La investigación policial se inició a raíz de una denuncia interpuesta en septiembre por un facultativo, en la que informaba de la sustracción de un sello médico, ocurrido en un centro hospitalario malagueño.
Una vez avanzadas las pesquisas, los agentes determinaron que se habían producido cientos de adquisiciones fraudulentas de medicamentos, conocidos como psicotrópicos, en distintas farmacias de la capital.
En este sentido y, según informaron desde la Policía Nacional en un comunicado, hasta el momento se han podido constatar la existencia de un total 350 recetas fraudulentas y se han esclarecido cinco robos de sellos médicos, así como de diversos talonarios de recetas.
Al hombre, de nacionalidad española, le constaban en el momento de su detención numerosos antecedentes policiales por robos con fuerza y, además, tenía en vigor una reclamación judicial.
El “modus operandi” consistía en cumplimentar las recetas en blanco, que previamente había sustraído, en las que plasmaba nombres de pacientes ficticios, números de DNI que elegía al azar y un sello médico –usaba distintos sellos para diferentes recetas–. De esta manera, conseguía los medicamentos que "supuestamente" vendía posteriormente en el mercado ilícito.