"Resulta axiomático que el tema del trasvase del Ebro se resista y no abandone prácticamente la actualidad política en este periodo electoral, al punto de haberse convertido en uno de los asuntos estrella del debate. En principio, todo lo relacionado con el agua dada su suprema importancia debería de estar presente; es más, debería de ser la principal cuestión a debatir, pero con rigor y fundamento, jamás utilizado en forma demagógica e irresponsable, y aún menos, tratar con ello de manipular a los ciudadanos por razones electorales.
Por falta de esta molécula vital (EL AGUA) que aún se reserva muchos de sus secretos 2/3 partes de la población mundial pasan penurias y, DIARIAMENTE MUEREN DE SED MÁS DE 6000 NIÑOS, el equivalente a 15 aviones Jumbo que se estrellasen cada día sin supervivientes. Una Sociedad ahorradora y respetuosa con el agua que entienda esta como el más preciado bien procomunal, jamás llegaría a padecer SED.
El agua es una prioridad física ineludible de cuyo ciclo todos somos parte integrante. En tales condiciones es indispensable englobarnos en conjunto en la búsqueda de soluciones para que solidariamente podamos disponer del aporte necesario de tan vital líquido, y esto nos lleva ineludiblemente a plantearnos una ética del agua que implica nuevos modos de vida, dado que se trata más de un problema de despilfarro por mala gestión que de una necesidad alarmante.
Pretender ejecutar una obra tan descomunal como alocada pagada con dinero público, es decir, de los ciudadanos, para traer agua en un hipotético futuro por lo demás cargado de incertidumbres debido al Cambio Climático, para unos ciudadanos a los que el agua no les falta para beber y su uso doméstico sin haber intentado previamente campañas informativas y educativas para contrarrestar malos hábitos y empleos extravagantes, como a modo de ejemplo hacen algunos hoteles de lujo y campos de golf, sería tanto como poner nuestro dinero al servicio de especuladores privados a los que lo único que les interesa es seguir alimentando sus bolsillos sin fondo a base del demencial ladrillo.
SÍ, es rotundamente cierto, y por lo demás urgente, proveer de agua a nuestra gran fuente de riqueza actual que es la agricultura, y es ahí hacia donde hemos de volcar sin demora nuestros esfuerzos, por principio de solidaridad y por la más elemental objetividad y, si algo resulta incomprensible es que al día de hoy aún no se hallan aportado soluciones, sobremanera cuando estas están a nuestro alcance, mientras se dilapidan enormes presupuestos en estupideces de toda índole. Lo único que esto si nos demuestra a las claras como mínimo, es bien o una manifiesta incompetencia, o lo que aún sería peor, la falta de vergüenza de algunos cretinos con responsabilidad política que ocultan inmorales e inconfesables intereses que enturbian el agua consiguiendo así una transparencia imposible. Cuando la tierra tiene sed, el hombre pasa hambre.
Pretender trasvasar agua del Ebro a otras zonas de España ciertamente alejadas, implicaría cometer múltiples negligencias, otro crimen más en nombre de un supuesto desarrollo y, a modo de muestra la compleja problemática implícita en la construcción de embalses necesarios desde los que iniciar el proceso de tomas y bombeos, consumidores esto últimos de ingentes cantidades de energía. . Levantar nuevas presas de retención en el cauce fluvial modificaría inexorablemente el caudal en sus partes bajas, ocasionando un desastre medioambiental en grandes áreas del cauce. Además los daños que se ocasionarían en el Delta situado en su desembocadura por la salinización debida a la invasión del agua marina serían incalculables.
Nosotros les preguntaríamos a los defensores de este antiproyecto, esa clase política para la que difícilmente se encuentran adjetivos calificativos, ¿en manos de quién estaría la futura gestión de esta obra PÚBLICAS O PRIVADAS? El interés económico del agua es muy fuerte, ya que su valor y uso no establecen ninguna relación y están extremadamente diversificados.
El 70% de la gestión y comercio mundial del agua está monopolizado por las compañías francesas Vivendi, Suez-Lyonaise y Saur Bouygues, la alemana Rwe y la norteamericana Bechtel quién por cierto ya controla el agua en Irak. La privatización del agua y esto son solo unos ejemplos a aportado a la República Sudafricana en el año 1996 la mayor epidemia de cólera de su historia. El agua gestionada por Vivendi y Suez suponía una factura insoportable para los más desfavorecidos y tuvieron que recurrir a beber aguas contaminadas.
En EE.UU. distribuidores privados presionaron al Congreso de este país para hacer más tolerantes las normas sanitarias del agua potable, el resultado : 53 millones de ciudadanos han bebido agua contaminada por plomo, pesticidas y compuestos orgánicos volátiles, 11 millones agua contaminada por coliformes fecales y 43 millones han estado expuestos al criptosporidio, microorganismo que solo en el estado de Milwaulkee ha ocasionado centenares de muertos y en Walicerton un número de víctimas de difícil evaluación a causa de la contaminación del agua potable por la bacteria E. Colli.
Reflexionen Ustedes acerca de sus proyectos Señores políticos del PP, y déjense de manipula la cruda realidad. Tan solo el 2% del agua que contiene La Tierra es dulce y de ese porcentaje 1/3 es inservible por estar contaminada, si esto es así ¿porqué no desalar el agua de mar?"
Adelina Fernández Arias
Colectivo Manos Limpias
Roquetas de Mar
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