Tras la instalación de la señalización en “spanglis” con un letrero de la Catedral, Laura Rodríguez-Carretero se pregunta si se trata de otro ejemplo del control y la gestión del PP en Almería.
Unos carteles que vienen siendo habituales en año electoral, y que obedecen más a una necesidad propagandística que a la señalización de nuestros monumentos. El Ayuntamiento de Almería ha mandado colocar carteles indicativos de los monumentos de la ciudad, en el mejor inglés de “Tip y Col” o de Ana Botella.
La portavoz de UPyD-Almería, Laura Rodríguez-Carretero, ha calificado de “esperpento” el inglés utilizado por el gobierno municipal del Partido Popular para señalizar los principales monumentos de la ciudad, “sin criterios lingüísticos y siguiendo el más puro estilo marcado por esos genios del humor que se denominaban Tip y Coll”.
La portavoz magenta se refiere a una señalización en la que los gestores del PP querían traducir la palabra “catedral” al inglés, con el resultado de una “chatedral”. “Les ha faltado invitar al visitante a la catedral a deleitarse con un relaxing cup of café con leche”, ironiza Rodríguez-Carretero, que se pone más seria al recordar que este garrafal error lingüístico “ha permanecido meses sin que nadie la corrigiera y a la vista de los turistas, que se han debido de sentir perplejos ante el tratamiento de su idioma. De risa podía tildarse el asunto”, ha expresado la portavoz de UPyD- Almería, si no fuera porque “la broma nos ha costado 37.752 euros iniciales, a lo que hay que sumar la rectificación de la metedura de pata de la traducción; y todo ello sin contar el costo de la mala imagen que hemos dado al mundo entero”. Por todo eso, desde UPyD-Almería vemos necesario que el Partido Popular en el Ayuntamiento deje de ponerse medallas de buen gestor y controle de verdad el uso del dinero público, depure responsabilidades y que genere procedimientos para que esto no vuelva a suceder.
En cualquier caso, el asunto de los carteles señalizadores de información turística viene siendo una constante en años electorales, ya en 2011 se colocaron 30 de estos carteles que nos costaron 34.000 euros; da la impresión de que la necesidad de su colocación obedece más a la cita electoral que a la mejora del servicio turístico; máxime cuando hay muchas calles que han perdido su señalización sin que se les haga ni caso, para desesperación de los vecinos.