Tal y como explicó Cuadrado, su Comunidad no pertenece a Fenacore, “aunque tenemos muy buena relación con la federación”, sino que forma parte de la Asociación Española de Aguas Subterráneas. En este sentido, Cuadrado indicó que, desde esta asociación, están trabajando en la creación de un organismo que pudiera entrar a formar parte de la Bolsa de la Energía.
El objetivo sería “comprar aquí en la época en la que necesitemos más agua y, en el caso de que, al final no nos hiciera falta, poder venderla”. Esto podría suponer, por ejemplo, adquirir el líquido elemento a precios más adecuados para el riego agrícola. Pese a todo, el presidente de la Comunidad de Gádor comentó que, realmente, “no sé si esto podría salir muy bien”. Para Cuadrado, aún ha transcurrido muy poco tiempo desde que se eliminaron las tarifas especiales de riego y, por tanto, “todavía no se puede saber cómo nos va a afectar”. Teniendo esto en cuenta, apeló a la tranquilidad entre los regantes. “No nos podemos alarmar”, recomendó y pidió paciencia a los usuarios para analizar la situación y ver por qué derroteros camina ésta.
Por otro lado, el presidente de Sierra de Gádor no cerró las puertas a ningún tipo de negociación futura, bien sea con Fenacore, gracias a la buena relación que mantienen, o directamente con alguna compañía. “Esperaremos a que todo se aclare y luego empezaremos a negociar”, apuntó. Para Cuadrado, realmente no será hasta que comience la campaña cuando sean conscientes de hasta qué punto se incrementarán sus gastos tras la eliminación de las tarifas especial de riego.
Además, comentó, que “con la liberalización del mercado de la energía, ni siquiera las propias compañías eléctricas saben lo que ocurrirá, no saben quién más podrá entrar en ese mercado” y, por tanto, no saben hasta qué punto la competencia podría aumentar y, así, verse “obligados” a ofrecer tarifas “especiales” a las comunidades de regantes.
Por último, y pese a que Cuadrado se mostró satisfecho por el acuerdo alcanzado entre Fenacore y Endesa e Iberdrola, quiso ser cauto y, de hecho, afirmó que, de momento, “estamos en “standby”” y añadió que “no actuaremos hasta que no veamos qué es lo que nos da el mercado”. Las tarifas especiales de riego se eliminaron el pasado 1 de julio y, según las organizaciones agrarias, esto podría suponer un incremento del precio que se pagaba hasta ahora por la energía de un 50 por ciento.