Resulta frecuente encontrarse con Altos Cargos políticos con el móvil en la mano y hablando por la calle, por lo que no se sabe si es porque el trabajo les acucia o como pretexto para no saludar a quien no les apetece, pero el hecho es que sienta muy mal al almeriense de a pie que nuestros políticos vayan presumiendo de último modelo de móvil, presumiblemente pagado por todos los ciudadanos, y no se dignen en atender los corteses saludos de sus súbditos contribuyentes. ¿Quien utiliza más este truquillo, los hombres o las mujeres?. A saber, que no es tan difícil.