Si no ponemos límites a la especulación del ladrillo y desmitificamos algunos aspectos de esta chapuza de la inteligencia menospreciando el principio del uso equitativo y racional del recurso, que permita cubrir las necesidades esenciales de la población, la realidad de un enfrentamiento entre Comunidades Autónomas de imprevisibles consecuencias va a superar muy pronto nuestras más arriesgadas evaluaciones.
En la última década en España el consumo urbano de agua ha crecido más de un 30%, mientras que la destinada al sector agrario prácticamente se ha estabilizado. En el periodo 1996/2004 el volumen total de agua controlada y distribuida para el abastecimiento público que abarca el suministro de hogares, el de los sectores económicos así como el municipal, ha crecido un 31,4%. Este consumo se situó en 2004 en un total de 4042.4 millones de metros cúbicos. Si atendemos a los grandes grupos de usuarios en que se estructura este uso urbano, destaca el aumento del consumo de los sectores económicos con un 57,9%, mientras que el sector hogares y los consumos municipales lo han hecho en menor medida (28,9% y 28% respectivamente). La situación actual, como vemos, deja mucho de ser satisfactoria.
En el periodo 1997/2004 la distribución de agua en las explotaciones agrícolas tan solo ha crecido un 1.05%, empleando 17.807,7 millones de metros cúbicos en 2004. En cuanto a las técnicas de riego, tenemos que destacar los avances en la optimización del recurso, con un notable crecimiento del riego por gotero que pasa del 4.9% en 1999 al 27,1% en 2004, así como el descenso de los métodos por gravedad que pasan del 64,6% en 1999 al 51,2 % en 2004. Esto demuestra el GRAN ESFUERZO REALIZADO POR EL SECTOR ÁGRICOLA con un acelerado ritmo en la tendencia y una adaptación a la realidad concreta de los imprevisibles ciclos de déficit hídrico ocasionado por los trastornos climáticos.
Respecto al sector industrial, en el año 1999 las industrias extractivas y manufactureras consumieron cerca de 1839,6 millones de metros cúbicos. De esta cantidad de agua, el 15,5% procedió de suministro público urbano, mientras que el 84,5% restante tuvo su origen en captaciones realizadas por las propias empresas (1.554 millones de metros cúbicos), procediendo el 70% de aguas superficiales, el 19% de subterráneas y el 11% de otro tipo de recursos.
España es un país puntero en las tecnologías de la desalación por osmosis inversa (nanofiltración). Obtenemos agua de desaladoras desde hace más de 30 años, siendo el quinto país del mundo en este tipo de instalaciones. La desalación es una alternativa para resolver carencias en la disponibilidad y calidad del agua. Su carácter flexible hace posible adaptarse a cambios en las necesidades, evita la dependencia de la pluviosidad, permitiendo su implantación modular y ofreciendo soluciones de forma independiente, en muchas ocasiones de carácter local. Por otro lado el vertido de salmuera está técnicamente resuelto mediante el empleo de difusores que consiguen reducir la concentración salina de los vertidos.
Hay que decirles a algunos políticos como el presidente de la Comunidad Valenciana Sr. Camps, y el Presidente Murciano Sr. Valcárcel que reclaman agua en tono melodramático, que las necesidades a las que apelan en realidad están ocultas bajo una bruma perversa con la que tratan de involucrar y perturbar también a los ciudadanos Almerienses, ocultándoles que ellos ya disponen de las conducciones Xuquer-Vinalopó financiadas en su integridad por el Gobierno de España, lo que demuestra a las claras su total falta de escrúpulos. No es cierto que esta parte de España pase sed como han osado decir, es un hecho incontrovertible que el agua sale por sus grifos, y en gran medida esta agua procede de la desalinización, que supone actualmente el 13% del consumo de ambas Comunidades.
Lo que nos inquieta no es el hecho de otra nueva mascarada más de las que el PP nos tiene acostumbrados con sus lamentables espectáculos, si no el TRATAR DE ENFRENTAR A LOS ESPAÑOÑES por un bien común social y vital como es el agua, con sus intransigentes posturas fundamentalistas que amparan turbios particulares intereses, y poder así continuar con su sucio juego especulativo, encerrados a su entera satisfacción en la crisifantelina torre de su reducido mundillo, ante la pasividad de los que les rodean, demostrando así mediocridad y falta de ética necesaria. Hay que valladar la especulación ¡YA! Antes de que la sed sea un hecho irreversible. EL FUTURO DE NUESTROS HIJOS SURGIRÁ DE NUESTRO ESFUERZO DE HOY, LOS ARTÍFICES DEL FUTURO SOMOS NOSOTROS.