Suele decirse que se aspira a conseguir lo que no se tiene, y La Chupa nunca se ha caracterizado por ejercitar la solidaridad por varias razones, entre otras porque la desconoce y porque se ha formado justamente en el egoísmo insolidario, además de que tampoco se le ha exigido un ejercicio solidario sino que se ha alzado al puesto en la cima de su pequeña colina por el mero y estricto hecho de haberse comido unas pollas en buena situación.
Así, pues, ante la revolución que hay en el coto, las miradas de que está siendo objeto por todos los pobladores del mismo y debido a que las pollas bien situadas comienzan a piolar porque les ha situado en la encrucijada, ha causado el pánico en La Chupa ante la coincidencia inmensamente mayoritaria de que debe salir de ese angosto puesto.
Y esa coincidente necesidad, en que salga del puesto y abandone el coto, es la que tiene revolucionada la prenda. Pero el desequilibrio del tejido de la cazadora, las bolsas que se le han formado ante los botones negros azabache y las que bordean tan artificiosamente la cremallera que es la vía de comunicación con el exterior, le han dejado una imagen que ha situado en la memoria histórica a la prenda, y la verdad es que nada tiene que sustituya a su indigno ejercicio para mantenerse en el puesto.
Pero lo peor que tiene La Chupa es el haber extendido la especie en el coto y en sus aledaños de que sus ya hábitos alimenticios es común a todas las prendas y nada más lejos de ello, porque La Chupa es única y tiene en exclusiva el patrimonio de comerse las pollas para conseguir lo que el resto de prendas no hacen para subir al puesto. Por tanto, no todas las prendas son prendas que comen pollas en buena situación para conseguir subir a un puesto cualquiera que fuere la altura de la colina existente en el coto, sino que La Chupa es la única prenda que come pollas en buena situación y que solo lo hace para conseguir hacerse con un puesto. Lo que extraña es la habilidad de La Chupa para haber cautivado a muchas prendas para pensar que todas son iguales y nada más lejos, es única, irrepetible y encima tiene en exclusividad esta práctica. No es cuestión de género, masculino o femenino, es una cuestión individual de La Chupa, que sería tan detestable si fuese masculino como en ella.
Y eso es lo que se sabe en el coto y en sus aledaños, que exclusivamente es La Chupa la que engulle pollas en buena situación con el único propósito de conseguir un puesto en una colina por pequeña que sea. Ninguna prenda lleva a cabo esa práctica con ese propósito, solo La Chupa se dedica a ello. Con el buen clima que impera en el coto y el enmarañamiento que quiere producir para conseguir lo que el resto de prendas consiguen por sus propios méritos que justamente son los opuestos. ¡Vaya prenda!.
Por el tejido raído, la composición desequilibrada, el diseño obsoleto, los botones negros azabache acolchados y la cremallera ya cuasi deformada pero que solo se abre para producir la estupefacción en el coto, es por lo que le embarga la preocupación e intenta confundir allende las fronteras del coto y alinearse con otras prendas de las que dista abismalmente ya que es la única, repito, que come pollas en buena situación a cambio de especie. ¡Vaya prenda!.
Ese pretendido alineamiento de desea La Chupa con otras prendas está abocado al fracaso porque la pollada ya conoce sus hábitos y su ausencia de escrúpulos para pasar factura pese a que se haya producido esa degustación tras haber comido la polla alguna dosis de pesticida, y lo único que puede acarrear es llevarse consigo a alguna prenda que podría tener futuro en el coto y va a acabar con su existencia en el coto por tan nefasta compañía en la percha.
Algunas pollas ya están piolando, como también lo hacen prendas que no comparten la acción engullidora de pollas de La Chupa, y el pioleo es ensordecedor en el coto y en sus aledaños, por lo que tal vez sea una de las razones por las que traslada su acción a otros cotos, en alguno de los cuales también se empieza a piolar debido al registro de cotos existente. El ruido que está produciendo este pioleo sobre La Chupa es ensordecedor en el coto, como también es clamorosa la demanda para sacarla del coto y ubicarla en otro espacio que no pueda influir en el coto. ¡Vaya prenda!