Díaz, Técnico Superior en Restauración, afirma que “para que el esfuerzo que se está haciendo tenga resultado” son fundamentales las ayudas institucionales. Además, destacaba que ella “insiste en que se logre la marca Vino de Almería haciendo resaltar su especifidad. La unión hace la fuerza y este dicho aunque muy manido tiene muchísima razón”.
Gran esfuerzo
En cuanto a la valoración general del curso “ha sido bastante satisfactoria, ya el año pasado me pareció que el curso había salido redondo y este año me ha satisfecho aún más”. La directora del curso bromeaba al respecto del 100% de asistencia de ponentes. “Ayer me comentaba Isabel Mijares –Licenciada en Química, enóloga de prestigio internacional-, que le dijera el secreto para que todos los ponentes a los que llamo me digan que sí”. Como destacaba la artífice del curso, Díaz Fernández, “esto es producto de dos meses sin parar de trabajar. Casi todos los ponentes son de fuera y para contactar con ellos tenía que hablar por las noches y durante las madrugadas”.
Heterogeneidad entre los participantes
Otro de los aspectos destacados del curso ha sido la heterogeneidad entre los participantes “estudiantes de ámbitos relacionados con la enología, la restauración, bodegueros, empresarios, comercializadores…”, afirmaba Díaz Fernández. Por otra parte, el interés también era manifiesto, ya que como señala la propia directora las jornadas se prolongaban desde las 9 de la mañana hasta pasadas las 21:30 horas.
Utilidad empresarial
No obstante, el curso ha sido especialmente útil para los empresarios que han podido identificar algunas de las principales carencias de la producción vitivinícola. A este respecto, expresaba la directora: “cuando diseño un curso lo hago pensado que tenga la mayor utilidad posible, no sólo para que aprendan los participantes sino para que los bodegueros, los empresarios saquen ideas claras”. Por este motivo, han participado en el curso personalidades de reconocido prestigio en el ámbito del vino como Sara Peña, técnica del ICEX; Fernando Gurrucharri, presidente de la Unión Española de Catadores; o María Isabel Mijares, que según la propia organizadora se han volcado con la actividad y han aportado todos los medios a su alcance.
Díaz Fernández señala algunas de las principales conclusiones del curso. “Lo primero es el interés que ha suscitado en todos y cada uno dentro de la heterogeneidad de sectores. También hay que destacar el aprovechamiento de los chicos que han aguantado y disfrutado de jornadas de casi 12 horas”.