Al menos, así lo cree la presidenta de la Autoridad Portuaria de Almería, Trinidad Cabeo, que se muestra optimista y confía en que el proyecto, por fin, pueda llegar a buen puerto, “sobre todo ahora, teniendo en cuenta las cada vez más complicadas condiciones de la carretera, agravadas por las subidas de los combustibles”.
Cabeo cree que tras los últimos contactos con los comercializadores y productores de frutas y hortalizas y con las empresas de transporte por carretera, “en este momento es en el que más cerca estamos de poder conseguir que este proyecto cristalice”, ha manifestado Trinidad Cabeo, que asegura que todos los sectores con los que han contactado “han sido muy receptivos con la idea y han mostrado su apoyo”.
No obstante, y a pesar de los avances, Cabeo reconoce que todavía quedan algunos puntos importantes por concretar, como conseguir un acuerdo con una naviera; decidir los puertos europeos más favorables -entre otras opciones, se cree que los que tienen más posibilidades son un puerto en Gran Bretaña y el de Róterdam, en Holanda-; y analizar el comportamiento la distribución en los mercados europeos, ya que los distribuidores que colocan el producto en los supermercados exigen calidad y cumplimiento en los tiempos en la entrega.
Desde que se empezó a hablar de la idea de establecer un sistema regular de transporte de hortalizas por barco, uno de los puntos más difíciles ha sido conseguir el compromiso de las empresas exportadoras para garantizar un volumen mínimo de envíos que haga viable económicamente el proyecto. Y así lo reconoce Cabeo: “El volumen a mover determinará la viabilidad del proyecto. Necesitamos una carga mínima para poder poner en marcha la línea, esto es uno de los asuntos en el que trabajamos”.