El pasado viernes dimos sepultura Antonio, uno de los espíritus más libres y más independientes que he conocido, con su visión particular de la sociedad que le tocó vivir.
Como buen independiente en su funeral nos juntamos una veintena de amigos y familiares. Y es que en esta sociedad en que vivimos, se perdona casi todo, pero lo que no se tolera es que se salga uno del rebaño. A uno le gustaría tener la sensibilidad y la agudeza de un Miguel en su elegía a su amigo Sijé a quien tanto quería. A ti el manotazo que te ha derribado es el temible mal que azota a la actual sociedad.
Recordaremos las charlas sobre la vida actual, sobre los gobiernos y las oposiciones, sobre como predominan los trepas y se hacen los dignos. A ti, nacido en el puerto, y con todos tus desplazamientos, el más importante a Suiza donde te pasaste algunos años. Donde explicabas que los casados iban a Navidad a casa porque tenían hijos, pero dijiste yo tengo padres y conseguiste que te dejaran. A ti cuando formaste el grupo musical, siendo la música, sobre todo la celta, uno de tus mejores bálsamos. Tu y tus miles de canciones, discos, cedes, …
Te veo arreglando televisores, hasta que empezaron los circuitos, y te retiraron A ti cuando escribías casi a diario, a veces, artículos que casi nunca te publicaban. Ibas calculando que si tal o cual medio nuevo, que si aquí ha venido un jefe nuevo, hasta que alguien te silenciaban. Entonces parabas pero al poco tiempo volvías, interesantes escritos, que deberían de publicarse. Yo me siento honrado de ser el causante de uno de ellos, este si se publicó.
Dejas unas pequeñas y una mujer fuerte y luchadora, tú te has ido pero ellas seguirán, en algunos tu recuerdo será de libertas y lucha, en otro qué más da son muchos y están arrimados en manada, seguirán medrando sin meta y sin fin espiritual. Hasta siempre Antonio, un amigo.