La Fundación ha detectado que en muchos casos las líneas de manipulado no están bien diseñadas, ya que provocan importantes daños mecánicos que se traducen en numerosas pérdidas económicas que merman los ingresos tanto de zonas productoras como industriales.
La manipulación negligente del producto fresco es causa de magulladuras internas, que dan lugar a un deterioro fisiológico anormal o a hendiduras y grietas de la piel, que aumentan rápidamente la pérdida de agua y aceleran el proceso normal de modificaciones fisiológicas. Las grietas en la piel también propician las infecciones por los organismos patógenos causantes de la descomposición. Estas circunstancias provocan numerosas pérdidas económicas en nuestro sector, en unas ocasiones por pérdida total del fruto (podredumbres fúngicas o bacterianas) y, en otras, por depreciación de su calidad visual (magulladuras, hendiduras, pardeamientos…). Las pérdidas derivadas por estos problemas aquí referidos se pueden situar, según las cifras manejadas por el sector, hasta en un 30% – 40%, dependiendo del producto específico, el grado de madurez, el nivel de turgencia, etc. Otra consecuencia importante a tener en cuenta, es que en ocasiones aún cuando el fruto se ve sano, los efectos de determinados golpes, se hacen visibles días después de su salida de la central de manipulación, hecho que provoca por ejemplo, una falta de confianza en nuestro cliente.
En este sentido, CT Tecnova pone a disposición del tejido empresarial agrícola un nuevo dispositivo, conocido como “fruto electrónico” que permite el buen manejo postcosecha, reduciendo las pérdidas del producto