Llega el verano, y este año con una primavera electoral, por lo que se comentaba en voz baja ahora se dice en alta voz; y quienes se comportan así no son solamente los candidatos que concurren a los comicios electorales del 26-M, lo que tiene una razón relativa, sino que son los residentes, veraneantes, residentes y visitantes los que lo comentan con lo que la gravedad del hecho es mayor por las consecuencias económicas que pueden derivarse del hecho que las playas de Garrucha no tengan ningún distintivo, ni siquiera el de pago, que las acrediten como atractivas para quienes deseen sumergirse en sus aguas mediterráneas y tostarse al sol en sus finas arenas.