Zimbaue está condonando deudas al aplicar una tasa de cambio del nuevo dólar de Zimbaue en igualdad con el dólar estadounidense. De momento sólo se habla del nuevo dólar de Zimbaue, y no de los billetes de trillones de su viejo dólar a los que se llama bonos Zim. Esto significa que ha comenzado el reinicio financiero mundial y que sólo falta el desplome de la bolsa y el anuncio oficial en la asamblea general de las Naciones Unidas. La noticia fue adelantada por el Bertus y Rafael Palacios y publicada en el portal bitcoin de Wall Street.
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Yo no puedo certificar esta noticia con seguridad por la sencilla razón de que no he hallado más fuentes de información sobre la misma, lo cual significa que no existe, o que la ocultan los controladores de la granja humana a quienes no les gusta este tipo de noticias.
En el actual debate entre los políticos europeos, el alivio o la condonación de la deuda aparece como un tema tabú. Sin embargo, las quitas de deuda a ciudadanos o su eliminación por parte de países acreedores tiene muchos precedentes en la historia de la humanidad.
Lo único que puedo asegurar es lo que publiqué el 14 de enero, que los inversores chinos de Zimbaue van a poder cambiar su dólar de Zimbaue actual por un dólar dólar estadounidense, y así regresar el dinero a su país en esta nueva moneda revaluada, lo que supone la primera señal pública del reinicio financiero mundial.
PRECEDENTES
Pero en el caso de ser cierta esta noticia, esto tiene precedentes, ya que Kazajistán perdonará las deudas bancarias a los pobres y dejará de rescatar a los bancos, según se publicó el 3 de julio del año pasado. El presidente de Kazajistán dijo que cancelará los préstamos incobrables de hasta una sexta parte de la población, y también anunció un cambio brusco en la política que terminará con los costosos rescates estatales de los bancos privados.
En el caso de España, existe una Ley de Segunda Oportunidad que entró en vigor en verano de 2015 y que permite la exoneración de las deudas contraídas por un ciudadano particular, un consumidor o profesional autónomo por cuenta ajena, siempre que haya actuado de buena fe en su proceso de endeudamiento. Algo que deberá dirimir un juez. Dos son los requisitos que deberá cumplir el deudor para pedir la exoneración: no tener dinero ni activos para afrontar las deudas y haber actuado de buena fe.
Yo opino que los jueces pueden decir misa, pero el que tiene un negocio y se arruina por causas ajenas a su voluntad, como fue la crisis de 2008, es tan inocente como un angelito del cielo. Lo mismo que el que pierde su trabajo y no encuentra otro por mucho que se esfuerce, o porque tiene demasiados años para encontrar trabajo. Si eres mayor de cincuenta años, olvídate de buscar empleo porque no lo encontrarás. Ya es hora de que el nuevo Gobierno español demuestre si hace algo o no hace nada por los deshauciados de la fortuna. Yo lo dudo.
ZIMBAUE
Zimbaue tiene la segunda reserva minera de oro más grande del mundo, diamantes, piedras preciosas y tierras raras, que son bienes activos financieros reales y tangibles para este nuevo sistema financiero cuántico.
Con el actual sistema monetario fraudulento se hace imposible de pagar la deuda, mientras que sólo se puede realizar la liquidación de la deuda requerida mediante el desprestigio de la moneda, es decir, la inflación.
Zimbabwe heredó una deuda considerable de Rodesia, que creció a lo largo de la década de 1980 debido a la sequía, préstamos de desarrollo cuestionables y préstamos de ‘ayuda’ de los gobiernos occidentales vinculados a la compra de exportaciones, incluyendo aviones militares. En 1990, para seguir pagando su deuda, Zimbabwe tuvo que pedir préstamos de rescate al FMI y al Banco Mundial, con lo cual se entrampó mucho más.
A cambio, se liberalizó la economía y se redujo el gasto público. Se ralentizó el crecimiento, se creó un déficit comercial y aumentó la pobreza y el desempleo. También aumentó la oposición al gobierno, lo que condujo a una represión cada vez más violenta. Zimbabwe dejó de pagar su deuda en el año 2000.
La Coalición de Zimbabwe sobre la Deuda y el Desarrollo exige una auditoría pública oficial para identificar de dónde viene toda la deuda, quiénes se beneficiaron y quiénes no, si las deudas son legítimas o no, y aprender lecciones para evitar que la deuda juegue un papel destructivo en el futuro.
JUBILEO DE LA DEUDA
La idea de anular las deudas hoy en día parece tan impensable que la mayoría de los economistas y muchos teólogos dudan de que el Año Jubilar pudiera haberse aplicado en la práctica, y de hecho de forma regular. Sin embargo, los estudiosos lo han rastreado hasta una larga tradición de proclamaciones en Oriente Medio. Esa tradición está documentada, ya que se han encontrado inscripciones escritas en Sumeria, a partir de mediados del tercer milenio AC.
En lugar de causar crisis económicas, estos jubileos de la deuda conservaron la estabilidad en casi todas las sociedades de Oriente Medio. La polarización económica, la esclavitud y el colapso se aliviaron cuando se proclamó el borrón y cuenta nueva.
La práctica de la condonación de la deuda aparece por primera vez en el Nuevo Testamento. En la ley mosaica judía, cada siete años se celebraba el llamado “año de reposo”, en el que se anulaban las deudas contraídas con esa antigüedad. Cada 49 años, es decir, cada siete años sabáticos, se celebraba el Año Jubilar, en el que además de condonar deudas se liberaban esclavos.
AMNISTÍA FINANCIERA
Los jubileos de la deuda ocurrieron de forma regular en el antiguo Oriente Medio desde el 2500 AC en Sumeria hasta el 1600 AC en Babilonia y sus vecinos, y luego en Asiria en el primer milenio AC. Era normal que los nuevos gobernantes proclamaran estos edictos al subir al trono, después de una guerra, o al construir o renovar un templo. El judaísmo quitó la práctica de las manos de los reyes y la puso en el centro de la Ley de Moisés.
En tiempos de Babilonia estas amnistías de deuda contenían los tres elementos que el judaísmo adoptó más tarde en su año jubilar de Levítico 25. El primer elemento era cancelar las deudas agrarias de la ciudadanía en general.
Un segundo elemento de estas amnistías de deudas era liberar a los sirvientes que habían sido prometidos a los acreedores en caso de impago, que generalmente era la esposa y los hijos del deudor. Se les permitía regresar libremente a la casa del deudor. Los jubileos de la deuda real liberaron así a la sociedad de la esclavitud de la deuda.
Un tercer elemento de estos jubileos de la deuda (adoptado posteriormente en la ley mosaica) era devolver a sus dueños originales los derechos sobre las tierras o las cosechas que los deudores habían prometido. Esto permitía a las familias reanudar su autosuficiencia en la tierra y pagar impuestos, servir en el ejército y proporcionar mano de obra en las obras públicas.
El autor de este vídeo de dominio público es Licenciado en Periodismo, con cuarenta años de experiencia, y Oficial de Aviación Reservista Honorífico, entre trece titulaciones, pero no es Locutor.