Además, seis abogados y abogadas almerienses han jurado o prometido este viernes como nuevos colegiados
El Colegio de la Abogacía de Almería ha acogido este jueves el acto de toma de posesión de sus delegados en los distintos partidos judiciales de la provincia almeriense. En el caso de Huércal-Overa y Purchena se produce un relevo en el puesto, ya que Francisco David Rubio Díaz y Fernando Ais Nogueras sustituyen, respectivamente, a María del Carmen Rojas Martínez y Francisco Javier Alonso Serrano.
El resto de delegados renuevan el cargo, por lo que Ana Belén Rodríguez Sánchez seguirá en Vera, Gádor Figueroa Sánchez en Berja, Rafael Jesús Torres Parrilla en Roquetas de Mar, María Mercedes Martín Cara en El Ejido, y José Joaquín Martínez López en Vélez Rubio, si bien este último deberá firmar el acta que lo designa como tal más adelante al no haber podido asistir al acto.
Por otro lado, el salón de actos del Colegio ha acogido este viernes un nuevo acto de jura o promesa por el que seis letrados se suman a las filas del órgano colegial. Savia nueva que refuerza a la organización más veterana de este tipo en la provincia almeriense, que mes tras mes aumenta el número de abogados que forman parte de su historia y legado.
En concreto, han jurado o prometido en esta ocasión Daniel Navarro Lozano; Irene Parra Cruz; Irene Baeza Pérez; Mónica María Fernández Agüero; Miguel Ángel González Doñas, y Fernando Marín Cruz.
Han sido sus padrinos, respectivamente, Juan José Martínez Pallarés; Pedro Mario Fernández Cabrera; Juan Rodríguez López; Esteban Giménez Rivadeneyra; Josefa Ramos Márquez, y Francisco Morenilla Belizón.
Este último ha sido el padrino responsable de dirigirse a los nuevos colegiados. Especializado en protección internacional, asegura no considerarse un “abogado convencional”, aunque ha recordado que la abogacía no se ejerce únicamente en “un despacho más o menos importante” o en la sala de vistas, sino que también puede desarrollarse en administraciones, asociaciones, en el turno de oficio, etc.
Asimismo, ha incidido en que el ordenamiento jurídico español se dota de numerosas normas internacionales y de la UE, por lo que ha animado a actuar ante estos organismos e instituciones saliendo de la “zona de confort”.
Como elementos que deben formar parte de la labor de los letrados, ha señalado que están la formalidad, como seriedad y profesional que pondría cualquier artesano en su ámbito de trabajo; el rigor que se le exige a cualquier profesional; la especialización, y la implicación que conlleva un trabajo “minucioso” y realizado con “cariño”.
Ha advertido también contra los egos y la arrogancia que “enturbian” esta profesión y ha llamado al compañerismo, así como a que los abogados no sean “cómplices” del poco respeto que “algunas personas vinculadas a la administración pública” muestran a la abogacía.
Por su parte, el decano Juan Luis de Aynat ha recordado que se cierra un año judicial de “absoluta anomalía” en el que, “como es habitual últimamente”, las “cosas se estropean para los despachos, los ciudadanos y el funcionamiento de la justicia”.
Ha subrayado que los abogados son una rueda más de un reloj, por lo que si el resto del mecanismo no funciona como debe, ellos tampoco. “Somos transmisores a nuestros clientes de ese no funcionamiento. Me gustaría que supieran algunos ministerios lo difícil que es decirle a nuestros clientes que algo no funciona (…) Si no nos señalan un juicio, da igual nuestra sabiduría, capacidades o poder científico. Es como si a un cirujano no le abren el quirófano”, ha abundado.
Por ello, ha expresado su deseo de que esta tendencia cambie el próximo año judicial y todas las personas que forman parte del sistema “se armonicen”. “Nosotros no vamos a negar el derecho a la huelga, pero esperamos que se normalicen las prestaciones de servicios y podamos defender los intereses de nuestros clientes y, a la vez, mantener nuestros despachos”, ha añadido.
En este sentido, ha precisado que aquellos despachos sin clientes fijos que paguen de forma periódica, sino que dependen de “prestar un servicio, dar un resultado y así poder cobrar”, se están viendo resentidos por esta “disfunción, esta anomalía que se está produciendo”.
“En la naturaleza no existe un sistema de derechos y de protección (…) Nosotros, sin embargo, trabajamos con leyes y normas (…) Hacérselo entender a los clientes es muy difícil”, ha concluido.