Recordemos que el Ministerio Público indicaba en su decreto que los hechos denunciados por el entonces alcalde, el independiente Salvador Hernández (Gicar), con respecto a una obra que tuvo un presupuesto global de 492.185,65 euros podrían ser constitutivos de un presunto delito de prevaricación administrativo, por lo que acordaba formular denuncia ante el Decanato de los Juzgados de Vera.

La denuncia remitida por el sucesor en la Alcaldía, Salvador Hernández, a la Fiscalía recogía que la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía concedió la ayuda en agosto de 2008 y que el entonces mandatario dictó ese mismo mes una providencia en la que disponía el inicio de expediente de ejecución de obras con “medios propios” del Ayuntamiento, lo que contó con informes favorables del secretario municipal y del técnico municipal dado “el considerable ahorro en el gasto total de las referidas obras”.

A continuación, según la citada denuncia, Fernández habría dictado una resolución para “la ejecución directa” de las obras pero, de acuerdo al expediente de justificación, “se expidieron facturas de terceros del cien por cien de las obras, superando con creces los límites establecidos para la contratación directa”. En concreto, detalla que se habrían contratado los servicios de dos mercantiles; Indasa, que factura “360.937,23 euros” e Instalaciones Moreno y Garrido, que factura 134.982,51 euros.

“Es obvio y así queda acreditado que, aunque la pretensión, en principio del Ayuntamiento, era ejecutar las obras por sus propios medios, resulta que no se realizó como decretó el alcalde, sino que se ejecutaron por contratación directa, obviando las reglas elementales de contratación, como es la publicidad, la objetividad, la economía y la libre concurrencia ya que se le encargaron directamente todos los trabajos sin mediar contrato alguno”, subraya.

Añadía la denuncia que dió lugar a la apertura de diligencias previas que la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte declaró en noviembre de 2010 el “incumplimiento de la obligación de justificación de la subvención concedida al Ayuntamiento de Carboneras” e inició expediente de reintegro, “lo que le ha supuesto un grave quebranto a la administración local” con la devolución de un total de 248.420,34 euros.

“Cristóbal Fernández resolvió de forma torticera y a sabiendas de su injusticia la realización de unas obras sin procedimiento alguno, intentando mediante engaño encubrir unas actuaciones totalmente ilícitas ya que ni tan siquiera solicitó el más mínimo presupuesto a posibles contratistas sino que procedió de forma directa a la ejecución y a la adjudicación a dedo”, señalaba para hacer alusión a que, en su resolución definitiva de reintegro en mayo de 2011, la Junta “destaca un alto índice de irregularidades en relación al cumplimiento de la orden reguladora de la subvención”.

La denuncia del Ayuntamiento carbonero interesaba que el Juzgado instructor citara a declarar en calidad de investigado a Cristóbal Fernández, y en calidad de testigos al secretario-interventor municipal, al técnico que informó y emitió las certificaciones de obra y a los representantes legales de las mercantiles que ejecutaron la sustitución del alumbrado público en el Paseo Marítimo carbonero.