Es algo que se venía viendo, y algunos predijimos como si por inspiración divina se tratase, quedando plasmado en los comicios europeos, cuya reacción ha consolidado el estado emocional y lejos de ir desinflándose, como La Casta interesadamente aventuraba, se ha consolidado en las Elecciones al Parlamento Andaluz.
Pero la lectura que yo hago del éxito electoral de Podemos es mucho más incisiva para La Casta, que, entendida como los Partidos Políticos clásicos, ha perdido apoyo popular con una mayor participación. Y como decía ayer, resulta absurdo anticipar una consulta electoral para quedarse como estaba, por lo que debe entender como una pérdida de apoyo, cuando menos en las dosis de intencionalidad, porque se pretendía conseguir estabilidad y lo que se ha alcanzado es mayor inestabilidad con la fragmentación parlamentaria.
Si la intencionalidad ha fallado, lo que ha ganado ha sido ha sido la manifestación de indignación existente en un considerable número de andaluces y andaluzas, y de lo que deberían tomar buena nota la clase política hasta ahora reinante. Como estamos observando últimamente, si se me permite el símil, nuestros gobernantes nos han utilizado como asalariados suyos en el cortijo de su circunscripción electoral, con el agravante de que no ha tenido que transcurrir mucho tiempo para pasar a ser esclavos y convertirse en dueños y señores de sus gobernados y gobernadas.
La distancia aleja los comportamientos que la proximidad manifiesta con toda su crudeza, y hay mucha ciudadanía orillada en las cunetas, que se empiezan a despertar al observar que ya cuenta con quien se preocupe de ella. La consecuencia es la victoria, que supone alcanzar grupo parlamentario numeroso partiendo de la nada, proviene, desde mi punto de vista, de la desafección personificada como se ha podido constatar en nuestros pueblos y ciudades, donde esta Fiesta de la Democracia se ha convertido en un serio aviso, y por lo que se observa no parece haberse dado por enterados.
Al otro lado de la soberbia y de la prepotencia se encuentran la humildad y la sinceridad que han caracterizado a PODEMOS y a CIUDADANOS, dos opciones políticas emergentes que no tienen que ser despreciadas como lo vienen siendo, por cuanto el Partido Popular recogió el capital económico en tanto que el PSOE acogió a la clase media/baja e la coalición IU al sector social menos insertado socialmente.
Ya durante la Transición Política se comentaba que los resultados electorales dependían en buena parte del coste empleado también en las campañas electorales, y así se procuraron medios económicos AP en Baviera, PSOE en la socialdemocracia alemana, UCD en los EEUU y el PCE entre Rumanía y algún otro de su órbita; en Andalucía del PA se comentaba que venía su financiación del Norte de África y nadie lo endemonizó sino le aprovecharon tanto UCD como el PSOE. Desconozco el precio pagado por la ayuda, por lo que no resultaría nada extraño que fuerzas políticas emergentes busquen ayuda económica en el extranjero.
En estos comicios andaluces nadie ha cuestionado la financiación de PODEMOS y CIUDADANOS, si bien alguna perla genética políticamente como la soltada por Sanz ha servido como apoyo a CIUDADANOS como también la de Soraya a la virtual Presidenta. Y en mi opinión no se ha utilizado políticamente la financiación porque todos tenían por qué callar y por que PODEMOS se ha autofinanciado con capital humano, el más valioso y el más temido por el adversario, que en este caso podría ser enemigo. Conscientes de que en los pueblos y en las ciudades de nuestra querida Andalucía han sido los afiliados y simpatizantes de PODEMOS quienes han puesto lo mejor que tienen es por lo que han pretendido no meterse con ellos para no darle protagonismo y porque sus potenciales votantes eran, y son, PODEMOS.
No se ha hecho necesario transcurra mucho tiempo para que PSOE, PP e IU hayan sustituido las respectivas valoraciones, y con ellas las conclusiones a las que deberían llegar, comience la campaña de las Elecciones Municipales, que, dicho sea de paso, como si de una premonición se tratara, han mezclado en la del Parlamento Andaluz. Y aquí es donde se manifiestan en toda su intensidad los comportamientos, más personales que políticos, de nuestros Alcaldes y concejales, que todo el que pueda optará a la reelección. Vuelven a equivocarse quienes piensen que una obra faraónica se superpone o borra un comportamiento negativo hacia un convecino o una convecina, lo que prima siempre es el trato personal más que público, y en función del grado de afección o desafección personal se vota en un sentido u otro.
Todo parece indicar que en muchos pueblos y ciudades los resultados electorales de las elecciones generales y autonómicas son coincidentes con las locales, pero no menos cierto es que también en otros se produce el efecto contrario al no coincidir los resultados locales con los autonómicos y los generales, al atribuírseles el componente personal a los locales y el ideológico a los segundos. En lo que sí se suele coincidir es en lo costoso que resulta cambiar el sentido del voto en las Elecciones Municipales, pero en tal estado socio-político como el actual cualquier conjetura puede ser falsa porque nos encontramos en un estado cambiante, en gran medida por la resistencia numantina de La Casta a no atender las demandas sociales.