La Ley de Bases de Règimen Local delimita el espacio y las reglas del juego de los Ayuntamientos de España. Como si de una cancha se tratara, salirse de ese espacio es trampa, es marrullería que denigra el juego limpio.
El Ayuntamiento de Garrucha, obligado por Ley, estableció un día y una hora concreta en la que debían celebrarse los plenos ordinarios con una periodicidad bimensual. Pues bien, a día de hoy ha transcurrido un mes desde la fecha establecida sin que la Alcaldesa haya convocado Pleno. Pleno en el que los tres partidos de la Oposición tienen la oportunidad de ejercer su derecho de control e información que les otorga la ley. Está actitud de juego sucio, además de perjudicar a la oposición, perjudica al Ayuntamiento como institución y a la Democracia como modelo.
Cuando la Corporación actual sea sustituida, la que le preceda deberá recomponer el prestigio institucional como primer paso para afrontar el grave deterioro que sufre nuestro municipio como consecuencia de la acción de gobierno de esta ineficiente e ineficaz Alcaldesa.
Andrés Segura,
Presidente de Garrucha para la Gente y Exalcalde de Garrucha.