Sin que sirva de precedente, por el ámbito circunscripcional, merece especial atención la innovadora idea de comunicar mediante tranvía de nueva generación los núcleos urbanos costeros del término municipal de Roquetas de Mar. No cabe la menor duda que tras la determinación se encuentra una motivación política, y ciertamente ha sido administrada en términos políticos con criterios de oportunidad
Pero lejos de esa connotación política se encuentra un estilo de hacer gestión gubernamental ciertamente singular, y la verdad es que muy alejado de la tradicional forma con que se venía haciendo y sin parangón en nuestra geografía provincial.
No hay un gobierno local en la provincia de Almería cuya acción esté basada en golpes de efecto, en el caso que nos concierne innovadores, y que deja a los principales municipios almerienses en una posición de desventaja política cuando no en ridículo. Y aquí es donde se trasluce el criterio político de la medida, toda vez que esos municipios están o han estado también gobernados por el Partido Popular.
El crecimiento social y económico que se está produciendo en Roquetas de Mar hacía necesaria la adopción de medidas políticas de esta índole, tanto en cuanto como municipio con competencias en transporte público se ha decidido a abordarlo con imaginación y determinación, y hay que aplaudir que una ínfima parte del problema generado por el tráfico rodado en la ciudad quede resuelto o al menos se curse una invitación a la resolución.
Soy de los que piensan que la unión por tranvía los núcleos urbanos de Aguadulce y La Urbanización por la costa, vía El Puerto-Las Salinas, además de contener el reiterado perfil innovador, tendrá un efecto mayor en el visitante que en cuantos habitan en las zonas mencionadas, y poseerá ese atractivo turístico digno de todo elogio. Un aliciente para el turismo que beneficiará al sector servicios, que cuenta con una gran importancia tras la agricultura, y es el complemento del sector turístico, uno de los pilares en que se basa la economía de Roquetas de Mar.
Supone la instalación del tranvía Aguadulce-Urbanización, como decía, una invitación a paliar el problema del tráfico rodado en el término municipal, pero no de resolverlo, toda vez que las incidencias se vienen produciendo en la principal arteria y no en las radiales. Es decir que el problema del tráfico viene determinado por la no absorción de las vías de cuantos desean acceder a los núcleos o zonas más dinámicas turísticamente y/o partir desde los mismos, y no en los accesos radiales de los núcleos que se verán afectados por la instalación el tranvía. Será, pues, un medio de transporte intraurbano al que habrá que desearle todo tipo de parabienes, y modelo en el que observarse municipios como Almería y El Ejido, que buena falta tienen de adoptar medidas para resolver el problema del tráfico rodado, a los que deberían de sumarse comarcas como el Levante que también contienen esta problemática, como es el caso de Mojácar que lo viene padeciendo desde la década de los 80.