle Klinka. “Sancha, infanta y reina de León”. Open Edition. ‘Spania’. 2008).
-ESTATUA ZARAGOZANA DEL REY ALFONSO “EL BATALLADOR”-
Existe una epístola, sumamente palmaria, donde se demuestra, sin ambages el poder y la personalidad de la reina, que la trasladará a sus dos hijas, a su nuera e, inclusive, a su genial nieta. La reina actúa en su propio nombre, y sin la más mínima alusión al monarca.
Me refiero al 6 de abril de 1064, cuando varios pueblos de la actual provincia de León, reciben el mismo Fuero (Era el derecho municipal o local en las Españas durante el Medioevo y otorgaba ventajas o privilegios económicos, sociales y políticos para las personas, y aplicables en un determinado territorio. Substrayendo a ese municipio del poder y de las apetencias del posible señor-magnate feudal o condal. Nacen en el Reino de León con Alfonso V de León. Año-1017): Valdesaz de los Oteros; Quintanilla de los Oteros; ¿Sancti Yuanes?; Villa Sinda; ¿Palatino?; Fuentes de los Oteros; Grajal de los Oteros; Pajares de los Oteros; y Pobladura de los Oteros.
La misiva define la fortísima personalidad de la soberana en todo el Reino-Corona de León (Galicias+Asturias+León+Cantabria+Castilla+Portucalense):
«[…]Ego Sancia regina Legionem do uobis hominibus de Ualle Sallice bonos foros propter amorem Dei et pro redemptionem anime mee et parentum meorum et animabus illorum» (M. E. Martín López. “Patrimonio Cultural de San Isidoro de León”. UNLE. 1995)
Los dos textos demuestran que la reina legisla, motu proprio, para crear toda una estructura religiosa como dominio o propiedad del Infantado, que dependerá de la todopoderosa Basílica de San Isidoro de León, y de su eximia clerecía. De esta forma, la Reina Sancha I de León dejaba sentadas las bases políticas para que su herencia pasase a sus hijas y, desde ahí, al resto de las infantas que se fuesen sucediendo. Ya tenemos otra estructura nacida, ¡cómo no!, en el Reino de León y nunca jamás en Castilla.
A partir de la Reina Sancha, el Infantado permitió algún tipo de independencia a las infantas y a sus seguidores; todos los apoyos de Elvira y de Urraca deseaban un poder regio controlable, y no autoritario o excesivamente personal; algo que no se encontraba en los presupuestos mentales tanto de Fernando I, como de Sancho II o de Alfonso VI. La reina de León era una mujer con un sentido muy desarrollado del lugar poderoso que ocupaba, y su idiosincrasia estaba íntimamente unida al lugar institucional que ocupaba, es decir el de Reina de León.
«(…) ca era duenna muy entenduda et muy prouechosa et acuciosa pora enderençar el regno» (Estoria de España. Alfonso X “el Sabio”).
En ese complicado y difícil Reino de León, con todos sus condados dependientes, Galicia, Burgos, Monzón, Saldaña, etc., el Infantado era la estructura política que podía ser el contrapoder de todo aquel conglomerado de intereses políticos, muchas veces enfrentados contra el poder del trono.
«Por ello, la institución, que se vinculaba al poder regio al mismo tiempo que se independizaba de él, que representaba la continuidad religiosa y acogía a la vez las influencias exteriores, y que gozaba de independencia económica y jurídica, formaba, por el entrelazamiento de los niveles político, religioso y económico, un crisol para las mutaciones que atravesaba el reino de León» (Emmanuelle Klinka. “Sancha, infanta y reina de León”. Open Edition. ‘Spania’. 2008).
La inteligencia y capacidad de maniobra de la reina, en aquel proceloso mundo legionense, es conspicuo y paradigmático. La reina conoce las fuerzas condales centrífugas, que tanto daño han hecho a la indubitable preeminencia del trono leonés; con un Aula Regia conformada por magnates que, en múltiples ocasiones, enfrentan sus egoísmos personales a las necesidades inalienables del trono y, sobre todo, lo esencial que era seguir avanzando en la Reconquista.
El Concilio de Coyanza colocaba a la voluntad del rey y de la reina como hegemónica frente a las instituciones religiosas de la Corona de León.
En Roma está un Sumo Pontífice, que ahora es Gregorio VII [Cardenal Hildebrando di Soana. Sovana, c. 1020-PAPA Nº 157 DE LA IGLESIA CATÓLICA, desde 1073 hasta Salerno, 25 de mayo de 1085], quien tiene bien claro, que es el Vicario del Hijo de Dios en la Tierra, y el que debe marcar las normas al poderoso ya Rey Alfonso VI de León.
–CANTIGAS DEL REY ALFONSO X “EL SABIO” DE LEÓN Y DE CASTILLA-
La categoría moral e intelectual de Sancha I de León es de tal nivel, que las sangrientas luchas fratricidas entre sus tres hijos varones, por obtener el siempre preciado e imperial trono de León, se producirán cuando ella muera; por lo que es claro la importancia paradigmática de la Reina de León en todos los aspectos de la vida política del momento histórico que vivió, inclusive entre sus hijos, que refrenaron sus apetencias políticas hasta que ella murió.
«De hecho, al comprobar las actuaciones de cada uno de aquéllos, creo que se puede descartar cualquier impedimento que se origine en el respeto de los lazos familiares. En fin, si la instalación del Panteón real en León se consideró como uno de sus mayores logros, así como lo que se llamó la “leonización” de Fernando por su adopción de las costumbres leonesas, la división del reino, para la que se adoptó, al parecer, el uso navarro, y la donación al primogénito del reino de Castilla en lugar del de León, antes corresponden a un fracaso. En tal sentido, la voz, única, de Lucas de Tuy, resuelto defensor del reino de León, corresponde más bien al canto del cisne de la influencia leonesa, cuyo ocaso ya se verificaba a pesar de la implicación de Sancha en los acontecimientos»(Emmanuelle Klinka. “Sancha, infanta y reina de León”. Open Edition. ‘Spania’. 2008).
La profesora Klinka se equivoca total y absolutamente, ya que Alfonso que recibe León, con el título de emperador, era el preferido de sus padres y de sus dos hermanas. Fernando no le quería dar León al atrabiliario Sancho, pero sí le podía entregar su territorio patrimonial del condado de Burgos; León era de Sancha y Fernando no podía disponer, motu proprio,del mismo; y, además, no deseaba hacerlo.
Por consiguiente, León sigue siendo preeminente hasta Fernando III “el Santo” de León y de Castilla [Peleas de Arriba/Zamora/Reino de León-REY DE CASTILLA desde 1217, Y REY DE LEÓN desde 1230, hasta Sevilla, 30 de mayo de 1252], cuanto menos. Existen varios textos de Sancho II de León y de Castilla que lo demuestran; verbigracia, ya fallecida la reina-madre, Sancho II escribe que: “mandando o imperando el príncipe Sancho en Burgos, y mi hermano el emperador Alfonso en León”.
Deseo indicar, claramente, como Sancho II entre la batalla de Golpejera (11 de enero de 1072) y su muerte en el sitio o asedio de la leonesa Zamora (6 de octubre de 1072), firma siempre y solamente como Rey de León. Sin mencionar, más que de pasada, que las tropas de León vencen siempre a las de Castilla en todas las confrontaciones; porque hasta la muerte del Rey Alfonso IX de León [Zamora, Reino de León, 15 de agosto de 1171-REY DE LEÓN desde 1188 hasta Sarria/Lugo, Reino de León, 24 de septiembre de 1230] la caballería-pesada leonesa era invencible siempre, contra mahometanos o castellanos o navarros, etc. EXTRA HISTORIAM NULLA SALUS REGNO LEGIONIS.
-CURRICULUM VITAE-
Del Instituto de Estudios Zamoranos “Florián de Ocampo”. (CSIC).
Del Ateneo de Valladolid (Creación año-1872).
Del Instituto de Estudios Gerundenses (CSIC).
De la Real Sociedad Arqueológica Tarraconense (CSIC).
Del Círculo Cultural Péndulo de Baza (UNESCO).
Del Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino (CSIC).
Del Centro de Estudios Benaventanos “Ledo del Pozo” (CSIC).
Del Centro de Estudios Fenicios y Púnicos (CSIC).
Del Centro de Estudios Históricos Jerezanos (CSIC).
Del Ateneo Jovellanos (Creación año-1953).
De la Sociedad Española de Estudios Clásicos (CSIC).
De la Asociación Hispania Nostra.
Asesor de la Asociación Cultural Reinos de España (FEAH).
De la Sociedad Española de Estudios Medievales (CSIC).
Del Instituto de Estudios Bercianos (CECEL/CSIC)
Jurado-Vicepresidente del I Concurso de Trabajos Cortos de Investigación en Historia de la Medicina en Asturias. Colegio de Médicos de Asturias.
Médico Valorador de Discapacidades y Daños Corporales del Colegio de Médicos de Asturias.
Críticas Literarias/Ensayo en Todo Literatura. Madrid.
Trabajos-Ensayos-Curriculares de Historia en la Gaceta de Almería.
49 (2022) Trabajos publicados en Dialnet.
20 (2022) Trabajos/Libros publicados en Regesta Imperii /Universidad de Maguncia/Mainz.
224 Trabajos de HISTORIA publicados.
39 Biografías de Músicos de Música Académica publicadas.
114 Conferencias impartidas sobre Historia.
-LIBROS PUBLICADOS-
1.-EL GRAN REY ALFONSO VIII DE CASTILLA, “EL DE LAS NAVAS DE TOLOSA”. Editorial Alderabán/Alfonsípolis. 2012. Cuenca.
2.-BREVE HISTORIA DE FERNANDO “EL CATÓLICO”. Editorial Nowtilus. 2013. Madrid.
3.-EL REY ALFONSO X “EL SABIO” DE LEÓN Y DE CASTILLA. SU VIDA Y SU ÉPOCA. Editorial El Lobo Sapiens/El Forastero. 2017. León.
4.-EL REY ALFONSO VII “EL EMPERADOR” DE LEÓN. Editorial Cultural Norte. 2018. León.
5.-URRACA I DE LEÓN. PRIMERA REINA Y EMPERATRIZ DE EUROPA. Editorial El Lobo Sapiens/El Forastero. 2020. León.
6.-EL REY RAMIRO II “EL GRANDE” DE LEÓN. EL “INVICTO” DE SIMANCAS. Editorial Alderabán/Alfonsípolis. 2021. Cuenca.
7.-LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA. UN MITO EN LA HISTORIA DE LA RECONQUISTA. Editorial Alderabán/Alfonsípolis. 2022. Cuenca.