(Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua.)
A un plato de comida de un menú se le llama ‘sugerencia’, de modo que se podría decir “estoy cocinando o comiendo una sugerencia” ¿’cómorrr’? o “está muy rica la sugerencia” ¿será un negocio?
Estos ejemplos vienen a cuento de la expresión “anuncio de Nesara” que se ha convertido ya en un eufemismo “gastado de tanto usarlo”, como el amor de la Rocío Jurado, mientras no se manifiesten las promesas del Cielo y las veamos en la tele con nuestros propios ojos.
La palabra ‘amor’ también está gastada. Primero la gastaron los curas de tanto usarla hablando en sus sermones de lo que no sentían, con la misma demagogia que los políticos. Y ahora también lo están gastando tantos mensajes acaramelados y santurrones de nueva era que a veces rezuman tufillo religioso de vieja escuela. Por eso a veces traduzco ‘amor’ por ‘cariño’ que es una palabra menos gastada.
Se supone que Nesara es una ley de EE.UU. que sería el principio del cambio a un nuevo sistema económico mundial mucho más justo y la condonación de la deuda personal y nacional. Pero Nesara sólo es una ley estadounidense, y éste sólo es un país de los muchos que existen en el mundo, aunque se consideren los amos del universo.
Estamos cansados de oír hablar sólo en los mensajes de los problemas y soluciones de EE.UU. como si no existieran más países en el mundo que éste, como si no fuera mucho más grave el problema de los niños que mueren cada día de hambre en África, como si valiera más la vida de cincuenta londinenses que la de miles de iraquíes. La matanza de niños ayer en Irak me hizo llorar desconsoladamente. ¿Cómo se puede llegar a eso? También salió otra noticia de una madre de 14 años que mató a su propio bebé. No puedo hablar…
El propio idioma inglés está viciado ya que contradice la Geografía. Llama ‘americanos’ a los estadounidenses, como si ellos fueran los únicos habitantes del continente. Tan americano es un chileno como un esquimal de Canadá. Y llama ‘América’ a su país, como si fuera el único del continente americano, al que llaman ‘las Américas’ como si fueran varios continentes. América va desde Tierra del Fuego hasta Alaska. Consulten un mapa mundi, un libro de Geografía o una enciclopedia.
En efecto, los “mensajes de luz” sólo hablan de EE.UU. la mayoría de las veces e ignoran al resto de los países del mundo, como si ellos fueran el centro del Universo y los demás no existiéramos, como si ellos fueran los únicos que tienen problemas. Por lo tanto nos importa un soberano rábano lo que ocurra dentro de EE.UU. a todos los que no vivimos allí, a menos que ello repercuta a nivel mundial en nuestros respectivos países y en nuestra vida personal y familiar. Como decía Shakespeare “Horacio, el mundo es más grande de lo que enseña tu filosofía.” Creo que es de Hamlet.
Con ello quiero decir que existe un cierto nacionalismo chovinista estadounidense, y a veces británico y europeo, que impregna la información que recibimos sobre estos temas, y que esperemos se termine cuando se manifiesten los acontecimientos mundiales positivos del Plan Divino que estamos esperando y que comienzan con la caída de Bush, el Primer Contacto, la Segunda Venida y muchas más sorpresas y regalos maravillosos que nos tienen reservados nuestros entrañables amigos cósmicos ¿esta semana, este mes o este año? Dios lo quiera. Sigo esperando las promesas del Cielo con paciencia e ilusión.
Pero después de ello todos iguales, por lo menos en derechos y en dignidad. Ningún país o ser humano debería ser más que otro porque todos somos hijos del mismo Dios, aunque estemos aprendiendo distintas lecciones en el crecimiento del Alma. Pero somos Uno y seremos Uno, sin abusos de nadie contra nadie, porque sería como perjudicarnos a nosotros mismos. Como pegar un martillazo a un dedo de mi mano porque no me gusta, cuando forma parte de mi cuerpo.
Por lo tanto algunos estadounidenses y otros pueblos occidentales que se consideran a veces (o nos consideramos) superiores al resto de la humanidad deberían aprender la lección de la humildad, una lección espiritual que ya aprendimos todos los antiguos imperios del pasado cuando llegó nuestro ocaso, incluido el imperio español de Felipe II. En realidad los que se sienten superiores no lo son tanto, ya que van más atrasados en el aprendizaje de sus lecciones para el crecimiento del Alma. Ya lo entenderán un día, pero paguemos la soberbia con el cariño al alumno rezagado, no con más soberbia, para no caer en la oscuridad que tanto sufrimiento provoca en nuestro mundo.
Paz y bien a todos con mucho cariño.