Fernando González Urbaneja, presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) lo dijo textualmente, pero también lo afirmaron con otras palabras Covadonga Porrúa, presidenta de la Asociación de Periodistas – Asociación de la Prensa de Almería (AP-APAL) y Antonio Jesús Rodríguez, alcalde de Níjar: “Hay que recuperar el buen periodismo para que la sociedad vea que somos necesarios, un periodismo independiente para el ciudadano”.
{mosimage}La fiesta del patrón de los periodistas, San Francisco de Sales congregó anoche a más de doscientas personas en el marco incomparable del Centro de Artes Escénicas (CAE) de Níjar donde recibieron los premios Libertad de Expresión González Urbaneja y el catedrático de la Universidad de Almería, Fernando Martínez López, junto al homenaje que se rindió a los periodistas almerienses Manuel Carretero, Antonio Orta, José A. Belda, María Rosa Granados, José Ángel Pérez, Francisco Moncada, Lola Benavides, José Pardo, José Juan Mullor y José Manuel Bretones. También el Ayuntamiento de Níjar, en la persona de su alcalde, recibió una placa especial de agradecimiento de la AP-APAL.
Las palabras del alcalde nijareño, Antonio Jesús Rodríguez Segura, ya tuvieron carácter reivindicativo en su agradecimiento por haber sido elegida la villa de Níjar para la celebración al afirmar la convulsión que supone que más de cincuenta periodistas en Almería hayan perdido su empleo, invitando a todos a una reflexión para analizar la crisis y los otros motivos que han provocado esta situación, quizás, afirmó, debido a un exceso de medios, sustentándose algunos sin tener en cuenta la profesionalidad. Rodríguez Segura defendió el buen periodismo y el respeto a la profesión, bien avalados por la verdad, para finalmente dar esperanzas a algunos de los periodistas despedidos, allí presentes: Unas puertas se cierran, pero otras se abren afortunadamente.
PREMIOS A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Los momentos más emotivos fueron cuando la presidenta de la Asociación entregó los premios a Gonzaléz Urbaneja y a Fernando Martínez López. Éste último en su agradecimiento destacó la ilusión que le hacía recibir el galardón, porque la lucha por las libertades había sido siempre su norte, de manera especial la de expresión que catalogó como uno de los mayores hitos de la humanidad. Con una frase de Nicolás Salmerón del siglo XIX, con perfecta actualidad, rubricó la importancia de la libertad de prensa y de expresión en toda democracia.
González Urbaneja, visiblemente emocionado, afirmó que se sentía honrado por la distinción. Recordó cuando fue nombrado en Almería presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) para cubrir una etapa de cinco años fructífera con el buen trabajo de todas las asociaciones y periodistas que la integran. Habló de la especial y delicada situación que vive el periodismo dentro de la crisis mundial, agudizada en este caso también por la crisis de modelo. Urbaneja fue claro en la imperiosa necesidad de hacer un buen periodismo, porque no existe sociedad democrática sin un periodismo riguroso y serio.
SOLIDARIDAD
El presidente de la APM hizo un llamamiento para vencer la precariedad tan salvaje que padece el sector: Sólo podemos resolverla con la solidaridad de los compañeros, porque no es justo que en un mismo medio haya gente muy bien pagada y, al lado, otros muy mal pagados. Apeló a los empresarios a que hicieron un esfuerzo mayor, para invertir más, y concluyó abogando por la recuperación del buen periodismo, como única forma de que la sociedad vea que somos necesarios, un periodismo independiente para el ciudadano.
LA CRISIS COMO EXCUSA
La presidenta de la Asociación de Periodistas de Almería, Covadonga Porrúa relató la cruda realidad del periodismo almeriense al resaltar que hace algo más de un año nos echamos a la calle, por primera vez en la historia, para denunciar la precariedad laboral que padecemos, pero a pesar de ello y de las inspecciones de trabajo promovidas, las cosas han empeorado y mucho, Hemos pasado de los sueldos miserables, de las a veces surrealistas condiciones laborales, a los despidos. Hizo un recorrido por los medios que han cerrado y dejado sin empleo a periodistas para decir: La crisis, dirán algunos, que salpica a los medios y les quita publicidad y clientes, lectores y audiencia; pero tengo la sensación de que algunos están aprovechando la crisis como excusa para reducir costes, contratando por todavía menos dinero a periodistas, o sustituyendo a los trabajadores por becarios o, lo que es todavía más grave, cargando de trabajo a los pocos que se van quedando en plantilla.
Porrúa insistió en que cuando se cierra un medio de comunicación, se rompe un cristal del prisma frágil en que está sostenida cualquier sociedad democrática. Hizo un llamamiento a los empresarios y a los periodistas. A éstos le pidió reflexión y valentía para analizar en qué nos estamos equivocando y por qué son cada vez menos los usuarios del producto comunicativo.
El discurso de Covadonga Porrúa puede ser consultado al pie de esta información como documento asociado.
INVESTIGACIÓN EN LOS MEDIOS
El acto institucional de la Asociación de Periodistas Asociación de la Prensa de Almería contó también con la presencia de la doctora en Periodismo María del Mar Blanco Leal, quien pronunció una conferencia sobre La importancia de la investigación en los medios de comunicación actuales. Blanco frente a la crisis de la prensa escrita (ofensiva de los gratuitos, internet, pérdida de credibilidad, etc) realizó una propuesta positiva para favorecer el desarrollo de los medios: la investigación. Hizo especial hincapié en que las empresas periodísticas necesitan conocerse mejor a sí mismos y a los destinatarios o usuarios de la información que deben volver a ser su principal preocupación. Su apuesta fue clara, concretando en la necesidad de fomentar la interacción entre empresas y universidades y aumentar la presencia de los medios en las universidades.
RECUERDO PARA SALMERÓN, RAMÍREZ, JIMÉNEZ Y PÉREZ – AMAT
El programa de la festividad del patrón de los periodistas que organizó la AP-APAL con la colaboración del Ayuntamiento de Níjar y el apoyo de Cajamar, se inició en la iglesia parroquial de Santa María de la Anunciación, con una misa en sufragio de los compañeros fallecidos. Hubo un recuerdo especial para el socio vitalicio Juan Salmerón; los colaboradores de prensa diaria Fabio Ramírez y Antonio Jiménez, y el profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, Ricardo Pérez Amat, que nos dejaron el pasado año. Paco Moncada, como es tradicional, leyó la oración del Padrenuestro del periodista.
El acto institucional contó con la presencia, entre otros, de la diputada del Congreso, Cándida Martínez López; el rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina; la delegada de Comercio, Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía, Esperanza Pérez; presidente de la Audiencia Provincial, Benito Gálvez; alcalde de Vícar, Antonio Bonilla; así como la corporación municipal de la villa de Níjar y concejales de Vícar y Almería, además de otras representaciones políticas, militares, sindicales y de asociaciones. La periodista Inmaculada García César presentó de forma magistral el acto institucional, en cuya organización también ha tenido una decidida participación la periodista Carmen Bourgón.
LA IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACIÓN EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ACTUALES
María del Mar Blanco Leal.
Doctora en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.
Buenas noches y muchas gracias en primer lugar a la Asociación de Periodistas – Asociación de la Prensa de Almería y especialmente a su presidenta Dña. Covadonga Porrúa, por haber pensado en mí para celebrar la festividad del patrón de los periodistas San Francisco de Sales, en el LXXVII Aniversario de la Fundación de esta Asociación y a D. Antonio Jesús Rodríguez, alcalde de Níjar por habernos acogido esta noche aquí en su tierra. Asimismo, quiero agradecer a las autoridades, los galardonados esta noche con el Premio a la Libertad de expresión y a todos los compañeros y amigos que han tenido a bien acompañarnos esta tarde.
La situación actual de los Medios de Comunicación es mala en sintonía con la tan traída y llevada crisis económica. En cierto sentido, podría decirse que es lógico ya que el periodismo no es otra cosa que la historia que pasa y las empresas informativas son, por tanto, un agente económico más. Algunos de ustedes pensarán que exagero, quizás otros que me quedo corta en mi adjetivación, pero todos estarán de acuerdo en que los Medios de Comunicación están cambiando y van a seguir haciéndolo de forma rápida y revolucionaria para intentar sobrellevar la crisis y adaptarse al nuevo panorama económico, político e informativo que se plantea. Quizás la prensa sea la gran damnificada de todo el proceso ya que cada vez se parece menos a sí misma influida por el resto de medios con los que interactúa y que produce como resultado, en ocasiones, la falta de información cuando no la desinformación de los destinatarios.
No obstante, no he venido aquí esta tarde a ser mensajera de unas noticias que todos nosotros conocemos bien por vivirlas en las propias redacciones –al menos en aquellas que siguen abiertas-, bien a través de los compañeros o de las informaciones que escasamente aparecen en los medios de comunicación social de carácter generalista y un poco más en aquellos especializados. De hecho, el último número de la revista Periodistas de la FAPE hace referencia a la situación de precariedad que se vive en las redacciones lo que está provocando situaciones constantes de incertidumbre y desmotivación profesional. Aún así, lo que más me preocupa es el hecho de que la precariedad está afectando también a la credibilidad de los medios, donde la televisión supera a la prensa, un medio históricamente creíble y fiel a los lectores. Además, si por algo se ha caracterizado nuestra profesión a lo largo de su trayectoria ha sido por su inconformidad, por su rebeldía, y su carácter crítico al que hoy debemos apelar. De hecho debemos estar incómodos con la imagen actual que están dando nuestros medios.
De hecho, señala Ignacio Ramonet que las causas de la crisis que afectan a la prensa escrita tienen un origen externo e interno. Entre las primeras se encuentran “la ofensiva devastadora de los diarios gratuitos[1]” e Internet y su crecimiento exponencial. En lo que se refiere a las causas internas también destacan dos: la pérdida de la credibilidad de la prensa escrita “que pertenece cada vez más a grupos industriales que controlan el poder económico y que están en connivencia con el poder político. Y también porque la parcialidad, la falta de objetividad, la mentira, las manipulaciones o simplemente las imposturas, no cesan de aumentar”[2].
Ante esta situación mi propuesta quiere ser positiva, al menos intenta serlo. Por ello, deseo hacer referencia a aquella parcela de la información que puede favorecer el desarrollo de los medios y que desde mi punto de vista es uno de los pilares fundamentales: la investigación. La investigación relacionada con los medios de comunicación parece una de las pocas soluciones a la realidad que acontece. Para ello y aunque pudiera parecer redundante los medios de comunicación necesitan conocerse mejor a sí mismos y a los destinatarios o usuarios de la información que deben volver a ser su principal preocupación. Necesitan volver a su Oráculo de Delfos y conocerse a sí misma.
No podemos olvidar que la información es poder. Porque aquel que sabe, aquel que conoce se sitúa en una posición de privilegio frente a aquel que ignora. El poder de informar del que hablaban Alfonso Nieto y Francisco Iglesias y que se tiene que tener presente a la hora de buscar soluciones a la situación de los medios.
De hecho, “adquirir información oportuna y adecuada es necesario para tomar decisiones con acierto. La información verdadera y completa disminuye el riesgo. En consecuencia, quien tiene información tiene poder sobre los demás. Llano (1996) señala cuatro destrezas del directivo excelente: saber dónde buscar la información, saber cómo seleccionarla, reconocer qué valor tiene la información obtenida y cómo procede utilizarla”[3].
Destaca Mercedes Medina que “el directivo debe tomar decisiones y asumir las consecuencias de las mismas. Para evitar los errores se pueden prever algunas cuestiones como conocer todas las opciones posibles, estudiar ventajas e inconvenientes, anticipar las posibles consecuencias y problemas que puedan surgir así como sus soluciones y elegir el momento oportuno para comunicar e implantar la decisión tomada”[4].
De hecho entre los retos que se plantean al empresario de la información se encuentran:
a). Seleccionar la información útil, necesaria y con sentido: discriminar, por tanto la información que no es ni verdadera ni relevante.
b). Saber interpretar la información y convertirla en conocimiento. Es decir, aportar las causas y las consecuencias de los datos obtenidos.
c). Utilizar la información en la toma de decisiones”[5].
“Sin embargo, como señala Smith (1994), obtener información resulta una actividad complicada por los siguientes motivos:
a). Conseguirla es una tarea costosa: se requiere inversión de capital, tiempo y personas.
b). La información es un bien escaso. La información en el sector audiovisual se caracteriza por ser, en muchos casos, interesada, confidencial y poco rigurosa.
c). Con frecuencia, la información que se utiliza es parcial y sesgada. Falta una visión global de los distintos procesos y ánimo para coordinar intereses.
d). Abunda la información inútil. Phalen (1998) señala la importancia de las relaciones personales en la obtención de información valiosa”[6].
La investigación es, por tanto, una forma para conseguir información sobre lo que ocurre fuera y dentro de la propia empresa. De hecho, el término investigación viene del latín investigatio, -onis, que tiene por fin ampliar el conocimiento científico, sin perseguir en principio, ninguna aplicación práctica. Hacer diligencias para descubrir una cosa. Realizar actividades intelectuales y experimentales de modo sistemático con el propósito de aumentar los conocimientos sobre una determinada materia. No obstante, en nuestra sociedad de hoy en día, aquellas actividades que no están orientadas a obtener un beneficio a corto plazo parecen marginales o poco interesantes. Lo que no es rentable ahora, no sirve.
No obstante, “la investigación científica (tiene que ver con el hombre) posee una natural y radical significación humana. El animal no reflexiona, conoce pero de modo distinto al hombre. O, de otro modo, sólo el hombre es consciente del grado de sus conocimientos en cada momento y del posible crecimiento o disminución de aquel en función de su capacidad de pensamiento y de unas circunstancias espaciales y temporales determinadas”[7].
De hecho, destacan Desantes-Guanter y López Yepes que “entre las tareas relacionadas con el conocimiento humano figura la promoción de la ciencia en el doble fin de lograr tanto su crecimiento por la investigación como de permitir su transmisión por la vía de la docencia. Y ello por una tendencia natural, ya señalada por Aristóteles, y justificada por Dante”[8].
Por su parte, Umberto Eco afirma que una investigación es científica cuando cumple los siguientes requisitos[9]:
- La investigación versa sobre un objeto reconocible y definido de tal modo que también sea reconocible por los demás. Nada hay tan conocido y tan debatido a día de hoy como los medios de comunicación. De hecho, “el objeto de la investigación científica es aquello a lo que se aplica el pensamiento. Cuando se trata de obtener nuevo conocimiento científico el objeto se erige en fortaleza que hay que conquistar con métodos que aseguren la garantía de obtención de una verdad contrastable por toda la comunidad científica. Este objeto de conocimiento científico, de investigación, está constituido por los vestigios que plantean un conjunto de problemas epistemológicos implícitos en el tema de la investigación de cuya resolución se persigue”[10].
- La investigación tiene que decir sobre este objeto cosas que todavía no han sido dichas o bien revisar con óptica diferentes las cosas que ya han sido dichas. Es cierto que en nuestra sociedad se dice mucho, quizás en ocasiones demasiado sobre casi todo. La figura del opinador se ha convertido en una constante permanente. No obstante, opinar no tiene nada que ver con una investigación seria y bien formulada. Una investigación tiene que aportar unas conclusiones claras y novedosas sobre el objeto de estudio. De ahí el siguiente punto que aporta Eco.
- La investigación tiene que ser útil a los demás. Por ello la realidad suele ser el principal objeto de estudio porque “la realidad es el lugar de donde proceden y en el que se detectan los problemas científicos pero es, al mismo tiempo, la fuente para su resolución mediante los vestigios, las huellas, las aportaciones que otros investigadores han dejado, la memoria, las señales, los indicios, en fin, ‘por donde se infiere la verdad de una cosa o se sigue la averiguación de ella”[11].
- La investigación debe suministrar elementos para la verificación y refutación de las hipótesis que presenta, y por tanto tiene que ofrecer elementos necesarios para su seguimiento público. Como ocurre con los medios de comunicación el principal motor y el último destinatario siempre es la sociedad, el público sobre el que tienen que revertir de forma indudable los resultados de las investigaciones y de la información.
Otro aspecto a tratar es el de la política científica. “De la política científica forma parte preliminar y esencial la política de información científica que, en una primera aproximación, podemos definir como el conjunto de medidas encaminadas a asegurar y garantizar la completa y correcta transmisión y uso de las fuentes de información. Si hemos hablado de la interacción ciencia/investigación científica, también cabe hablar, consecuentemente, de una interacción entre la sociedad y los sistemas de información científica como fruto natural de una política de esta naturaleza”[12].
Varios son los factores resultantes de dicha interacción:
- En el desarrollo social, ocupa un papel preponderante el propio desarrollo científico basado en el aumento incesante de medios y recursos humanos dedicados a la investigación, lo que supone un crecimiento progresivo del porcentaje que, procedente de la renta nacional, se destina a educación e investigación.
- Es forzoso procurar la mayor rentabilidad científica de la investigación, y, en relación con ello, todos los autores están de acuerdo en afirmar la enorme importancia de un correcto sistema de información y documentación.
- Es la división del trabajo el principio general que debe amparar la perfección de toda tarea, y, en este aspecto, cabe establecer que, junto a la división en científicos teóricos y experimentales, (…) o en científicos investigadores y científicos que aplican sus conocimientos en las empresas, hay una tercera variedad del trabajo científico que es la constituida por la actividad de información de los resultados científicos y que exige, paralelamente, un tercer tipo de profesionales a los que podemos denominar científicos de la información, informadores de la ciencia o documentalistas científicos”[13]. Quizás uno de los problemas que ya empezamos a atisbar es que en el ámbito de la información hay más científicos investigadores que científicos pragmáticos, y por supuesto, que no me queda otra que entonar el ‘mea culpa’.
Por otra parte, hay que ser realistas al afirmar que “el proceso investigador es complicado. Es necesario aprender a investigar. El aprendizaje incluye, por supuesto, el dominio de unas técnicas que permiten el mínimo esfuerzo con la mayor garantía de éxito. Pero las técnicas son meros instrumentos, a veces necesarios, otras convenientes o aconsejables”[14]. No obstante, lo único que no puede faltar es el investigador, causa eficiente o agente de la investigación científica.
De ahí que el perfil del investigador deba estar caracterizado por una serie de ingenios: la aptitud para pensar, la aptitud imaginativa, la aptitud de curiosidad científica, la aptitud admirativa, la aptitud de exigencia o rigor, la aptitud de laboriosidad, la aptitud de constancia, la aptitud de orden, la aptitud de optimismo y la aptitud de servicio. Quizás una sociedad como la nuestra, donde impera el “aquí y el ahora” ve con escepticismo esta serie de valores, los cuales se cultivan en la actualidad por defecto.
Quizás también sería bueno, llegados a este punto, preguntarnos, como lo hace la autora Nuria Amat en su obra De la información al saber, “¿Cómo encontrar el conocimiento que hemos perdido en la información?”[15]. Y es que “la información es un problema porque somos incapaces o no hemos superado el puente de abertura entre los aspectos tecnológicos y teóricos de la información. Y el problema se manifiesta en nuestro escaso conocimiento sobre la información en tanto que proceso”[16].
Para ello, resulta útil echar un vistazo a los datos que nos ofrece el Informe del Ministerio de Educación sobre la situación universitaria en España[17]. Durante el presente curso, en el que la situación universitaria es un tanto convulsa debido a la aplicación del plan Bolonia coexisten en las universidades españolas distintos niveles formativos. A los estudios de primer y segundo ciclo, se unen los estudios de grado que comienzan a impartirse este año, los másteres oficiales (que empezaron a funcionar en el curso 2006-2007) y los programas de doctorado. En este último apartado, que es el que nos interesa a nosotros desde el punto de vista de la investigación, se ofertan 989 programas de doctorado donde coexisten los regulados por el RD 778/1998 como por el RD 56/2005 y 1393/2007.
Los alumnos matriculados en tercer ciclo han ido creciendo en los diez últimos años regularmente. En el curso 2007-2008 un total de 77.654 estudiantes se matricularon en cursos de doctorado, lo que supone un incremento de casi 2.300 alumnos (75.914 alumnos matriculados en tercer ciclo en el curso 2006-2007). Entre los estudiantes de doctorado el 21,9% son extranjeros y de ellos algo más de la mitad proceden de América latina (de A. central (6,7%) y del Sur (44,7%)).
Asimismo, el número de graduados de tercer ciclo casi se ha duplicado en diez años, pasando de 13.912 en el curso 1995-1996 a los más de 24.000 alumnos en 2005-2006.
No obstante, si se observa con detenimiento el número de tesis doctorales leídas en los últimos años, a pesar de haber aumentado el número de matriculados no encuentra reflejo en el número de tesis leídas. De hecho del curso 2005-2006 al 2006-2007 el número de tesis leídas sólo aumentó en 73. Realmente, si se observa el número de tesis doctorales leídas desde 1996 hasta la actualidad prácticamente el número se mantiene estancado, aunque con un muy ligero ascenso.
Por su parte, teniendo en cuenta la distribución por áreas de conocimiento de las tesis doctorales leídas veríamos que las Ciencias Sociales y Jurídicas dentro de las que se encuentran las relacionadas con medios de comunicación (Periodismo, Comunicación Audiovisual y Publicidad) se encuentran en segundo lugar con un 20,8%, por detrás de las relacionadas con las Ciencias Experimentales con un 32,7% y tan sólo un poco por delante de las Enseñanzas Técnicas (18,2%) y algo más distante de las Ciencias de la Salud y las Humanidades.
Sin embargo parece halagüeño apreciar que si se presta atención a los tramos de edad, el 35,5% de los investigadores que presentan su tesis doctoral se encuentran entre los 30 y los 34 años. Eso sí, un 25,4% superan los 40 años. Lo que nos señala un poco la importancia que se está concediendo a la investigación en su traslación del panorama académico al laboral. ¿Se valora realmente el conocimiento? ¿Se están orientando mal las investigaciones de tercer ciclo?
En cuanto a las ayudas que se han concedido al Plan Nacional de I+D+i, en términos globales en 2007 se concedieron: 240 Ramón y Cajal; 312 Juan de la Cierva; 341 Técnicos de Apoyo, 917 Becas FPI y 946 Becas FPU.
En lo que se refiere a la actuación en financiación de Proyectos de Investigación y Acciones Complementarias, en 2007, se financiaron 3.022 Proyectos de Investigación, de los que 2.325 se han destinado a las universidades. Las Acciones Complementarias financiadas han sido 1.167y las destinadas a universidades 717.
Asimismo, el gasto por alumno en enseñanza superior en relación al PIB per cápita en el conjunto de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico) tiende a mantenerse estable o incluso disminuye desde el año 1997. En España ha aumentado en ese mismo periodo pero, a pesar de ello, en 2003 seguía estando siete puntos por debajo de la media de la OCDE. En el año 2005 el gasto en Instituciones Educativas de Educación Superior respecto al PIB se situó en el 1,1%. La media de la OCDE se sitúa en el 1,5%, Alemania el 1,1%, Francia el 1,3% y Reino Unido el 1,3%.
En el año 2006 el Gasto Público en Educación Universitaria ascendió a 8.600 millones de euros, de los que 8.124 millones es gasto en Instituciones Universitarias.
Es cierto que no podemos reducir la investigación a la que se realiza en las Universidades, pero sí es real que en el día a día de los medios de comunicación resulta duro, cuando no casi imposible invertir en investigación y desarrollo. ¿Cuál podría ser entonces la respuesta a este complejo rompecabezas? Evidentemente, lo que muchos llevan diciendo desde hace tiempo pero que aún resulta difícil de aplicar.
– Fomentar la interacción entre empresas y universidades. Incentivar la investigación a través de los cauces oficiales y aprovechando las subvenciones, becas y ayudas establecidas a tal efecto.
– Aumentar la presencia de los medios en las universidades no sólo como entes parasitarios que se aprovechan del trabajo de los becarios, sino como un actor más que aporta y recibe.
– Es preciso poner en contacto a los investigadores y al campo real de aplicación de su actividad porque de este modo ambas partes pueden sacar partido. Las empresas de medios de comunicación no deben permanecer por más tiempo como meros espectadores de lo que ocurre en los invernaderos de ideas, en los lugares en los que investigar forma parte de la tarea diaria.
– Las empresas informativas deben convertirse en protagonistas de su propio futuro, tomar las riendas y dar un paso hacia delante. El modelo propuesto hasta ahora no está dando los resultados esperados. ¿Por qué no cambiar?
– Este mismo sistema está dando frutos efectivos en las disciplinas científicas, de hecho los grupos de investigación de las distintas carreras de ciencias están interactuando de forma directa con las empresas y están aportando resultados efectivos.
– Establecer procesos para realizar auditorias de la información en las empresas. ¿Qué sabe quién sobre cada asunto?
Esta es una propuesta, una posibilidad, un intento por encontrar una solución para que los medios de comunicación puedan seguir desempeñando la tarea que les corresponde, que no es otra que servir al público, comunicándole de forma prudente y adecuada el saber sobre las realidades humanas actuales que le es útil saber a los destinatarios para actuar libre y solidariamente[18]. Un trabajo complejo que afrontamos día a día. Quizás por ello, nuestro patrón sea San Francisco de Sales, al cual se le recuerda además de por sus “grandes aptitudes comunicativas y dotes psicológicas para conocer y acompañar a las personas”[19], también porque “supo llevarles la paz y la dulzura de su vida y orientar el camino verdadero a través de las muchas dificultades del diario vivir[20]. Y, eso sí, nosotros de dificultades sabemos un rato. Muchas gracias y buenas noches.
DISCURSO DE LA PRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN DE PERIODISTAS – ASOCIACIÓN DE LA PRENSA DE ALMERÍA
Señoras y señores, autoridades, compañeros. Buenas noches. Bienvenidos a esta noche de fiesta para los periodistas. De nuevo, y ya van siete años, hemos querido que el día del Patrón, el Día de San Francisco de Sales, nos sirva como excusa no sólo para pasar un rato de convivencia. También para acercarnos a todos los periodistas que nos ofrecen la realidad de su pueblo y de sus ciudadanos. Ese trabajo diario, constante, que a veces sólo obtiene un hueco pequeñito en el faldón de la página par, pero que es tan importante. Por eso, gracias Antonio Jesús, por permitirnos esta noche acercarnos a Níjar. Gracias a todos los concejales de la Corporación y a todos los nijareños, de corazón, por acogernos desde el primer momento con los brazos abiertos, y por ofrecernos este lugar. Esta noche sí que estamos en un escenario incomparable, y nunca mejor dicho.
Algo que se agradece en estos tiempos que corren. Que no están siendo precisamente buenos para los periodistas. Hace un año, nos echamos a la calle, por primera vez en la historia, para denunciar la precariedad laboral que padecemos. A pesar de ello, a pesar de las inspecciones de trabajo que se han realizado en emisoras de radio y de televisión y en periódicos, y que hemos promovido, la situación no ha mejorado.
Ha empeorado, y mucho. Hemos pasado de los sueldos miserables, de las a veces surrealistas condiciones laborales, a los despidos. Y no se crean que uno o dos. Verán. Se han cerrado dos periódicos. La edición local de El Mundo, y el Diario de Almería. Curiosamente, detrás se encontraban los mismos empresarios. Que no tenían demasiada vocación, por lo que parece, por el servicio público y en libertad que es el periodismo, y sí oscuros intereses más o menos económicos.
Ha cerrado Localia, por decisión general del grupo Prisa. Su reconversión en Canal Almería ha traído, claro, despidos. Como en La Voz de Almería, en la Cadena Ser; en la Radio Municipal de Adra, en Ejido Televisión, en Canal Sí, y han comenzado también en Almería Actualidad, en el Grupo Joly. Más de 50 periodistas de nuestra provincia se encuentran ahora sin trabajo, con familia, hipoteca y la angustia acuciando. Asómense al Observatorio de Medios recientemente creado por la FAPE, y verán que los periodistas de calle, los que están a pie de micro y de grabadora, de poderosos tienen poco.
La crisis, dirán algunos, que salpica a los medios y les quita publicidad y clientes, lectores y audiencia. Pero tengo la sensación de que algunos están aprovechando la crisis como excusa, Como excusa para reducir costes, contratando por todavía menos dinero a periodistas o, sustituyendo a los trabajadores por becarios o, lo que es todavía más grave, cargando de trabajo a los pocos que van quedando en las plantillas.
Y los que salen perdiendo no sólo somos nosotros, los que nos quedamos en la calle. También ustedes. Cuando se cierra un medio de comunicación, se rompe un cristal del prisma frágil, muy frágil, en que está sostenida cualquier sociedad democrática.
Por eso, pido a los empresarios de los medios que se aprieten el cinturón, si es que les hace falta, por otras trabillas, no siempre por la de los periodistas. Porque cuando se despide a un periodista, cuando se le contrata por mil euros, el resultado es también mileurista: menos calidad, más empobrecimiento del mensaje, más manipulación. Y más oyentes, más telespectadores, más lectores, huyendo.
Y a todos nosotros, a los periodistas, reflexión y valentía. Reflexión para que analicemos en qué nos estamos equivocando; por qué son cada vez menos los que compran un periódico o los que se creen las noticias de la tele y la radio. Por qué hemos perdido el prestigio y la confianza de la ciudadanía. Y valentía para recuperarlos.
Buen ejemplo de una trayectoria intachable son los que ya no están con nosotros; Juan Salmerón Ruiz, socio vitalicio, que reflejó en sus fotos cómo pasó Almería de la dictadura a la democracia; o Fabio Ramírez y Antonio Jiménez que, durante muchos, muchos años, se dedicaron a escribir en los periódicos de nuestra provincia; y el catedrático Ricardo Pérez Amat de la Universidad Rey Juan Carlos, que impulsó y nos ayudó a hacer realidad un objetivo: organizar un curso de doctorado para Periodistas, aun sin tener aquí facultad, y que fue pionero en España. Todos ellos nos demostraron generosidad y entusiasmo, y su recuerdo permanecerá para siempre.
Como también es ejemplar el oficio, el buen trabajo, el amor y la lucha por esta profesión que demuestran los compañeros a los que esta noche hemos entregado nuestro Marmolillo. Para los que no lo sepan, es una reproducción del monumento a la Libertad de Expresión que los periodistas regalamos a la ciudad de Almería. Compañeros y amigos, buenos amigos, como Manolo Carretero, como José Antonio Belda, como José Mullor, como María Rosa Granados, José Ángel Pérez; como José Manuel Bretones, Lola Benavides; Antonio Orta, Francisco Moncada o José Pardo que, hace veinte años, se sumaron a esta aventura que es nuestra Asociación.
No quiero tampoco dejar de dar las gracias a María del Mar Blanco que nos ha demostrado en su conferencia que el camino pasa también por la investigación de los medios.
Dejo para el final a mis dos Fernandos. Ellos reciben esta noche la máxima distinción que conceden los periodistas de Almería. El premio a la Libertad de Expresión, concedido por unanimidad de la Junta directiva.
Fernando Martínez, catedrático de Historia y profesor de la Universidad de Almería, es la expresión máxima de la colaboración generosa y erudita. Siempre que hemos necesitado ayuda, ahí estaba Fernando: clases, conferencias, asesoramiento y, últimamente, prólogos. Sin pedir nunca nada a cambio. Respondiendo siempre, cada vez, por muy complicada que tuviera la agenda; que la tiene. Claro que estoy convencida de que Fernando, al menos en el siglo XIX, hubiera sido también plumilla, director y, si me apuran, editor de periódicos. No digo que sea un periodista frustrado, porque no lo es, pero algo así como un compañero vocacional. Este año hemos cumplido un sueño: recuperar el primer texto que un político europeo hizo en defensa de un periodista, y reeditarlo, junto a la asociación de Granada, en edición facsímil. El texto era de don Nicolás Salmerón y Alonso, y nadie mejor que Fernando Martínez para redondear el contenido de un libro que, gracias también a la generosidad de la FAPE, ha llegado a los bolsillos de 14.000 periodistas de toda España y se ha presentado en Madrid. Gracias Fernando, por todo y por demostrarnos cada minuto que amas y respetas nuestro oficio. Y estoy segura de que, en el futuro, seguiremos trabajando juntos.
Y Fernando González Urbaneja. El Jefe. ¿Saben ustedes lo complicado que es poner a tres periodistas de acuerdo? Pues imagínense a 14.000, y cada uno de su padre y de su madre. El lo ha conseguido. Les hablaba hace un momento de dignidad. Si alguien ha luchado por ello, ha sido Fernando. Periodista en ejercicio desde 1971, Durante 4 años, ha pilotado la complicadísima nave de la FAPE, uniéndonos, marcándonos el camino y dándonos voz. Siempre al pie del cañón. Siempre dispuesto al diálogo, a cerrar heridas, pero también siempre listo para dar batalla, para defendernos, para hacerse oír y darnos voz. Luchando por el Estatuto, por los colegios profesionales. Robando minutos al tiempo, a su familia, a su trabajo, sin importarle hacerse kilómetros. No importa la hora o el día. Si le llamas, ahí está. Y seguirá estando, eso lo sé. Este premio se lo concedemos nosotros, pero tiene el respaldo de todos. Por ejemplo de Magis Iglesias, la nueva presidenta. Quería estar aquí, pero don Mariano Rajoy nos lo ha impedido. Tengo un mensaje para ti de ella, Fernando. De su parte, de la nuestra, decirte que la FAPE llegará y estará donde queramos pero también donde quieras tú. Ahora, para nuestra desgracia, le tienen acaparado los compañeros de la APM que, no se crean, también tienen lo suyo. Muchas gracias por todo. Por dar a Almería tu voto de confianza, por apoyarnos pero, sobre todo, por convertirte en un amigo.
Creo sinceramente que los dos Fernandos son buenos ejemplos de lo que es y debe ser la Libertad de Expresión. Esa que debemos proteger a capa y espada, contra los intereses políticos, económicos, empresariales. Contra la mediocridad y contra el miedo.
Muchas gracias.