La adquisición de sistemas de circuitos cerrados de televisión están en pleno auge. La empresa Grupo Control de Almería trabaja principalmente con clientes que poseen viviendas unifamiliares o tipo duplex, zonas comerciales, grandes espacios y huertos solares, que están proliferando en toda la provincia. «Nuestro objetivo es dotar al cliente de elementos de seguridad ya sea en una vivienda o comercio y colocaremos los circuitos cerrados de televisión en lugares indicados para evitar posibles hurtos o actos vandálicos», manifestó Juan Hernández, de Grupo Control.
Sólo durante el periodo del año pasado, esta empresa de seguridad realizó alrededor de medio centenar de instalaciones de este tipo de sistemas. Pero según la necesidad del cliente, las cámaras tienen una tipología distinta. «Hay cámaras iónicas de agua, cámaras que son similares a detectores de movimiento, las denominadas cámaras cilíndricas de leds que son las más habituales en viviendas, las domo fijas que son más duras para evitar que sean objeto de actos vandálicos», detalló José Juan Soler Aparicio, director técnico comercial de Grupo Control.
Según estos especialistas, está en pleno auge la instalación de circuitos cerrados de televisión en espacios amplios o industriales como pueden ser los huertos solares o los complejos deportivos. A pequeña escala en viviendas o comercios los clientes buscan control sobre quién entra y sale así como qué movimientos hay en una caja registradora. «Con estos circuitos, el cliente puede conectarse a través de un ordenador con conexión a internet al videograbador de la casa o del comercio y ver al momento lo que se está grabando o incluso comprobar lo que se grabó unas horas antes», manifestó Soler.
Lo que sí es cierto es que las nuevas tecnologías han entrado de lleno en este tipo de sistemas de seguridad y los almerienses ya no se conforman con la clásica alarma antirrobos o los sensores de movimiento. En lo que se refiere al coste de estos sistemas varía según el aparato que se instale, así una cámara puede ir desde los 250 a los 1.000 euros, también dependiendo de la sofisticación de la misma.