¡¡ Es vergonzoso el desinterés y poco civismo de algún@s, no tod@s, cargos públicos ¡!
Los animales de compañía se han convertido en algunos municipios como elementos de recaudación municipal, y ello con la anuencia paradójicamente del Colegio de Veterinarios, que justamente gracias a los animales de compañía sobreviven. Y mientras ello ocurre con los animales de compañía los sueldos de los responsables políticos municipales se han convertido en los de mayor cuantía del término municipal.
Y mientras los perros han sido convertidos en un elemento de recaudación municipal, los carriles-bici son en la práctica mayoría de los municipios donde existen, y algunos conozco, carriles-trampa, siendo el de Almería capital en el tramo del Paseo Marítimo el que llama poderosamente la atención por la prioridad peatonal que posee.
Pues bien, la proliferación de responsables políticos, principalmente de ámbito municipal, está causando malestar entre la ciudadanía, ya que vamos de mal en peor. El enfado se refleja en algunos carteles colocados por ciudadan@s de toda condición social, en los que se pueden leer mensajes como, «prohibido robar en el municipio a vuestros convecinos» o «políticos a robar a su casa». El problema no son los políticos u otros responsables públicos «sino sus votantes que tienen la obligación de elegir los candidatos que mayor honradez poseen».
Con una normativa legal, se pretende sensibilizar a los ciudadanos que votan de la responsabilidad y de los deberes que tienen cuando se convocan elecciones y acuden a una urna. Por ello, «las personas que votan candidatos de cualquier partido políticos serán responsables de cualquier acción de los mismos que ocasione perjuicio a la sociedad y al sistema de libertades públicas. Será responsable subsidiario quién sea votante del responsable público corrupto». Además, cuando los dineros de los ciudadanos u otras entidades sean extraídas del erario público o privado, la persona que se lleve el dinero está obligada a proceder a su devolución y entrega inmediata, así como a su depósito en las arcas que “ayudan” en el casco urbano.
¡¡ Es vergonzoso el desinterés y poco civismo de algún@s, no tod@s¡! Los responsables políticos no solo deslucen las calles y vida de nuestros pueblos y de nuestras ciudades, evidencian la mala conciencia cívica que le son inherentes. También suponen un problema de valores. Los latrocinios pueden transmitirse y dar un mal ejemplo a otro, pero también de un político a una persona. No hay que generar alarmar, pero la posibilidad de contagio está ahí. Cuando un responsable político se convierte en un corrupto, en sus acciones hay ejemplos. El “parvovirus” es uno de los más graves. “Si su candidato no es honrado y otro responsable político copia esas acciones, puede incluso provocarle la adicción, principalmente a los nuevos”, nos dice un profesional observador. Es necesario. Es urgente no votar a los candidatos potencialmente corruptos para que no alcancen sus pretensiones.
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Tenemos un país histórico precioso y unos pueblos y unas ciudades maravill@s, ¿porqué ensuciarl@s por el poco conciencia de algún@s y algún@s desahogad@s y poco cívic@s? ¡¡España, sin robos de políticos, honrada…luces más!!