El próximo 26 de noviembre se celebra el Día de las Personas sin Hogar. Desde el día 23 al 26 se celebrarán diferentes actos, en muchas ciudades de España, convocados por diferentes organizaciones.
En Utrera, la Asociación Víctimas del Paro también va a celebrar algún acto y por eso hemos entrevistado a su Presidente, Joaquín García Martín, para que nos los explique.
–¿Qué tiene previsto organizar la Asociación Víctimas del Paro con motivo del Día de las Personas sin Hogar?
El día 23, en Utrera, a las 12 horas, en la plaza de Gibaxa, haremos una concentración, pacífica y silenciosa, en apoyo y solidaridad con las personas sin hogar y al final de la concentración leeremos un manifiesto. También hemos solicitado al ayuntamiento que se coloque, si es posible, el lazo solidario, en el balcón del ayuntamiento del 23 al 26 de noviembre. A nivel estatal, queremos que el día 23, frente al Congreso de los Diputados, se haga algún acto de apoyo y que colaboren con su presencia y apoyo diputados de varios partidos.
–¿Es lo mismo hablar de “personas sin techo” o “personas sin hogar”?
Aunque muchas veces parece lo mismo, en verdad no lo es. Una “persona sin techo” es una persona que no tiene un lugar donde ni siquiera dormir, que lo hace en coches, en cajeros, en edificios abandonados, debajo de un puente o incluso en la calle a la intemperie de las condiciones climatológicas. Una “persona sin hogar” tiene un techo donde dormir (un albergue, la casa de un amigo o familiar que lo acoge, e incluso puede vivir de ocupa o en infraviviendas como chabolas que no son consideradas un hogar).
–¿Cuántas “personas sin techo” hay en España?
Se calcula que hay más de 40.000 personas sin techo en España. Personas sin hogar, su número se eleva a más de dos millones de personas por lo que comentaba antes: muchas personas viven en infraviviendas.
–¿Cuáles son los mayores problemas que sufren las personas sin hogar?
El no tener un techo hace que las personas en situación de “sinhogarismo”, que están en la calle, vivan, como término medio, unos 30 años menos. Otro grave problema que sufren los hombres y mujeres que viven en la calle, son las agresiones que reciben por parte de algunas personas, lo que se conoce como aporofobía: El odio a las personas pobres. Agresiones físicas o verbales por el simple hecho de no tener nada, de ser pobres. Se ha conseguido que el código penal endurezca las penas por este tipo de delitos. Se calcula que cada 6 días muere una persona en la calle por diferentes circunstancias causadas por vivir en la calle (asesinatos, atropellos, accidentes, frío…), mas de 60 personas sin techo que mueren al año, una cifra incluso superior a la de, algo tan grave, como las mujeres asesinadas por violencia de género, lo que nos da una idea de la gravedad del problema del que estamos hablando.
–¿Tienen los mismos derechos las “personas sin techo”?
Deberían tener los mismos derechos pero por desgracia vemos que en la realidad no es así, que no tienen ese derecho constitucional a una vivienda y que en muchos casos, al carecer de un domicilio, ni siquiera tienen la opción de poder censarse, lo que les impide derechos, tan fundamentales en una democracia, como el de sufragio universal (no tan “universal” si se excluye a alguien de votar por no tener domicilio). Esa carencia de dirección censal les impide acceder a ayudas económicas, subsidios, planes de empleo e incluso (en algunos casos) a la atención sanitaria. Afortunadamente, en algunas ciudades, ya se empieza a dar una dirección censal a estas personas, que es algo que viene recogido en las leyes… pero no se cumple en muchas ciudades.
-Hay “personas sin techo” que no quieren ayuda…
Es cierto que hay “personas sin techo” que no quieren ir a albergues porque en ellos no se les permite tener sus mascotas (muy importantes desde el punto psicólogico para esas personas que no tienen a nadie) y tampoco es muy agradable tener que compartir habitación con personas desconocidas que cada una puede tener sus problemas personales. Además los albergues solo te permiten estar unos días… . Los albergues son gestionados por empresas privadas que se preocupan mas de hacer negocio (el “negocio de la pobreza”) que de las personas. Deberían de ser gestionados de forma pública y no por empresas privadas.
-¿Cuáles serían las posibles soluciones?
Sin duda las soluciones pasan por reinsertar social y laboralmente a estas personas, recuperando para la sociedad a aquellas personas sin techo que tengan problemas de salud o psicólogicos. Esto debería de ser una prioridad. Para ello se debe de garantizar que a nadie le falte un techo donde poder dormir, asearse, protegerse de las condiciones climáticas. Lo ideal es que todos tuviéramos una vivienda, que se pudiera alcanzar acuerdos con bancos o propietarios privados. Aumentar los parques de vivienda pública, los alquileres sociales, pisos compartidos tutelados, rehabilitar edificios… si no fuera posible (con voluntad política no hay nada imposible) se pueden construir casas prefabricadas. Si eso tampoco se pudiera hacer, buscar soluciones más económicas, como poner carpas, adaptar solares… y como mínimo ver la posibilidad de abrir instalaciones públicas (en horario de no atención al público) para que al menos puedan dormir en sitios como polideportivos, estaciones de tren o metro… ). Si, es cierto que unas soluciones son mas dignas que otras y hay que hacer lo posible por que todos tengamos una vivienda, pero, sin duda, menos digno es dejar a personas, a seres humanos, que sigan durmiendo en la calle. Todas estas soluciones se deben de acompañar de planes de empleo para este colectivo (Es indiscutible que quienes viven en la calle o sin hogar son las personas desempleadas que peor están) y sobretodo ayudaría mucho que entrara en vigor, a nivel estatal, una Prestación de Ingresos Mínimos que permita a las personas desempleadas, o con pocos ingresos, tener lo básico (alojamiento, comida, luz, medicamentos…).
– ¿Hay personas que pese a tener trabajo viven sin techo?
Si, es cierto. Hay personas que incluso teniendo trabajo, como se trata de trabajos precarios, de unas pocas horas, no les permite tener un salario suficiente ni siquiera para pagarse un alojamiento, un techo. El número de “trabajadores pobres” ha aumentado en los últimos años.
-¿Algo más que quiera añadir?
Si, que tenemos que tener en cuenta que, por circunstancias de la vida, cualquiera de nosotros puede acabar, en un momento dado sin techo o sin hogar, que nadie está libre de no sufrir un incendio, un terremoto, una enfermedad o un despido laboral que acabe con nosotros, y nuestra familia e hijos, en la calle. Es fundamental que se garantice el derecho a una vivienda, a alquileres sociales, a esa Prestación de Ingresos Mínimos. Por eso pedimos a todos los partidos, sindicatos, asociaciones, ONGs, colectivos y personas que empaticen mas con las personas sin hogar y apoyen con su presencia la concentración del próximo jueves 23 de noviembre.