Decía Lenin que el alcohol es “un aguardiente espiritual de mala calidad donde los esclavos del capital anulan su figura humana. En efecto, constato que el alcohol es la droga más peligrosa, porque junto a la destrucción física y mental del alcohólico, es la causa de la mayoría de accidentes de tráfico y laborales,
de una agresividad generalizada, indiscriminada; si bien es en el seno familiar el causante cotidiano de agresiones de la mujer compañera o ex-compañera, incluidos los numerosos asesinatos contra ellas (a veces también con los hijos) a manos de los que son o fueron sus compañeros.
El resto de las drogas: hachish, cocaína, heroína, LSD, PEYOTE, etc, provocan un estímulo agresivo, aún menor que el del alcohol, indiscriminado pero también, más agudo contra la esposa o pareja o ambas ex, que también degenera en constantes agresiones y amplios asesinatos degenera contra la mujer.
Todas las drogas antes citadas son responsables en un 85% de todos los delitos callejeros, de conflictos gratuitos que a veces acaban con cadáveres en el suelo, de atracos, agresiones, agresiones sexuales, entre ellas la violación de mujeres, que a veces acaban siendo asesinadas por el violador o violadores. Responsables también de agresión, extorsión y crimen por motivos económicos contra padres, hermanos, abuelos, tíos, primos, etc. En resumen contra la propia familia en sentido extenso.
Las drogas distorsionan y hasta hacen fallecer la mente y el cuerpo de los consumidores: De su muerte psicosomática prematura, hasta degenerar un yo consciente en un yo invadido por patologías mentales tales como la psicosis, la esquizofrenia, la paranoia, la depresión y hasta la cultura. Y desde luego son la causa de los hogares destrozados, de una cotidianidad en ellos, trágica e irreparable en su mayor parte: ello explica la frecuencia del homicidio de padres u otros familiares contra el hijo drogadicto.
Las drogas, son para los adultos una forma de disolver, anular la conciencia del yo, o por el contrario una superexaltación química del yo, como dos caras de una misma moneda, ante el pánico de una vida insoportable, la absoluta renuncia a vencer las dificultades del vivir, o, en el otro caso la falsa acumulación de fuerzas frente a coyunturas difíciles.
En este último caso, con el consumo de euforizantes, cada vez más extendidos (cocaína y anfetaminas), se busca la superación del cansancio, la infatigabilidad y la lucidez mental, es decir todo lo contrario de lo que de verdad se produce.
En el primer caso, su objetivo en la aniquilación del yo a través de opiáceos (morfina, heroína) o de ingesta de pastillas antiansiolíticas. La cocaína fue y es la droga favorita de la alta burguesía financiera, para prepararse ante diarias y duras negociaciones. Aunque ahora también se expande su consumo entre las masas que no llegan al nivel de subsistencia, las que están en ese nivel, y entre los trabajadores sometidos a duras y frenéticas condiciones de trabajo.
Pero sigue siendo la heroína la droga reina, para los desheredados de la tierra, para el lumpen proletariado marginado, y también combinada con la coca, para los actores del mundo audio, visual y neutralizar el stress que la cocaína produce en los altos ejecutivos.
Y ello no es una plaga fatal e inevitable sino que responde a objetivos geopolíticos de los neomonopolios globalizadores y sobre todo a los gobiernos imperialistas que se erigen como defensores de planes e intereses del Gran Capital.
Ya lo ha expresado con claridad el senador Fulton, portavoz de la caterva de halcones fascistas que rodean a Bush, que los encabeza. El senador Fulton en nombre de esta camarilla yanqui acaba de decir que “en el plazo de diez años hay que eliminar a mil quinientos millones de personas en el mundo, porque constituye una premisa para un mayor desarrollo y bienestar en la Tierra”.
He aquí abiertamente expresado la voluntad de genocidio, a través de guerras civiles provocadas, guerras de agresión, hambrunas en incremento geométrico, la expansión, el aumento del número de personas que viven bajo el nivel mínimo de subsistencia, y, desde luego LAS DROGAS, para conseguir este genocidio exterminador con objetivos claramente geopolíticos planificados, que aspiran de hecho a holocausto frente al cual el holocausto judío, perpetrado por Hitler y la complicidad de todo el pueblo alemán, que exterminó a seis millones de judios, se queda a tamaño microscópico frente a las mil quinientas millones de personas que contiene la Agenda Hegemónica del 2002, de Bush, como una cláusula secreta de la misma y que recientemente hízo pública el senador Fulton, con unas intenciones que se nos escapan. Esta Agenda Hegemónica de Bush también contiene otras cláusulas:
-“La mundialización de las ilegales guerras preventivas”, sabiendo que toda guerra provoca un gigantismo en el consumo de DROGAS en la población civil y los combatientes, para darse valor o bién insensibilizarse ante la angustia insoportable de una muerte segura.
– La desvinculación de Estados Unidos de cualquier organización cosmopolita con capacidad de legislar y ejecutar las pertinentes acciones en orden a un Auténtico Orden Mundial, que se dirijan hacia los objetivos de la Paz Perpetua (Kant), la justa compensación a los paises que fueron colonizados, explotados, saqueados y expoliados de todas sus riquezas tecnológicas (India y China) y las naturales (África al completo, Sudamérica y gran parte del Este asiático y las propias Indochina, Birmania, Corea, China y la India), por parte de las principales potencias coloniales europeas, que conquistó y dominó sus colonias imponiendo o exportando por la fuerza, el alcohol, el opio y la coca, drogas que convirtieron a las poblaciones esclavizadas, en sujetos sumisos al colonizador y en esclavos capaces, por la anulación de su personalidad, de resistir las horribles condicionasen que se desarrollaba su explotación laboral.
También boicotear las resoluciones de la ONU tendentes a lograr la equidad en el reparto de las riquezas mundiales, y erradicación total de la producción y por tanto del consumo de drogas. De ahí que la Casa Blanca haya designado a John Bolton como representante en la ONU. Bolton, consumado halcón fascista, se distingue por su desprecio y ansias de disolución de la ONU.
– La eliminación de 1500 millones de personas en 10 años (cláusula secreta), que Fulton ha hecho pública con agentes activos de tamaño holocausto de fomento de la xenofobia y el racismo, y desde luego, de expansión y la intensificación del consumo de drogas, además de las acciones anteriormente mencionadas.
– La consolidación de esa camarilla Bushiana formada por siniestros personajes carentes de la menor ética, a no ser la del Poder, formada por elementos parafascistas, soportes del imperialismo de nuevo cuño de EEUU, y teóricos del Imperio Único Planetario cuyo centro rector estaría en la Casa Blanca; individuos de la calaña de Cheney, Rumsfel, Wolfowitz, Fulton, Bolton, Huntington, Fukuyama, Rodrigo Rato, Pascual Lamy y Michel Camdenssus: Bolton, embajador en la ONU; Wolfowitz, presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI); Cheney y Rumsfeld, Secretario de Defensa y Vicepresidente Usa, respectivamente; Rodrigo Rato (PP), presidente del Banco Mundial (B.M); Pascual Lamy, Presidente de la Organización Mundial de Comercio (OCM); Michel Camdenssus, actual gerente de las cuantiosas finanzas del Vaticano y antiguo director del Banco Mundial….
– Hacer de EEUU la cabeza de un Imperio Mundial, mediante la fuerza bélica, el chantaje económico a través del FMI, del BM y la OCM, controlados por el gobierno norteamericano y organismos que controlan a su vez el 100% de las finanzas mundiales y del mercado. Unido (y reitero) al consumo de las masas populares de drogas en los depauperados países satélites y vasallos, a los que se les exigiría anular fronteras nacionales, hacer desaparecer los estados y gobiernos de todas las naciones existentes. Drogas que, como antaño en el Colonialismo. garantizaban la sumisión voluntaria y la convicción de ser seres libres en un presunto Imperio Mundial, regido por la irracionalidad, la inhumanidad, la explotación generalizada y la ruina de las pequeñas y medianas empresas.
¿Alguien se ha parado a pensar que es tres veces más fácil comprar drogas que adquirir ciertos fármacos legales en las Farmacias? Cuando la inmensa mayoría de países las tienen de boquilla ilegalizadas. Ello se debe a un pacto no escrito pero ficticio entre las potencias dominantes y las mafias y cárteles de las drogas, el crimen organizado, la prostitución, que garantizan el libre desarrollo de sus actividades delictivas.
Los motivos para esta doble moral, condenada en público, y permitir su distribución secretamente, son las siguientes, entre otros:
1.- El caso de Colombia presidida por Álvaro Uribe y que ha duplicado la producción de cocaína y comenzado el de heroína, que constituye un 60% del presupuesto estatal en el capítulo de ingresos. Álvaro Uribe, como es sabido, está en nómina en los cárteles de la coca y de la heroína, casi monopoliza en el mundo el tráfico de cocaína.
Pero Colombia es una nación estratégica para el gran imperialismo y su estabilidad social y económica es clave para EEUU para controlar la sumisión de América Central, el norte de Sudamérica y el Caribe y como vacuna y modelo frente al Castrismo y la política de profundas reformas de Hugo Chávez en Venezuela, que se han liberado de la tutela yanqui y defienden las doctrinas del gran emancipador de Sudamérica, Bolívar, en el siglo pasado, que defendía la conversión de América del Sur en una sola nación unificada y sin fronteras, Doctrina bolivarista que defienden por lo pronto Kichner en Argentina, Lula da Silva en el gran Brasil, Hugo Chávez en Venezuela y Fidel Castro en Cuba y que va enraizándose cada vez más en la conciencia de las masas populares de América Latina.
Por ello los potentes cárteles de cocaína y heroína tienen absoluta libertad de exportar y traficar su mortal producción. El bolivarismo aterroriza al gran Imperio Norteamericano, que lo ve con el terrible temor de que se convierta su hasta ahora “patio trasero” en una gran potencia unificada y opuesta objetivamente al dominio yanqui, como ocurre desde hace dos siglos. El “divide y vencerás” que ha sido hasta ahora la consigna de la USA, puede ser sustituido por el “une y vencerás” por parte de poblaciones y gobiernos de Hispano América y ya no como hipótesis sino como proyecto fáctico que ya ha comenzado, anulando el carácter de “patio trasero” de los EEUU.
2.- También Afganistán es un país emblemático de la hipocresía de Occidente. Afganistán está en estos momentos controlado por la presencia de 25000 efectivos del ejército estadunidense y el despotismo del régimen de Karzai, impuesto por los yanquis tras su ocupación en el 2001, inmediatamente después del presunto atentado con aviones, dirigidos por activistas de Al-qaedA, el 11 de septiembre del referido 2001, siendo Afganistán invadido y ocupado para derrocar al gobierno talibán , con la excusa de que en este país se albergaba Bin Laden, supuesto jefe supremo de la organización terrorista Al-qaeda, que tendría en este país centroasiático, numerosas bases de entrenamiento (Ya hablaremos del auténtico papel de Bin Laden como líder del terrorismo islámico y demostraremos que la auténtica verdad es opuesta a la versión oficial); pués bien, Afganistán frente a la total tutela a que es sometido, ha duplicado el cultivo de la amapola, de la que se extraen los opiáceos: opio, morfina y heroína, que exporta sin trabas, con el visto bueno de sus controladores, libremente los productos básicos, extraídos de la amapola a Turquía; el país afgano obtiene el 75% de sus ingresos gracias al narcotráfico. Afganistán es en realidad un país estratégico para el control del mundo árabe, de todo el continente asiático y de la ruta de los oleoductos de petróleo, concentrados mundialmente en su entorno.
– Turquía, en realidad, una dictadura militar, enmascarada por un gobierno civil, exporta con total libertad e impunidad, a Occidente, los opiáceos de Afganistán, donde procesan su refinado total hasta alcanzar la máxima pureza, que las mafias de la droga y distribuidores adulteran (la adulteración produce el mayor número de muertes entre la juventud); Turquía exporta sin ningún obstáculo a Europa, incluida España, cuantiosas cantidades de drogas refinadas, y ello no es casual:
Turquía obtiene un 45% de sus ingresos por este ilícito tráfico y sobre todo, es también una nación estratégica y sumisa totalmente a las órdenes de EEUU, de la Unión Europea y de Israel, lo que la convierte en el único país musulmán, no árabe, en un dique de control de UMMA (comunidad unida de todos los fieles del Islán); además de albergar numerosos oleoductos de petróleo, que acaban en puertos, y privilegia el traslado de éste por vía marítima.
– En cuanto al Sudeste asiático, el llamado Triángulo del Oro (Birmania, Sur de China, Thailandia, Laos, Camboya y Vietnam) multiplican su producción de opio, morfina, y heroína, con el beneplácito subrepticio de Occidente.
Ya en la época de la guerra del Vietnam (1962-1975), la heroína de la zona era transportada a USA, acumulada en gran parte en el interior de los cadáveres de los soldados muertos en combate a los que se les hacían autopsias infundadas, extrayendo las vísceras abdominales y torácicas, para rellenarlos de drogas y después cosidos a conciencia las amplias sajaduras (desde casi el cuello hasta la parte superior de los genitales) que habilitaban un amplio espacio en los cadáveres para comprimir en ellos el letal producto referido.
Luego, en territorio yanqui, los cadáveres pasaban a ser remitidos a la Mafia Cosa Nostra, que extraían la droga y se le apropiaba, y luego los rellenaban de serrín y recosidos a conciencia, para devolver los cadáveres profanados al ejército, que a su vez , los entregaban a sus respectivas familias , que aceptaban con gran dolor y resignación los restos “auptosiados” de sus hijos y hermanos sin sospecha alguna (Consultar los escritos del admirable analista de la contemporaneidad, Noam Chomsky).
Todo lo verídicamente expuesto y constatado muestra que la alianza de los sucesivos gobiernos de Norteamérica con las cúpulas de las mafias viene de antaño y continua hoy. El tráfico de drogas ha aumentado cinco veces más desde hace veinte años.
Por lo pronto es una evidente mentira la publicidad exhustiva de que el Imperialismo yanqui, en esta época de Bush, sustituirá a las dictaduras existentes por regímenes democráticos. La Democracia no se exporta mediante las guerras preventivas, siempre son la atracción pacífica por ejemplos a imitar y sobre todo el logro por medio de luchas de todo tipo de las masas populares de cada nación.
Por el contrario, EEUU mima a todas las dictaduras que ocupan un lugar estratégico para la globalización capitalista, como antes he expuesto con unas mínimas referencias.
La frase estándar que se utiliza para referirse a las dictaduras fieles al actual orden mundial, en la Casa Blanca es: “Son unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta”. Lo peor es que todo apunta, como dice el recientemente premiado por el Príncipe de Asturias, Rafael Sánchez Ferlosio es que “Vendrán más años malos y nos harán más ciegos”.
Además, este pacto secreto, jamás escrito, entre la Mafia y Occidente tiene motivos principales:
– La Mafia es una estructura delictiva y para darle riendas largas a cambio de que sea una institución para lograr cometer crímenes selectivos de Estado sin que éste aparezca implicado (tira la piedra y esconde la mano). La explicación oficial es siempre la misma: “ajuste de cuentas”.
– Rienda larga a la mafia para convertir a ésta en ejército de reserva parapolicial para oponerse a rebeliones amplias contra el orden establecido y reprimir a los numerosos opositores a la evolución del Orden actual que tiende a agravarse de un modo planificado; presentando el enfrentamiento como enfrentamiento o guerra civil y no como en realidad es, Represión del Estado.
– En otro orden mundial, las mafias de las drogas, el crimen organizado, la prostitución, poseen un 30% del capital total de la Tierra, bien en negro en los adyectos paraísos fiscales (que el reciente Tratado Constitucional de la Unión Europea no condenan) , bien como capital bloqueado. Resultando además que este capital, producto del delito universal, coparticipa en inversiones del capital financiero de los grandes bancos y multinacionales, revestidos de una aureola de honradez, legalidad y respetabilidad, ajena a cualquier sospecha, aunque todas estas respetables empresas llevan una doble contabilidad, lo que les permite ocultar una máxima parte de sus efectivos reales en paraísos fiscales en los mismos donde oculta, qué coincidencia, la mafia sus capitales negros. Y ello facilita la connivencia de la Mafia con el gran capital, incluido ¡qué horror! La banca Vaticana.
e) B.M., el FMI y la OCM, controlados en un 90% por EEUU, bloquean resoluciones meritorias de la ONU como el PNUD (programa de las Naciones Unidas para el desarrollo), controlan al cien por cien la Economía Mundial y, mientras permiten barreras arancelarias en USA, en la UE, y en Japón, chantajea a los países pobres o en desarrollo, conminándole a disolver cualquier control aduanero frente a la exportación de los países ricos, al mismo tiempo que utilizan los préstamos (cuantiosos para los países ricos y exiguos y con intereses usurarios para los países pòbres); el dogal de la deuda externa, totalmente impagable para los países desheredados.
La consecuencia es la todavía mayor polarización entre ricos y pobres, habiendo asumido tras el 11S del 2001 la declaración de guerra en todos los frentes, el pentágono, contra todo lo que se oponga a los planes de EEUU de ser el detentador del poder del Imperio Único Universal. Guerra unilateral frente a la cual crece la resistencia política y militar de los pueblos oprimidos o invadidos, en lo que he denominado IV Guerra Mundial.
La droga no es un instrumento para descubrir nuevos aspectos, sino un factor prioritario para el suicidio a plazos de la juventud o cuanto menos, para su autoliquidación y ruina física y mental, la destrucción de su voluntad y rebeldia.
Son falsos los alegatos de escritores y consumidores, como los de Antonio Escotado y Carlos Castañeda, defendiendo las bondades del consumo de cualquier tipo de droga, especialmente de los alucinógenos LSD y PEYOTE, como agentes de una percepción extrasentido de nuevas, insólitas y maravillosas percepciones que se incrustan y se integran en nuestro subconsciente, potenciándolo.
En realidad solo provocan una huída insolidaria de la realidad, una aniquilación del sujeto (joven), un caos y opacidad en la percepción de lo existente.
Conviene constatar que el FBI, durante dos décadas, de 1950 a 1970, estuvo distribuyendo gratis todo tipo de drogas, especialmente LSD, en las universidades y centros de trabajo, y siendo la juventud estudiantil y trabajadora los destinatarios de su consumo, para incentivar el conformismo juvenil frente a lo injusto, eliminar su rebeldía frente a la corrupción en lo político y en lo social, y aniquilarlos como ciudadanos comunes. Ello tenía un objetivo principal: estabilizar y desarmar cualquier conato de modificación del statu-quo sociopolítico de la sociedad norteamericana, para hacer de ella un baluarte social sumiso y obediente al aparato de poder de cara a la III Guerra Mundial, la GUERRA FRÍA que si no estalló fue la evidencia de “Una destrucción nuclear mutua asegurada frente a la entonces Unión Soviética.
Lo cierto es que para los “humillados y ofendidos”, especialmente en la juventud la droga es, también una forma de soportar (forma farsa) lo miserable e invisible de la realidad hostil ,la búsqueda del yoyoísmo, aislándose de todo contacto humano social o familiar que le parece insoportable; sumiéndose en una letal soledad.
Finalmente la realidad es que existe una alianza entre los gobiernos occidentales, sometidos en su totalidad a la hegemonía de Norteamérica, y las mafias del narcotráfico, alianza jamás escrita en documento alguno, sino llevadas en secreto por sus respectivos Servicios Secretos de Inteligencia, encargados también en el más arcano de los secretos, la existencia de tal pacto. Para ello cuentan con una abundante plantilla en la Fuerzas de Seguridad del Estado que en su mayor parte desconocen esta perversa alianza; cuentan también con núcleos de policia sobornada y corrupta; cuentan con la información del litoral exento de vigilancia, con el conocimiento de vías terrestres no vigiladas, y de aeropuertos cuyos responsables son sobornados, chantajeados, amenazados de muerte e, incluso asesinados.
Este pacto se renovó el 9 de enero del presente 2005. ¿Quién nos gobierna?: Personajes amorales o profesionales de la mentira, del doble juego, del ocultamiento y de la doble moral.
Se presentan con una faz innovadora, honrada, digna, con voluntad general de combatir o erradicar la delincuencia, con la respetabilidad de auténticos hombres de Estado. Y así son publicitados hasta el hastío por todos los medios de comunicación . ¡menuda libertad de prensa e informativa!
En realidad son personajillos corruptos hasta la médula. De ahí, por intuición colectiva, el menosprecio generalizado hacia la Política y políticos en general, menosprecio que degenera en una mortal indiferencia. Cuando la política,. En su no prostituido ejercicio, es el acto más elevado, entregado, culto crítico, honrado y de la máxima abnegación y obligación que todo hombre o mujer puede ejercer.
El golpe más fuerte que puede recibir el narcotráfico no es la falsa represión contra éste, sino la legalización de las drogas.
Está comprobado que su legalización y venta libre en farmacias u otros establecimientos, hace disminuir el número de consumidores y traería numerosas ventajas:
1) Esta legalización no facilitaría más que ahora, el acceso libre a los puntos de venta que funcionan y crecen como hongos con toda impunidad, pese a expender productos presuntamente ilegales.
2) La droga no estaría adulterada (el mayor factor de mortandad).
3) Bajaría el precio de estos perversos productos por lo menos diez veces más, con lo cual disminuirían drásticamente los delitos controla seguridad ciudadana, con lo cual la opinión pública no demandaría del gobierno “más policía” lo que legitima la potenciación del aparato represivo del Estado, que busca activamente éste. Por el contrario, se emplearía prioritariamente este aparato represivo incrementado en el mayor control social e individual con fines exclusivamente de control y represión política. Esto significa una asfixia cada vez mayor para las libertades civiles, en un momento en que el estado no le basta con saber las muelas picadas de cada ciudadano.
4) Pero es claro que estos gobiernos, que estrechan cada vez más sus lazos con las mafias criminales, no están interesados en combatir a las mismas, porque la legalización las arruinarían. Sólo lo presuntamente ilegal y clandestino del narcotráfico, hace que estos organismos delictivos ganen el cien por cien y aumenten su potencial humano, financiero y geográfico.
5) Para enmascarar la fúnebre realidad, los gobiernos publicitan hasta la extenuación la desarticulación de puntos de venta ocasionales de algún pequeño camello, o de alguna familia de medio pelo que trapichea al por menor, sin constituir ningún factor significativo en el narcotráfico; a veces cae un pez semi gordo, como Laureano Oubiña, pero es por las instrucciones de las cúpulas mafiosas, en este caso el Cártel de Bogotá, con el que se enfrentó Oubiña por asuntos relacionados con el precio y los kilogramos de cocaína importada.
Desgraciadamente tendremos que aprender a convivir con un conjunto de personas aquejadas de patologías mentales o debilidad vital provocadas por la inmensa cantidad de desposeídos y de aún su mayor ampliación para los que la vida es el infierno de sobrevivir día a día. De entre ellos muchos serán consumidores crónicos. Para los restantes es inútil la represión, por el contrario sólo la prevención y educación sin ocultar nada, llevada por la familia, el centro estudiantil, algunas ONGs y la aficción por sanas actividades deportivas, son el único remedio.
Y lo que es más importante, la implicación transformadora, incluso revolucionaria y política, de todos nosotros para transformar el actual Orden Mundial perverso, hasta llegar a un orden regido por la razón, la equidad, la justicia y la verdad, y el logro de la “Paz Perpetua” que soñaba Inmanuel Kant. Lo peor es la pasividad, la intoxicación televisiva o la individualización familiar de este drama.
El camino más eficaz para erradicar el narcotráfico, requiere una larga ruta, dura, larga, y en ciertos momentos violenta, pero siempre política. Pero esta tragedia planetaria merece el combate de al menos los más responsales y lúcidos. Siempre con el lema de ntonio Gramci: “pesimismo de la inteligencia y optimismo de la voluntad” o el de Don Quijote: “Podrán quitarme la suerte y la ventura pero el esfuerzo y el ánimo será imposible”.
Todo ello frente a Baudelaire en sus Paraísos Artificiales, que defendía el consumo de drogas y siguiendo a Don Antonio Machado, el bueno; uno de los más grandes poetas de nuestra patria y hoy enterrado en Colliure en suelo extranjero (¡Vaya justicia histórica para el exiliado republicano tras nuestra Guerra Civil), el cual replicaba a Baudelaire diciendo: “Esos presumidos paraísos son más artificiales que paradisíacos".