Para López Carmona Aguadulce adolece de necesidades que le plantean sus vecinos y que versan desde las infraestructuras a los servicios municipales pasando por la revitalización económica.
Hay que dotar este núcleo de población de servicios municipales adecuados y proveerlo del carácter de Centro de Interés Turístico que tuvo en su momento. Para ello hay que hacer un esfuerzo de embellecimiento, señalización turística, crear otro escenario de A Pie de Calle, modificar el Carril Bici estableciendo un trazado que no cree conflictos entre peatones y viandantes, finalizar el tramo de Paseo Marítimo Ventilla-Pocico, adecentar Rambla de San Antonio, buscar solución a los problemas de Camino de Torres derivados del exceso de tráfico y la conciliación de la hostelería y los ruidos, Torrequebrada necesita su prometida zona ajardinada con una reordenación del tráfico además de pistas deportivas y una parada de Bus Urbano.
Si hablamos de Aguadulce Norte, hay que determinar alguna actuación en los Acantilados, señalizar y acondicionar la subida a las Antenas como Mirador de Aguadulce y su promoción como complemento turístico, aumentar la frecuencia de limpieza en esa zona, habilitar pistas deportivas abiertas junto al Campo de futbol, crear un Camino Seguro para el cruce de la Rambla, reservar espacio permanente para recintoferial.
La zona de Las Colinas tiene sus peculiaridades, precisando por su especial urbanización, obras de infraestructuras varias (escaleras, mirador, medidas de seguridad en los solares), rotonda y entrada por la zona norte, edificio de usos múltiples, limpieza con mayor frecuencia.
En La Gloria hay que buscar solución al problema de la Ctra de los Motores y el muro anexo y establecer un programa de mantenimiento periódico de la Rambla de las Hortichuelas.
Los imprescindibles para López Carmona, son los temas trasversales, la necesidad de extremar la limpieza en general, paseos marítimos, parques y calles,y afrontar el tema de las cacas de perro, con una combinación de disciplina y concienciación, hay que trabajar sin más dilación sobre el transporte urbano y las conexiones con el resto de núcleos de población y acometer una revitalización económica al amparo del turismo y los servicios.
López Carmona concluye que en Aguadulce hay mucho por hacer, empezando por recuperar su historia como 1º Centro de Interés Turístico Nacional en 1964, lo que supuso para la zona un despegue económico importante al amparo de amplias medidas administrativas que consiguieron bajar los impuestos, facilitar el acceso a créditos y otros beneficios fiscales que permitieron hacer inversiones para impulsar la creación de la urbanización. Con ello, se atrajo a parte de la industria del cine que por esos tiempos andaba en auge en Almería y se convirtió en reclamo turístico de primer orden, estado que mantuvo bastante tiempo después.
Hoy, en Aguadulce todo es distinto, se cerraron hoteles, se demolieron otros, el número de visitantes descendió y sólo el turismo residencial, la segunda vivienda y su conversión en ciudad dormitorio consigue consolidar unos mínimos económicos. Sin embargo, la urbanización turística, aunque modificada en parte, mantiene unos estándares de calidad urbana y atractivo bastante interesantes. Desde la administración local se deben volcar los esfuerzos en completar con ofertas alternativas esos valores, el buceo, la posidonia o los acantilados pueden ser opciones. Algunas de ellas ya se están teniendo en cuenta, pero los acantilados o el mirador de las Antenas siguen en lamentable estado. En el caso de los Acantilados de Aguadulce es necesario establecer un enfoque visual que no fije la mirada en la gran herida producida a la montaña, mientras que en el caso de las Antenas se trata de poner en valor un sendero delimitarlo (establecer una ruta), acondicionarlo (mirador), señalizarlo y promocionarlo adecuadamente para hacer de la subida a las antenas de Aguadulce una atrayente opción turística de naturaleza o senderismo.