“El Quijote es el primer juego de rol de la historia”, afirma Ana Rossetti en los Cursos de Verano de la UAL. “Ahora no se enseña a leer a los estudiantes”, ha asegurado el Ángel Marco, en el seminario sobre lectura comprensiva.
“El Quijote es el primer juego de rol de la historia”, ha dicho esta mañana, en los Cursos de Verano de la UAL, la escritora Ana Rosseti, que dirige un ‘Taller de lectura comprensiva’, en la sede de Aguadulce (Roquetas de Mar), del 18 al 22 de julio. Ana Rosseti ha indicado que “además, el personaje va cambiando a lo largo de la historia, se altera por las cosas que le ocurren, a diferencia de los protagonistas de los tradicionales libros de caballería. Pero este es el primer libro de caballería donde a un caballero le dan una paliza y queda maltrecho”.
Por su parte, el profesor del taller de lectura interpretativa, Ángel Marco, ha manifestado que “ahora no se enseña a leer a los alumnos. Antes por lo menos había una pedagogía del ritmo”, a lo que Ana Rossetti ha añadido que “no hay una asignatura de lectura en voz alta, mientras que antes no podíamos pasar al Bachillerato sin saber leer. Por eso cada vez hay más generaciones de personas que no saben leer en voz alta y no tienen ni idea de cómo está organizado el lenguaje en cuanto al sonido”.
En esta línea, mañana viernes, en el marco de este taller, habrá una lectura de textos de Valle Inclán, a las 19.30 horas, en la Escuela de Artes de la capital almeriense, con entrada libre para todo el que desee asistir.
Ana Rossetti, que ha incluido en el curso que dirige una clase sobre juegos de rol, ha afirmado que “no hay lectura que no derive en escritura, ni escritura que no derive en lectura. El Quijote es el peregrinaje de un lector. Se aborda la peripecia creadora de la lectura. Cervantes se inventa una época y los personajes donde están representados todos. Cervantes atribuye las características y todos los papeles de los libros de caballería”.
Así, Ángel Marco ha sostenido que “saber leer bien es de una gran importancia. Hay actores españoles que no llegan a transmitir el texto porque no saben leer. Hablar implica inteligencia, para expresar el mensaje, la emoción, para expresar el sentido, y todo eso se tiene que organizar en la palabra”. Por eso, “el objetivo de el taller que imparto es aprender a leer en voz alta con absoluta comprensión del texto, respetando las normas lingüísticas y dando a las palabras su expresión correcta. Esto permite conseguir con la voz un sonido armonioso, emotivo e inteligente, que traduce o interpreta la palabra escrita, en toda su belleza y complejidad”.
De la misma manera, ha dicho que “el alejamiento del ciudadano medio de la literatura y del teatro es un hecho reconocido en nuestra sociedad. Los nuevos valores y el cambio de los hábitos de vida son fenómenos que han removido muchas cosas en nuestra cultura, entre ellas el lenguaje, y en lo relativo al habla, el de su sonido no es el menos importante, porque aunque resulte raro, puede asociarse al de la falta de compresión de los textos literarios y a la forma de escribir. No es vano la prosodia ordena, al servicio de la sintaxis, el sonido del sentido de la palabra”.