En el debate sobre la seguridad social, los asesores del presidente George W. Bush ya han ganado, al menos a corto plazo. Bush y Karl Rove, subjefe de gabinete, han tenido éxito en
convencer a la mayoría de la población de Estados Unidos de que hay un serio problema con la seguridad social.
convencer a la mayoría de la población de Estados Unidos de que hay un serio problema con la seguridad social.
Eso abre el camino
para considerar el programa de invertir en cuentas privadas en vez
de confiar en el sistema público de pensiones.
para considerar el programa de invertir en cuentas privadas en vez
de confiar en el sistema público de pensiones.
El público ha sido aterrorizado, de modo similar a lo que pasó
con la inminente amenaza de Saddam Hussein y sus armas de
destrucción masiva. La presión en los políticos está aumentando
ahora que los líderes de la Cámara de Representantes esperan
redactar un proyecto de ley sobre seguridad social para el próximo
mes. Para tomar la cuestión en perspectiva es bueno señalar que la
seguridad social estadounidense es uno de los sistemas públicos de
pensiones menos generosos de entre los que existen en los países
avanzados, según un nuevo informe de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos.
con la inminente amenaza de Saddam Hussein y sus armas de
destrucción masiva. La presión en los políticos está aumentando
ahora que los líderes de la Cámara de Representantes esperan
redactar un proyecto de ley sobre seguridad social para el próximo
mes. Para tomar la cuestión en perspectiva es bueno señalar que la
seguridad social estadounidense es uno de los sistemas públicos de
pensiones menos generosos de entre los que existen en los países
avanzados, según un nuevo informe de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos.
El gobierno de Bush quiere «reformar» la seguridad social, lo que
significa desmantelarla. Una enorme campaña gubernamental de
propaganda en los medios ha confeccionado una «crisis fiscal» que
no existe. Si algún problema aparece en el futuro distante, podría
ser superado con medidas triviales, tales como elevar el tope en el
impuesto a los salarios. La historia oficial es que los Baby Boomers
(niños nacidos tras la Segunda Guerra Mundial, cuando hubo una
explosión demográfica) van a imponer una carga más pesada en el
sistema porque el número de gente trabajando en relación a los
ancianos declinará, lo cual es cierto. Pero ¿qué paso con los Baby
Boomers cuando ellos estaban entre los cero y los 20 años? ¿No
estaban los trabajadores haciéndose cargo de ellos? Y eso, en una
sociedad mucho más pobre.
significa desmantelarla. Una enorme campaña gubernamental de
propaganda en los medios ha confeccionado una «crisis fiscal» que
no existe. Si algún problema aparece en el futuro distante, podría
ser superado con medidas triviales, tales como elevar el tope en el
impuesto a los salarios. La historia oficial es que los Baby Boomers
(niños nacidos tras la Segunda Guerra Mundial, cuando hubo una
explosión demográfica) van a imponer una carga más pesada en el
sistema porque el número de gente trabajando en relación a los
ancianos declinará, lo cual es cierto. Pero ¿qué paso con los Baby
Boomers cuando ellos estaban entre los cero y los 20 años? ¿No
estaban los trabajadores haciéndose cargo de ellos? Y eso, en una
sociedad mucho más pobre.
En la década de los años 60, lo demográfico causó un problema,
pero difícilmente una crisis. La explosión fue encarada con un gran
aumento de gastos en la escuela y en otras facilidades para niños.
El problema no fue grande cuando los Baby Boomers estaban entre
cero y 20, entonces ¿por qué va a ocurrir ahora cuando están entre
70 y 90? La cifra a tomar en cuenta es la llamada proporción del
trabajador respecto a la población. Esta proporción alcanzó su
punto más bajo en 1965. No va a alcanzarla nuevamente hasta
2080, según los cálculos de la administración de la seguridad
social. Cálculos tan alejados en el futuro no tienen sentido.
Además, cualquier problema fiscal que pudiera surgir en el
cuidado de los boomers ancianos ya ha sido pagado, a través del
aumento de los impuestos en las ganancias de 1983, diseñado con
ese propósito. Y para el momento en que haya fallecido el último
boomer, la sociedad será mucho más rica, con cada trabajador
produciendo mucha más prosperidad.
pero difícilmente una crisis. La explosión fue encarada con un gran
aumento de gastos en la escuela y en otras facilidades para niños.
El problema no fue grande cuando los Baby Boomers estaban entre
cero y 20, entonces ¿por qué va a ocurrir ahora cuando están entre
70 y 90? La cifra a tomar en cuenta es la llamada proporción del
trabajador respecto a la población. Esta proporción alcanzó su
punto más bajo en 1965. No va a alcanzarla nuevamente hasta
2080, según los cálculos de la administración de la seguridad
social. Cálculos tan alejados en el futuro no tienen sentido.
Además, cualquier problema fiscal que pudiera surgir en el
cuidado de los boomers ancianos ya ha sido pagado, a través del
aumento de los impuestos en las ganancias de 1983, diseñado con
ese propósito. Y para el momento en que haya fallecido el último
boomer, la sociedad será mucho más rica, con cada trabajador
produciendo mucha más prosperidad.
En otras palabras, nosotros ya hemos pasado la crisis. Cualquier
cosa que venga será solamente cuestión de ajustes de uno u otro
tipo. Mientras tanto una crisis fiscal muy real se vislumbra: la
atención médica.
cosa que venga será solamente cuestión de ajustes de uno u otro
tipo. Mientras tanto una crisis fiscal muy real se vislumbra: la
atención médica.
Estados Unidos tiene uno de los sistemas más ineficientes del
mundo industrializado, con un costo per cápita mucho más alto
que el de otras naciones y entre los peores resultados en materia
de cuidado de la salud. El sistema está privatizado, una de las
razones de su ineficacia.
mundo industrializado, con un costo per cápita mucho más alto
que el de otras naciones y entre los peores resultados en materia
de cuidado de la salud. El sistema está privatizado, una de las
razones de su ineficacia.
Pero «reformar» el sistema de atención médica no está en la
agenda. Y entonces enfrentamos una paradoja: la crisis fiscal real y
muy seria no es una crisis, y la no crisis requiere una acción
drástica para socavar un sistema eficiente que es bastante bueno.
agenda. Y entonces enfrentamos una paradoja: la crisis fiscal real y
muy seria no es una crisis, y la no crisis requiere una acción
drástica para socavar un sistema eficiente que es bastante bueno.
Los observadores racionales tratan de determinar las diferencias
entre la seguridad social y el sistema de atención médica que
podría explicar la paradoja. Las razones son simples. Usted no
puede reformar un sistema de atención médica que está bajo el
control de las compañías de seguros y de las empresas
farmacéuticas. Ese sistema es inmune, aun cuando esté causando
tremendos problemas financieros, además del costo humano.
entre la seguridad social y el sistema de atención médica que
podría explicar la paradoja. Las razones son simples. Usted no
puede reformar un sistema de atención médica que está bajo el
control de las compañías de seguros y de las empresas
farmacéuticas. Ese sistema es inmune, aun cuando esté causando
tremendos problemas financieros, además del costo humano.
La seguridad social es de muy poco valor para los ricos, pero es
crucial para la supervivencia de los trabajadores, de los pobres, de
sus dependientes y de los incapacitados. Y como es un programa
gubernamental, tiene costos administrativos tan bajos que no
ofrece nada a las instituciones financieras. Beneficia solamente a la
«población subyacente», no a los «ciudadanos substanciales», para
utilizar la ácida terminología de Thorstein Veblen.
crucial para la supervivencia de los trabajadores, de los pobres, de
sus dependientes y de los incapacitados. Y como es un programa
gubernamental, tiene costos administrativos tan bajos que no
ofrece nada a las instituciones financieras. Beneficia solamente a la
«población subyacente», no a los «ciudadanos substanciales», para
utilizar la ácida terminología de Thorstein Veblen.
El sistema médico, en cambio, trabaja muy bien para la gente de
«importancia» en un sistema en el que la atención médica es
distribuida efectivamente por la riqueza, y enormes ganancias
fluyen a poderes privados por una administración de enorme
ineficacia.
«importancia» en un sistema en el que la atención médica es
distribuida efectivamente por la riqueza, y enormes ganancias
fluyen a poderes privados por una administración de enorme
ineficacia.
El Congreso de Estados Unidos promulgó recientemente una
reforma sobre quiebras que aumenta la opresión de la población
subyacente. Cerca de la mitad de las quiebras en Estados Unidos
son resultados de gastos médicos.
reforma sobre quiebras que aumenta la opresión de la población
subyacente. Cerca de la mitad de las quiebras en Estados Unidos
son resultados de gastos médicos.
La opinión y la política oficial no están sincronizados. Como en
el pasado, la mayoría de los estadounidenses están en favor de un
seguro de salud nacional. En una encuesta del The Washington Post-
ABC News de 2003, un 80 por ciento consideraba la atención
médica universal «más importante que rebajar los impuestos». La
seguridad social se basa en un principio extremadamente
peligroso: usted debe preocuparse si la viuda incapacitada que vive
en su pueblo tiene alimentos.
el pasado, la mayoría de los estadounidenses están en favor de un
seguro de salud nacional. En una encuesta del The Washington Post-
ABC News de 2003, un 80 por ciento consideraba la atención
médica universal «más importante que rebajar los impuestos». La
seguridad social se basa en un principio extremadamente
peligroso: usted debe preocuparse si la viuda incapacitada que vive
en su pueblo tiene alimentos.
Los «reformadores» de la seguridad social preferirían que usted
se concentre en aumentar su consumo de productos y que se
subordine al poder. Así es la vida. Preocuparse por otra gente, y
asumir responsabilidades comunitarias por cosas tales como salud
y jubilación, es algo profundamente subversivo.
se concentre en aumentar su consumo de productos y que se
subordine al poder. Así es la vida. Preocuparse por otra gente, y
asumir responsabilidades comunitarias por cosas tales como salud
y jubilación, es algo profundamente subversivo.
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